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Y este humilde labriego sólo repite lo que el Padre nos ha dicho sobre ella. Que es una forma de vivir, la que Él nos ha venido a enseñar en Tres Tiempos. La que vive el espíritu encarnado, que sin olvidar que le fue dada una materia como ayuda, como báculo, sabe elevarse por encima de todo lo material para encontrar a su Padre, a su Señor. El que así vive, consciente de que sus armas son la Ley y que el principio de esa Ley es el amor, está viviendo la espiritualidad. El amor, la paz, la caridad, estas virtudes están en todos nosotros, ni siquiera tenemos que aprender a amar, ya que es parte de nosotros. Debemos, sí, sentirlo. Debemos penetrar dentro de nosotros mismos, y buscar esas virtudes y manifestarlas, practicarlas por donde quiera que vayamos. La espiritualidad no es el desprecio a la materia, no, puesto que ésta nos fue dada como apoyo, y en el Padre no existe el desperdicio; es ubicarnos como espíritus con materia, dándole a cada quien lo que en justicia necesita. Veamos: "La verdadera espiritualidad es aquélla que coloca a vuestro espíritu en su debido lugar y a vuestra materia, con todos sus sentidos, en su debido sitio." "La verdadera espiritualidad es libertad para vuestro espíritu en su camino y para vuestra carne en su sendero; que vuestra materia no invada los caminos del espíritu ni vuestro espíritu se convierta al materialismo." E233:63,64 "Podrán decir los materialistas que ya la humanidad está viviendo sólo de lo que la tierra y la Naturaleza le ofrecen, sin necesidad de ir en busca de algo espiritual que la sustente, que la fortalezca a través de su jornada; pero debo deciros que ésa no es una vida perfecta ni completa, sino una existencia a la que le falta lo esencial, como es la espiritualidad." "Espiritualidad no quiere decir misticismo, ni implica la práctica de algún rito, ni es tampoco un culto externo." "Espiritualidad significa desarrollo de todas las facultades del hombre, así las que corresponden a su parte humana, como las que vibran más allá de los sentidos del espíritu." "Espiritualidad es la aplicación justa y buena de todos los dones que el hombre posee." "Espiritualidad es la armonía con todo cuanto os rodea." E326:62-66 ¡Con cuánta sencillez nuestro amoroso Padre nos explica las cosas más profundas! Regocijémosnos, hermanos, de tener este maravilloso legado de sabias enseñanzas y llevémosla a nuestros hermanos en todo el mundo. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - Ejercer la caridad Caridad es una palabra con gran contenido espiritual, porque encierra en sí el significado de amar, de preocuparse por alguien y como virtud, es opuesta al egoísmo. Para ejercer la caridad como nos ha enseñado el Maestro, es necesario elevar nuestro espíritu, entrar en contacto con esa parte interna de nosotros mismos, y así dejar que fluya el amor, desprendiéndonos de todo impulso egoísta. Muchas personas piensan que dar caridad es aliviar la necesidad económica de algún semejante, confundiéndola con la limosna, que es sólo un aspecto de lo que es ejercer la caridad. Bien está que cuando nuestro hermano necesite de una moneda se la demos, sin aspavientos ni con afán de notoriedad y mucho menos, poniendo como condición la gratitud hacia nosotros por algo que debería ser natural como lo es respirar. Pero las más de las veces, la caridad que debemos entregar es en nuestra dedicación, nuestro tiempo, nuestra devoción hacia aquel que postrado o necesitado se encuentra. Ya lo dijo Saulo, Pablo, en otro tiempo: "Si tienes caridad, lo tienes todo. La caridad es sufrida, es dulce y bienhechora, la caridad no tiene envidia, no es ambiciosa, no busca sus intereses, no se irrita, no piensa mal. A todo se acomoda, cree todo, todo lo espera y lo soporta todo." I de Corintios XIII:4,7. Pero quien mejor resumió lo que es la caridad es Elías, quien nos entregó una bellísima y profundísima máxima: "Caridad y más caridad y veréis a mi Padre en todo Su esplendor". Y ciertamente, así sucederá si en lugar de ocupar nuestra mente y corazón con mundanos asuntos que solo sirven para exaltar nuestra personalidad, haciendo que nos olvidemos de los demás, ofrecemos lo mejor de nosotros hacia aquellos que lo necesitan, derrotando fronteras, razas, clases sociales y tantas cosas más que dividen a los hijos de Dios. Caridad, hermanos, caridad y en verdad, veremos al Padre en todo Su divino esplendor. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - El tiempo que vivimos ¿En qué tiempo vivimos? El Señor, nuestro Padre, nos dice que seamos como el buen sembrador que sabe cuando están preparadas las tierras para sembrar, y que sabe también reconocer el tiempo malo que viene para proteger su siembra y asegurar así la cosecha. Si miramos en nuestro derredor, si observamos las señales que estamos viviendo, podemos darnos cuenta que todo lo que nos fue anticipado, está sucediendo. El mundo está tan familiarizado ya con el pecado, que ya todo malo lo ve normal, de lo más natural. Vemos así a conductores de televisión de uno y otro sexo que leen las más atroces noticias casi con una sonrisa en los labios para presentar una imagen que, al resultar agradable, traiga más audiencia a esa empresa. ¿Y qué se ha logrado con esto? Trivializar aquello que debería ser para nosotros de capital importancia. Igual sucedió en la antigua Roma, la poderosa y pagana Roma; el populacho se divertía con el sufrimiento del prójimo; eran espectáculo la muerte y la tragedia y eran motivo de festejo la muerte y el dolor. ¿No decían acaso los césares que al pueblo había que darle pan y circo? Ahora las cosas son aún peores, porque muchas veces les dan a las multitudes el circo y les niegan el pan. ¿Cuál es el resultado de esto, hermanos? ¿No cada día que pasa, los seres humanos nos volvemos más apáticos ante el sufrimiento de personas en lugares que no sean cercanos a nosotros? Las terribles guerras de la actualidad son presentadas casi como esos juegos de video a los que son tan afectos nuestros jóvenes de hoy, y la violencia se ha convertido en entretenimiento, anestesiando en nosotros la sensibilidad y la compasión que escenas del dolor ajeno deberían estar causando en nosotros. Hasta la misma Roma, cansada de gozar los deleites de la carne abrió su corazón para escuchar el mensaje de la Doctrina del Divino Maestro. Si en aquel tiempo los paganos convertidos a esta Doctrina buscaron la salvación en el amor que enseñaba, cercano está el tiempo en que los materialistas despertarán de su marasmo y se inspirarán con la luz espiritual que derramándose a raudales se encuentra sobre los hombres. Se terminará por aceptar que la frivolidad convierte el corazón en piedra y que la falta de caridad es una espantosa plaga que azota a la Humanidad. Y no solo éso. Se comprenderá al fin, que de nada sirven los falsos reclamos de falsa piedad, la hipócrita religiosidad, los ayunos y las penitencias mal entendidas, porque se sabrá que sólo la regeneración y la espiritualidad podrán dar a nuestro espíritu la paz y la luz. Y florecerá, una vez más, la palabra divina que sembrada se halla, con hechos de luz y de amor, en lo profundo del espíritu del hombre. - Pasa la palabra - Enviale copia de este mensaje a tus conocidos y amigos. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ Amados hermanos: Oremos hermanados, por toda la Humanidad, enviando nuestro amor, que es luz, a toda la Creación. Tu hermano en el Señor El Pequeño Labriego Todas las citas pertenecen al Libro de la Vida Verdadera (El Tercer Testamento) *** ejemplares anteriores http://144000.net/boletin ***