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En estos tiempos de grandes conflictos, en el que los rencores y los odios parece que vencieran, en el que cada uno cree tener la razón y está dispuesto hasta a matar para hacer valer esa razón, cómo se aleja el mundo de la bendita Doctrina que el Divino Maestro vino a enseñarnos hace más de 2000 años. De qué sirven los grandes inventos, los importantes descubrimientos, si los hombres no son capaces de amarse los unos a los otros, no han podido ni verse como semejantes, menos aún como hermanos. Dice el Señor: "La derrota será en todos, porque la verdad tiene sus propias armas para defenderse, que están dentro de la misma verdad. Y cuando de los hombres surja esta pregunta: - ¿Dónde está la verdad? - Responderéis vosotros: -En el amor." El Tercer Testamento. Libro de la Vida Verdadera. E. 260:52 A los que miramos con pena el cómo se van desarrollando los acontecimientos, a los que vemos, aparentemente impotentes, que nuestras voces a favor de la paz son acalladas por los clamores de la guerra, este pequeño labriego les dice: - Hermanos, no cejemos, no nos dejemos vencer por el desaliento, no nos contagiemos por las pasiones de rencor y de odio-. Recordemos que la más pequeña luz ilumina la más densa tiniebla. Y el amor y el perdón son luz. ___________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥ ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - La unión El Señor nos dice que cuando Su pueblo se una, logrará maravillas. Veamos. ¿Quién es el pueblo del Señor? El Señor nos dice que todo el que así lo decida, el que quiera pertenecer a Su pueblo, pertenecerá a él. Veamos otro punto: ¿A qué se refiere el Padre cuando pide unión? ¿Será que estemos todos juntos en materia (cosa que es bastante díficil e improbable) o se refiere a la unión espiritual, a la unión de intereses y de principios en torno al Señor? Y si es así, esto es algo que podemos lograr, como cuando nos unimos en oración para pedir por la paz, podemos lograr un efecto múltiple, a semejanza de las ondas sonoras que se producen amplificando los efectos de los sonidos. Entonces, vamos a tratar de estar unidos en el Señor, cumpliendo con su Ley de amor, esparciendo el bien en todas sus manifestaciones, por dondequiera que vayamos. Así, con ese empeño, haremos una fuerza tan grande y tan real, que se podrá sentir. Esa unión se logrará con constancia y con fe, trabajando todos juntos. ___________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥ ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - Un ejercicio de amor Cuando las pasiones andan desatadas, se siente un ambiente denso y agobiante, a semejanza del smog o humo-niebla que cubre las principales ciudades del planeta. Ese ambiente está formado por tantas malas vibraciones que contaminan, afectan a la humanidad. Porque las enfermedades morales se contagian tanto como las materiales. Imaginemos lo que tantas eras de malevolencia y de odios han dejado en el ambiente. ¡Cómo influyen esas malas vibraciones en el ánimo de las personas, al grado que las reacciones de esas personas se vuelven exageradas, anormales! Hoy, propongo a todos hagamos un ejercicio de amor, una práctica. Consiste ésta en estar muy al pendiente de nuestros actos y de nuestras reacciones. La primera regla será la de la tolerancia, que es el primer paso para amarnos los unos a los otros. En esto consiste el velar y orar que siempre nos pide el Señor. Tengamos paciencia con los demás. Que de nosotros no salgan pensamientos que no sean de luz porque una mente elevada no tiene pensamientos bajos. No contribuyamos al mal ambiente. Antes bien, actuemos y vivamos como lo que el Señor nuestro Padre formó: Los hijos de la luz ___________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥ ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ Amados hermanos: "Orad, porque de cierto os digo que mi paz, venciendo el egoísmo y las flaquezas humanas, llegará a todos los pueblos de la Tierra". El Tercer Testamento. Libro de la Vida Verdadera. E.310:19 Oremos hermanos, juntos, por la Humanidad toda, sin distingos de razas, creencias o nacionalidades. Tu hermano en el Señor El Pequeño Labriego ***** ejemplares anteriores http://144000.net/boletin *****