____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ *** El Pequeño Labriego *** ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ Publicado por el Comité de Difusión del Tercer Testamento edición de mayo del 2001 Nota: si tu sistema no despliega caracteres como acentos o la letra enie, por favor accesa la pagina referenciada debajo para que puedas adecuar tu sistema para ello. http://144000.net/teclado.htm ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ ediciones anteriores en http://144000.net/boletin/ ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ Contenido: · Instinto e intuición. · El pan de vida eterna. · Saber pedir. · Apocalipsis. -Alegoría de las siete iglesias de Asia- ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ · Instinto e intuición El instinto y la intuición son dones que el Señor ha confiado a las criaturas. Veamos cómo en el seno de todos los pueblos de la Tierra, sin importar si son grandes civilizaciones o tribus atrasadas, ha puesto el Señor el conocimiento intuitivo de las cosas. ¿Será entonces ilícito que cuando sienta el hombre un mal corporal, acuda a esos elementos, a esos recursos materiales? No, hermanos, no es ilícito. Y si hay casos dispuestos por Dios que tienen que resolverse por medios científicos, al buscar esos medios, ¿estaremos incurriendo en profanación? No, hermanos, abandonemos el fanatismo y ese criterio tan reducido, pues debemos ser de espíritu amplio y grande y mentalidad abierta. Muchas veces , hemos tenido que recurrir a los hombres de ciencia y aún continuaremos haciéndolo, mas si queremos recibir a través de ellos el verdadero bálsamo, y que con su inteligencia nos entreguen algo limpio y puro que ataque directamente nuestro mal, penetremos en oración elevándonos al Padre, invoquemos al mundo espiritual en nombre del Señor y pidamos que la luz de la Divinidad ilumine aquella inteligencia, que esplenda sobre la mente de ese hombre de ciencia, para que entregue lo que sea la voluntad divina. Pero cuanto más sea la espiritualidad en esta humanidad, así como su regeneración y enmienda espiritual y humana, mayor irá siendo su emancipación de los medicamentos materiales, y volverá al principio de los tiempos, en los cuales no se había desarrollado la ciencia médica porque no era necesaria, ya que no eran frecuentes las enfermedades, las grandes dolencias físicas no aquejaban todavía al género humano. No creamos que el volver a nuestra forma de vivir, como la llevó el hombre en un principio, sea muestra de retroceso, recordemos que el Padre nos dice: "Yo soy vuestro Alfa y vuestra Omega, vuestro principio y vuestro final" (Ap. 1:8) y que estaba profetizado que Elías vendría en este tiempo, a "restaurar (devolver) las cosas a su principio". (Mt. 17:11) ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ · El pan de vida eterna El Maestro nos ha dicho: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios", (Lc. 4:4) y en verdad, es del pan espiritual del que nos hemos saciado y a cada uno de nosotros Él nos ha dado el pan de vida. Pero, cuidado, no debemos convertirnos en el avaro que guarda todo para sí; nuestro deber es compartir lo que tenemos con el menesteroso, para extender de esta manera la caridad que el Padre ha derramado sobre nosotros. No sabemos si en ese necesitado que se acerca y nos pide, se nos presenta una prueba en la cual debamos de mostrar que ya sabemos dar lo que el Maestro ha depositado en nuestro espíritu. Ya no somos los idólatras de antes, mas todavía falta mucho para que nos convirtamos en los verdaderos espiritualistas trinitarios marianos; mucho falta aún para que presentemos al Padre lo que tanto ha deseado de nosotros. Amor y más amor ha sido lo que hemos recibido y debemos compartir con nuestros hermanos. ¡Cuán grande es la misericordia que en este tiempo el Padre ha tenido de nosotros! El Divino Maestro ha abierto Su Arcano para ofrecerlo a Su pueblo, y ese Arcano es universal, como lo es el amor de Su Espíritu. Ese Arcano se desborda sobre toda criatura, sobre cada ser del Universo, y cada quien tomará de él su parte, cada espíritu recibirá su heredad. Todas las cosas y todos los seres serán juzgados, (Ap. 20:4) y así, el pueblo de Israel, el verdadero pueblo de Israel por el espíritu, tomará del Arcano del Padre la parte que a él corresponda, esa parte que el Maestro le prometiera, como discípulos del Espíritu Santo. Conservemos nuestra preparación, y para ello, hay que velar y orar, hermanos míos, para que el Padre encuentre en Sus hijos un santuario; no hagamos que Él tenga que descender a nosotros a limpiar el templo de nuestro corazón y de nuestro espíritu y a reclamarnos nuestra pereza. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ · Saber pedir Meditemos, hermanos míos, y miremos que ya no somos los párvulos, que en este tiempo debemos ser ya los discípulos adelantados, y como tales, no debemos elevar al Padre preguntas necias o peticiones superfluas, indignas de un ser espiritualizado; ya no debemos anteponer lo material a lo espiritual. (Stg. 4:3) Cuando nos asomemos al valle espiritual de luz, deberemos llevar limpio nuestro espíritu, llevémoslo pleno de fuerza y ahínco, con la preparación necesaria para recibir del Padre lo que sea Su voluntad. El Maestro, con Su mirada perspicaz y profunda y que alberga en Su corazón el amor perfecto, contemplará, más allá de nuestro sacrificio, de nuestra renunciación y de nuestras privaciones y cumplimiento, nuestras necesidades materiales, nuestras flaquezas humanas y nuestra pequeñez terrestre, porque Él contempla todo lo que forma nuestra vida humana. Nada escapa a Su mirada, por lo tanto, hermanos, dejemos atrás nuestra carga humana y el fardo de nuestras materialidades; cuando le busquemos a Él, sea de espíritu a Espíritu en el rincón de nuestra alcoba, sea a través de Su palabra contenida en escritos, lleguemos con el espíritu limpio. Que sea nuestra conciencia la que nos dicte todo aquello que tenemos que hacer para presentarnos limpios y dignos ante la Divinidad, por lo tanto, estemos atentos con todo nuestro corazón y con todo nuestro ser, a la voz de nuestra conciencia. Si velamos y oramos, no caeremos, por un lado en la falta, ni por el otro en el fanatismo, sino que seguiremos una ruta de virtud, de fortaleza, de responsabilidad y con la guía certera de la conciencia. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ · Apocalipsis. - Alegoría de las siete iglesias de Asia- Cuando se hubieron quedado los once discípulos sin su Maestro, extendieron sobre el haz de la Tierra la semilla que Él les había confiado, la semilla del amor; y ellos, en sus travesías por el Asia, fundaron siete iglesias, (Ap. 1:4-11) siete congregaciones que eran visitadas por ellos, y cuando ésto no les era posible, las alimentaban a través de escritos doctrinales. Esas Siete Iglesias del Asia, fueron también una imagen, una figura de los Siete Sellos. En ese mismo tiempo, uno de los doce discípulos de Jesús, en la ancianidad a la que la voluntad divina le permitió llegar, fue deportado a una isla, (Ap. 1:9) y en su soledad, su espíritu se acercó al Padre. Grande fue la espiritualidad que alcanzó y ahí, lejos de la materialidad del mundo, en su elevación pudo escuchar las voces del Arcano y asomarse al más allá. Mas siendo las cosas espirituales y la naturaleza divina tan grandes, superiores a todo lo humano, tuvo Dios que mostrar a aquel espíritu humilde las cosas a través de símbolos, porque a pesar de tener Juan grandeza y elevación espiritual, no alcanzaba a contemplar en toda su plenitud verdadera la Divinidad y las cosas divinas. El Padre tuvo que limitar lo eterno y lo infinito, así como las cosas que habían de ser, para presentarlas a los ojos de aquel espíritu en figuras simbólicas, como sucede actualmente con los videntes del pueblo de Israel, quienes tampoco pueden contemplar el Reino del Espíritu Divino en toda Su plenitud. Juan contempló a Aquél que se encuentra sentado en el Trono, teniendo a Su Diestra un gran libro sellado con Siete Sellos. (Ap. 4:2/5:1) Delante de él había también un ángel, el que le decía que ni en los cielos ni en la Tierra, había un ser digno de desatar aquellos Sellos ni de abrir aquel libro, y Juan, al escuchar estas palabras, lloraba con gran desconsuelo. (Ap. 5:2-4) Mas entonces vio que un Cordero se acercaba, y era quien abría aquel libro, desatando para ello, desde el primero hasta el último de sus Sellos. (Ap.5:6) ___________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ Amados hermanos: Unamos nuestras oraciones junto con todos nuestros hermanos, tanto en este valle material como en otros planos así como en el espiritual, que luchan por el bien, por la paz y la concordia. Que la paz y el amor del Señor, nuestro Padre, inunden nuestros corazones. Tu hermano en el Señor El Pequeño Labriego ******** ejemplares anteriores http://144000.net/boletin ***********