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Entre todo ese coro dantesco de tiniebla y destrucción, se escuchan también las voces que piden paz y libertad, pan y cobijo; son las voces de los inocentes, de aquellos que han perdido la vida en las contiendas, de los niños que han quedado sin padres y las madres que lloran la ausencia de los hijos, las voces de los ancianos que morirán sin esperanza y los jóvenes que en su rebeldía gritan sus temores, su falta de fe en el futuro de la raza humana y de su propia existencia. En medio de todo este caos, como titiriteros monumentales, se encuentran todos aquellos que han sido responsables de manejar los hilos del acontecer diario; aquellos que han decidido traicionar sus ideales elevados por hundirse en el cieno de la tierra, aquellos que envueltos en un velo de amor propio, en su afán de poder y grandeza han ido escribiendo la parte vergonzosa de nuestra historia. Mas ¿cuál debe ser el sentir y actuar de los que tratamos de ser soldados de la espiritualidad hacia aquellos que en su confusión han llevado a nuestro mundo al difícil momento en que se encuentra? ¿Será acaso que nos corresponde unirnos a la contienda de aquellos que erigiéndose en jueces castigan con odio, con insultos y con todo tipo de malos deseos y pensamientos a los que han actuado equivocadamente, provocando con ello más tiniebla y confusión, o será que debemos seguir el camino de aquella Ley universal que nos dicta a pesar de la adversidad, tener caridad y más caridad para con todos y amarnos los unos a los otros? Sí, ya sé, ¡absurdo! pensarán muchos, mas la Ley divina siempre ha tenido su razón de ser. ________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - Conocernos a nosotros mismos Hablando del espíritu el Maestro nos dice: "Es natural que su materialidad le impida el conocerse a sí mismo y no le permita manifestar sus dones a través de su parte humana. Porque la naturaleza material parece ser la más opuesta a la naturaleza espiritual; sin embargo, cuando en vosotros lleguen a armonizar ambas, llegaréis a ver que vuestra naturaleza material es como un espejo límpido que refleja en toda su belleza lo espiritual y aun lo divino." E. 170:63 Nos dice el Maestro también, que por dejarse arrastrar el espíritu por las pasiones del mundo, es que no ha logrado llegar a manifestar su potestad sobre la materia, así como la gran belleza de su plenitud espiritual. Por tanto, el único camino a seguir para recuperar la espiritualidad, es el estudio y la práctica de Sus Enseñanzas, así como la interpretación y el cumplimiento de la Ley. Esa Ley que se resume en el amor; a Dios, nuestro creador, por sobre todas las cosas, a nuestro prójimo, como a nosotros mismos, y a todo lo creado, porque todos somos la realización de un pensamiento de amor del Padre, y estamos hechos por y para el amor. Esa es nuestra verdadera naturaleza. "Amor es el principio de mi ley. Amor es la finalidad de todas las Obras: es lo que he venido a enseñaros en todos los tiempos. "El amor, la paz y la caridad: Estas virtudes están en vosotros, ni siquiera tendréis que aprender a amar." "El amor no se aprende sino que se siente, se lleva dentro de vosotros, como en todas las criaturas que al ser formadas han recibido todos sus dones y atributos; entonces, penetrad en vosotros mismos, buscad las virtudes que he dejado en vuestro ser y practicadlas en vuestros caminos." E. 347:35,36 ________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - El que esté libre de culpa... Dice una voz popular que cada pueblo tiene el gobierno que merece, pero esto es equivocado, porque ningún pueblo merece vivir los horrores a los que la raza humana ha sido sometida a través de su historia; mas no será erigiéndonos en jueces de nuestros gobernantes, o de los hombres del poder humano como hemos de terminar con el exterminio y la corrupción, ni poniendo atención solamente en la paja del ojo ajeno como lograremos que se cumpla la promesa de ver cielo y tierra nuevos. No debemos olvidar que con la vara que midamos, seremos a nuestra vez medidos; y sobre todo, no debemos perder de vista, que ninguno de nosotros es libre de culpa para ser digno de arrojar la primera piedra. "No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. "¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? "¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano". Mateo 7: 1-5 ¿Nos hemos todos preguntado alguna vez, desde lo más profundo del corazón, en qué hemos contribuido para terminar con el mal que anida en el planeta, o mas aún, nos hemos todos preguntado en que hemos ayudado para que ese mal siga creciendo? El ejercicio frecuente de este cuestionamiento bajo la luz de la conciencia, bajo el conocimiento de la Ley de reencarnación y el estudio de la palabra divina, en lo personal me ha llevado a comprender que no es culpa de unos cuantos el panorama que vemos a nuestro alrededor, sino que cada uno de nosotros, en el transcurso de sus vidas inscritas en una historia llena de aciertos y equivocaciones, ha ido escribiendo una parte de lo bueno y lo malo que vivimos. "Yo os digo que en vuestra lucha no deberéis hacer uso de la fuerza, de la violencia o de las palabras hirientes. Vuestras armas deberán ser la palabra de luz que revela la verdad, las obras de caridad que envuelvan en un efluvio de consuelo al que sufre, la fuerza que emane de vuestras oraciones y de vuestro pensamiento". "Quiero también enseñaros a cumplir vuestros deberes para con los que gobiernan en el mundo. Si queréis que sus determinaciones sean favorables y justas para sus pueblos, debéis ayudarlos con la oración". "Si en vez de cumplir en esta forma les abandonáis y os dedicáis sólo a criticar sus determinaciones, dejaréis que su ánimo decaiga en la lucha y queden expuestos a influencias nocivas. Sed como centinelas de la paz". "Ninguno tiene el derecho de hablar de las imperfecciones de sus semejantes, porque ¿quién de vosotros es perfecto? A nadie juzguéis y sed el buen ejemplo entre los hombres; así debéis de vivir, como un reflejo de la paz y de la felicidad eternas". Si creemos en la justicia divina y en la existencia del espíritu que habita en cada ser humano, creado a imagen y semejanza de un Padre Celestial, comprenderemos que no es contra los hombres equivocados contra quienes debemos entablar una guerra sin cuartel, sino contra la oscuridad, la ofuscación, la necedad y la ignorancia; contra la superchería y la falta de hermandad. Mas para lograr todo lo anterior, es necesario espiritualizar cada vez más nuestra vida, sin descuidarnos ni por un sólo momento y sin bajar la guardia ante la tiniebla, enviando pensamientos de fraternidad y compasión hacia aquellos que han equivocado el camino (incluyendo nuestros líderes humanos o gobernantes), y elevando nuestras oraciones por ellos en forma constante, para pedir que florezca la ternura en sus corazones, que penetre en su entendimiento la luz que les permita escuchar la voz de la conciencia para lograr el reconocimiento de sus faltas y la elevación de su espíritu. Nuestras armas deberán ser el amor, la virtud y la sabiduría; la fortaleza, la paciencia, la sinceridad y el perdón. ¡Esa debe ser nuestra lucha, esas las armas que debemos usar para combatir el mal! Para llevar a cabo con la misión que como seres humanos y espíritus hermanos nos corresponde, no es suficiente con creer que con no hacer el mal estamos cumpliendo, porque eso nos convierte en contemplativos y pasivos, nosotros debemos ser activos. Nuestra misión debe ser hacer el bien, es por eso que nuestro Padre nos ha dicho en infinidad de ocasiones: "Sé que no todos tienen igual parte de culpa en el caos que vivís. Es verdad, mas Yo os digo, que los que no son causantes de la guerra, son responsables de la paz". "El Maestro os dice: No os baste no hacer el mal; debéis hacer el bien para que seáis dignos de mi gloria". "Los hombres exclaman: -Si hay un Dios de misericordia y de amor, ¿ por qué entonces tienen que sufrir los buenos por los malos, los rectos por los pecadores?- En verdad os digo, mis hijos: Cada hombre viene a este mundo no sólo para alcanzar la salvación de sí mismo; no es un individuo aislado sino que forma parte de un todo". "¿Acaso en un cuerpo humano, un órgano sano y perfecto no sufre cuando los demás órganos están enfermos? Ésta es una comparación material para que comprendáis la relación que tiene cada uno de los hombres con los demás". "Deben sufrir los buenos por los malos, pero los buenos no son completamente inocentes si ellos no luchan por el adelanto espiritual de sus hermanos. Como individuos cada uno tiene su propia responsabilidad y al ser parte de mi Espíritu y semejante a él, posee voluntad e inteligencia para ayudar al progreso de todos". "¿Quién puede daros la paz en este mundo y apaciguar las guerras que envuelven a las naciones? Esos dones los poseéis vosotros, ésa es vuestra verdadera grandeza, basada en la humildad, en la mansedumbre". ________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - Un juicio justo "¡Grande es la expiación de los seres que en estos tiempos vienen a la Tierra! Mas debéis pensar que todo el dolor que existe en el mundo, es obra de los hombres. ¿Qué mayor perfección en mi justicia, al dejar que los mismos que sembraron de espinos el camino de la vida, vengan ahora a recogerlos?" Sólo hay uno digno de juzgar los errores de aquellos que han contribuido al caos, y ese, es nuestro Padre, quien dará a cada quién lo que en justa medida le corresponde ni más, ni menos. El juicio que hacemos los hombres de nuestros gobernantes, y de los hombres que han sido designados para dirigir el destino de nuestros pueblos, siempre está movido por el enojo, por el dolor, por la falta de conocimiento, por el interés personal, o por un sin fin de razones más que nos incapacitan para ser jueces justos y equitativos de nuestros hermanos; el juicio de nuestro Padre por el contrario, es el juicio de la sabiduría, de la razón perfecta, del conocimiento de causa y sobre todo, del amor infinito, desinteresado y misericordioso. "Todas mis instituciones han sido profanadas por los hombres, mas es llegada la hora de que todas sus obras sean juzgadas. Ese juicio es a Mí a quien corresponde concederlo, por lo que os digo: Velad y cumplid mis preceptos de amor y de perdón". "La hoz de mi justicia viene a segar vuestros campos, y os declaro en verdad y en Espíritu que todo aquello que no tenga raíces de bien, será segado y todo aquello que esté de más, será quitado". "Vendrán a mi presencia los gobernantes de los pueblos, naciones y reinos, y les preguntaré por qué camino han conducido los destinos humanos y que han hecho de sus pueblos; les pediré cuenta del pan de sus hermanos, del trabajo y del jornal, y si sólo me presentasen en su corazón la codicia, la vanidad, y en su mano la riqueza, mientras sus pueblos perecen de miseria y de hambre, ¡cuán grande será su responsabilidad!" "No juzguéis, no sentenciéis, no deseéis ni con el pensamiento que mi justicia caiga sobre aquellos que causan derramamiento de sangre entre los pueblos. Pensad tan sólo que ellos, como vosotros, también son mis hijos, mis criaturas y tendrán que lavar sus grandes faltas con grandes restituciones". "Os amo y os quiero perfectos, por eso mi justicia se manifiesta en forma inexorable entre la humanidad. Todas las obras pasadas y aparentemente olvidadas de Dios, serán juzgadas en este tiempo en el cual el espíritu encarnado puede entender, aceptar y comprender mis juicios. Reyes, jueces, señores, todos los que en alguna forma hayan sembrado la semilla del mal entre sus hermanos, estarán presentes en el juicio del Señor; mas os digo que en vez de atarlos con cadenas, de privarles de la luz o de someterlos a tormentos eternos, como pudiera creer la humanidad en su ignorancia, les señalaré una misión en mi Obra de salvación a fin de que purifiquen su espíritu, reparen los yerros que hayan cometido y comprendan que mi justicia procede del amor divino". ¡He ahí la gran diferencia entre los juicios que hacemos los hombres y los juicios de nuestro Padre! Nuestros juicios están llenos de rencor que aniquila a aquellos que han equivocado el camino; los ponemos en lo que llamamos "lista negra", hacemos documentos que sirvan de testimonio para el juicio de las nuevas generaciones y ahí los mantenemos por el resto de la historia, siempre malos, siempre equivocados. En cambio, el juicio de nuestro Padre está basado en lecciones de amor, de perdón, de justicia y de nuevas oportunidades para reparar los errores; es el juicio que enseña, que limpia y que redime. ________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - La verdadera redención El perdón no es borrar el pasado sepultándolo en la indiferencia y el olvido; es, el amor que cubre las faltas y errores, para entregar una nueva oportunidad con la cual se alcance la gracia y por ende la redención. No olvidemos que aún en el hombre más equivocado, en el más corrupto o desalmado, habita un espíritu cuyo principio fue el amor divino, y esto lo hace heredero de la luz, digno de fe, de ser salvado y de tantas oportunidades como necesite para romper sus cadenas de confusión, para darse cuenta de que fue creado para el bien y para las obras elevadas. "Iréis en busca del perdido, aún al mismo fango, para darle la mano salvadora. Si creéis que ahí no germina mi semilla, os equivocáis. Yo puedo demostraros que del fango pueden brotar flores tan blancas como el ampo de la nieve". "De cierto os digo: Esos mismos a quienes señaláis como los que sin misericordia han destruido la paz y os conducen al caos, esos mismos serán los que en los tiempos venideros se constituirán en los grandes sembradores de mi paz, los grandes benefactores de la humanidad". Por muy increíble que esto nos parezca, será una realidad, porque así lo ha profetizado nuestro Padre. ¿Quién podría conocernos mejor que Aquél que nos ha creado? ¿Quién podría saber mejor a las alturas espirituales a las que podemos llegar, si no es Aquél que puso en nosotros todos los dones, todas las virtudes y facultades para llegar a ser grandes en el bien? Él si conoce profundamente nuestra esencia, y su palabra, es palabra de Dios, palabra de Rey que siempre se ha cumplido y se seguirá cumpliendo por los siglos de los siglos. "Los días felices de los patriarcas volverán; los días en que las familias por largos años vivían unidas en el amor y solamente la muerte los separaba, volverán. Los tiempos en que los mandatarios magnánimos y justos gobernaban a los pueblos de la Tierra, también volverán". "Será entonces cuando el orden de vuestra vida cambie, desaparecerá el egoísmo y cada quién será útil a los demás. En mi justicia se inspirarán los hombres para hacer nuevas leyes y gobernar con amor a los pueblos". ________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ -Palabra Final Amados hermanos: Deseo despedirme de todos nuestros amados lectores y hermanos, invitándoles a meditar sobre los temas que han ocupado nuestro boletín de este mes; sobre todo, en momentos como los que vivimos actualmente, en los que la exaltación de los ánimos de la población mundial se encuentra al rojo vivo, a causa de la infinidad de acontecimientos que amenazan con acabar con la fe y la paz espiritual de aquellos que seguimos creyendo en el ser humano de los cuatro puntos cardinales del planeta. Los invito también, a no olvidar el hecho de que entre aquellos que guían equivocadamente los destinos de la humanidad, se encuentran también ocultos los que llegaron al poder humano con verdaderas intenciones de hermandad, aquellos que luchan por hacer de nuestro mundo un lugar digno, sano y feliz; hombres y mujeres que han sido llamados por el Padre para cumplir en el terreno material con misiones de paz, de sanidad, de enseñanza, de aplicación de leyes justas, en fin, seres que han sido asignados por la voluntad divina para mejorar las condiciones de vida del planeta y sus habitantes en todos los ámbitos; aquellos que han tenido la suficiente fortaleza para no dejarse contaminar por la tiniebla y el materialismo. Ellos necesitan también de nuestra oración y nuestra ayuda constante. "No creáis que sólo son enviados míos aquellos que traen mensajes para el espíritu; no, discípulos, todo aquél que entre la humanidad siembra el bien en cualquiera de sus formas, es mi enviado". "Diseminados en la Tierra se encuentran los que aún buscan hacer el bien y la forma de ser útiles a sus semejantes. Y en verdad os digo: Todo aquél que alimente este propósito, está Conmigo". "En las grandes instituciones humanas, en las naciones poderosas, brillan también esos espíritus de paz, y han estado vigilantes siempre al lado de los hombres que rinden culto a la guerra humana, a la discordia y a la división". "El verdadero siervo mío nunca se aparta del sendero que debe recorrer, prefiere morir en el camino que retroceder. Su ejemplo es semilla de luz en la vida de sus semejantes y sus obras son ejemplo para los demás". Que la paz de mi Padre sea siempre con mis hermanos. Tu hermano en el Señor El Pequeño Labriego Todas las citas pertenecen al Libro de la Vida Verdadera (El Tercer Testamento) ________________________________________________________ Pasa la voz: Si encuentras lo suficientemente interesante este boletin ¿por qué no compartirlo con aquellos que amas? 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