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El noveno Mandamiento. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ ·La importancia del ejemplo La Doctrina cristiana, dada a través de los evangelios es grandiosa, sublime, magnífica. Esa palabra que nuestro amado Maestro habló en el Segundo Tiempo, que fuera escrita para la posteridad, es todo eso y mucho más. Entonces, ¿Por qué el mundo no le da la importancia que esa Palabra y esa Obra tienen? ¿Por qué parecieran no tener efecto en el corazón de los hombres? Porque los que son hoy los encargados de llevarla, de llevarla e introducirla en el corazón de los pueblos de la Tierra, no dan testimonio de ella con ejemplos, no la testifican con hechos, y así, esa palabra en boca de ellos no tiene esencia, no tiene vida. Los escritos papel son, y la esencia y la vida que contienen no están en la letra, sino en su cumplimiento. El que quiera seguir el camino que el Padre nos ha enseñado y revelado, sanar enfermos, levantar muertos, regenerar y convertir pecadores, entonces esa palabra llevará esencia y vida que el Padre ha puesto en los espíritus, porque Él ha venido a escribir esta palabra en cada conciencia, en la carne misma de cada corazón, y lo ha hecho con la sangre espiritual de Su Cuerpo Divino. Tratemos de vivir esta Doctrina milagrosa; para eso, deberemos llevarla en el corazón y en nuestros actos, en el pensamiento y en nuestros hechos, y más aún ahora en este Tercer Tiempo, cuando el Espíritu Divino regresó para entregarnos la tercera parte de esa Doctrina maravillosa. Que nuestros hechos sean hechos de amor; vayamos por la vida perdonando, enseñando, resistiendo con valor y elevación las pruebas que la voluntad de Dios nos envíe, llevando con paciencia nuestra misión y el desempeño de nuestras labores espirituales. Así, pondremos amor en nuestros actos, en nuestras oraciones; en nuestros hogares, en nuestros caminos, en nuestra vida. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ · La vida material: Una gran lección Esta vida material es en sí, una gran parábola, una enseñanza, un libro que nos revela la vida del más allá; es un reflejo de lo que es la vida espiritual en los planos superiores, en los mundos que están muy por encima de éste. Cada prueba que llegue a nosotros, deberemos tomarla como una ocasión de perfeccionamiento y adelanto, que nos hace desarrollar nuestra voluntad y nuestra fortaleza, y por tanto, no debe ser desperdiciada por más dolorosa que sea. De ninguna manera una prueba es una amargura inútil; toda prueba que venga a nuestra vida, por pequeña que sea, reporta siempre un beneficio a nuestro espíritu, (Stg. 1:3) siempre y cuando la sepamos aceptar. Para ello deberemos ampliar nuestro criterio y nuestros conocimientos, para que en el seno de nuestras congregaciones siempre hablemos con la verdad. Si aprendemos a escuchar, podremos entregar la enseñanza que llevamos en el corazón, en el momento oportuno, apoyados siempre en los principios de verdad y de amor, y también sabremos, cuales de las armas que tenemos dentro de esta Doctrina, usaremos para combatir y abolir el fanatismo, la idolatría, la superstición y la ignorancia. Porque veamos cómo este mundo, que habiendo tenido tantos adelantos en la ciencia, en las finanzas, en los descubrimientos materiales, se encuentra en el fondo aletargado; veamos cómo es de imperfecto su culto a la Divinidad, pues el concepto que de lo divino y de la Ley tiene, difiere no sólo de pueblo a pueblo, sino de corazón a corazón, de un espíritu a otro. La Obra del Padre, de la que tanto Él nos ha hablado, es eterna, divina, es el camino perfecto que Él ha trazado a los espíritus, todos los cuales brotaron de Su seno amantísimo. La Obra del Padre es Ley que rige a los espíritus, es el camino de la evolución, mostrado en Sus revelaciones a Sus hijos. La Obra del Padre es esta Doctrina, entregada en cada uno de los Tiempos a los hombres, en cada una de Sus palabras de verdad y vida, en cada una de Sus enseñanzas. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ · Actuar con verdadera fe Muchas veces tratamos de someter a prueba los dones que el Señor depositara en nosotros, y hemos quedado defraudados cuando al tratar de detener el avance de los elementos desencadenados, ellos, como si fueran criaturas sordas a nuestro mandato, aparentemente nos han desoído, y hemos dudado entonces de nuestros dones, sin detenernos a pensar que son nuestra falta de preparación y nuestra ausencia de verdadera fe, las que nos han hecho fracasar. Otras ocasiones, hemos tratado de enviar a nuestro espíritu a lejanas regiones portando una misiva de paz o un mensaje de luz sobre alguna mente, y cuando luego pareciera que nada efectivo hemos logrado con ello, ponemos en duda la verdad de este don de nuestro espíritu. Ya no es tiempo, hermanos, de que haya dudas en nuestro corazón; si las dudas se albergan en nuestra mente, las destruiremos con el estudio profundo de las enseñanzas del Señor, nos pondremos por la meditación en contacto con el Maestro, y Él nos enviará a los grandes espíritus para que vengan a iluminar nuestro entendimiento, a guiar nuestros pasos y ayudarnos a comprender todo lo que hemos estudiado. Entonces, cuando sea llegado el momento en que pongamos nuevamente en práctica los dones que el Padre nos ha confiado, obtendremos victorias espirituales, y en cada una de nuestras obras haremos maravillas que recreen nuestro espíritu y conviertan a la verdad a los que todavía duden. Pero esto únicamente será concedido cuando hayamos alcanzado la espiritualidad y la fe verdadera. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ · La Ley. El Noveno Mandamiento. "No desearás la mujer de tu prójimo." Deuteronomio 5:21 La Ley fue dada al espíritu. Entonces, no sólo sea vista para la materia, sino tratemos de encontrar, por medio del análisis su significado espiritual. En primer lugar veamos, que significa para un espíritu que no está encarnado desear la "mujer de su prójimo". ¿No será lo más sagrado, lo más íntimo? Si a cada uno de los espíritus le ha sido otorgado lo que necesita para su evolución y desarrollo, por qué dudar del acierto de nuestro Padre y desear algo que no nos pertenece, que no nos ha sido asignado, y por lo tanto, no debemos poseer? El Señor es muy claro. Antes vimos que nuestra vida material es una analogía de lo que sucede en lo espiritual. Así podemos comprender el alcance de nuestra desobediencia y de no someter nuesto libre albedrío, a la Voluntad Perfecta de nuestro Padre. Entonces, cuando estudiemos y analicemos la Ley, siempre veamos primero el significado espiritual y luego, para comprenderlo mejor, veamos la analogía, lo que es para la materia, y cumplamos también, para como nos dijo el Maestro: "Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" Así, comprenderemos que el significado profundo de este mandamiento, va más allá de lo meramente carnal, sino que tiene que ver con el respeto que debemos tenernos los unos a los otros hacia aquéllo que es más querido y valorado por nuestro prójimo. He ahí el sentido verdadero del mandamiento. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ Amados Hermanos: Unamos nuestras oraciones junto con todos nuestros hermanos, encarnados y desencarnados, que en todo el planeta luchan por el bien, por la paz y la concordia. Vemos cómo la guerra amenaza en el Oriente y no debemos dejar pasar por alto la profecia contenida en las explicaciones del mundo espiritual de luz entregadas tanto tiempo atrás. Que la Paz y el Amor del Señor, nuestro Padre, inunden nuestros corazones. Tu hermano en el Señor El Pequeño Labriego http://144000.net/castel