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Por doquiera vemos naufragar relaciones que considerábamos tan sólidas, familias que se desbaratan, que se desmembran. Es como una gran epidemia que nos está asolando, causando tremenda destrucción. ¿Cuál podrá ser la vacuna que nos inmunice contra esa terrible plaga? ¿Qué le ha sucedido al matrimonio como institución? ¿Qué transformación pueden haber sufrido tanto el hombre como la mujer, para olvidar así sus votos, su pacto? ¿Puede desaparecer así aquel amor que un día los uniera? O, ¿Se termina, se agota el amor? Acompañémonos a tratar de investigar, de analizar, a la luz de esta Doctrina, por donde comenzó este deterioro, para tal vez, desandando el camino, podamos encontrar la piedra que tanto nos ha hecho tropezar. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ La Creación El Padre crea a Sus hijos en total igualdad, haciendo a su espíritu a imagen y semejanza suya; a todos los espíritus, al momento de brotar del Padre se les entrega la misma herencia, los mismos mandatos y una sola Ley divina gobierna a todos. Pone en todos Sus hijos dones, virtudes, potencias y potestades sin distingo alguno, mas dentro de esos dones, estuvo el del libre albedrío. Fue en el uso indebido de ese libre albedrío donde comenzaron las diferencias, y esas diferencias las crearon los hijos, no el Padre. Hay que comprender que todo esto se dió en el espíritu, cuando aún no existía un mundo material, que el Padre terminó por formar ante la falta de cumplimiento a las leyes divinas del hijo, para que le sirviera de báculo y de punto de referencia. Y así fue necesario crear también materias de varón y varona ante esas diferencias que el libre albedrío del hijo creó, separándose de su naturaleza original con la que había sido creado, naturaleza en la que cabían todos sus atributos, todas sus facultades. Mas esa desobediencia del hijo lo alejó de su verdadera naturaleza, creando otra, dividida en sí misma y que es la que finalmente acabó por dividirlos en varón y varona. Aún siendo esto así, el Padre, al encarnar el espíritu en los primeros seres humanos, no puso por encima de la otra a ninguna de esas naturalezas en las que se habían separado; es decir, una vez encarnados se le dió tanto al varón como a la varona, los mismos cargos, las mismas responsabilidades, las mismas misiones, sin poner diferencia alguna entre la parte masculina y la femenina en la que se habían dividido. Revisemos las Escrituras del Primer Tiempo y veremos como al principio de la existencia sobre este planeta, el Padre hizo iguales al hombre y a la mujer. Y al revisar esa lección, dentro de esa parábola de la causa de la expulsión del paraíso terrenal, veremos como una de esas naturalezas, la de la mujer, cedió ante la tentación, permitiendo la entrada del mal en este mundo. ¿Por qué fue esto? ¿Podemos creer que fue designio divino dotar a una naturaleza de fortaleza ante la tentación, mientras a la otra la hizo débil? No, no podemos atribuír al Padre tal imperfección. La decisión fue del hijo, solo de él, y podemos ver como en ambos hubo responsabilidad ante esa caída en materia como antes fue en espíritu. Tan responsable fue la Eva de la parábola de haber cedido ante la tentación, como Adán por haberle hecho caso, y no hay que confundirse, porque en el mundo muchos creen que ese pecado original fue en el orden sexual cuando en verdad el pecado fue espiritual desde su orígen, porque una vez más implicó la desobediencia, pues la mujer quiso tomar el fruto prohibido del conocimiento del bien y el mal, sin antes prepararse debidamente, en eso consistió la caída, caída en la que arrastró al varón, quien al dejarse guiar por su compañera y aceptar que ésta encabezara tan mala decisión, cayó también en desobediencia. Pero hay que comprender que la más grave responsabilidad fue de la varona y por ello fue despojada de la facultad de ser cabeza de la pareja humana, facultad de la que tan mal uso hizo. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ El matrimonio Así fue que se hizo necesario marcar los terrenos de responsabilidades de cada sexo, y fue cuando el Padre puso al varón como cabeza de la varona y a la varona como corazón del varón. En esto hay una profunda sabiduría, porque suplió las carencias de una naturaleza, con la fortaleza de la otra, y para ayudarlos a vencer las debilidades de su espíritu, ahora manifestadas también en la carne, instituyó el matrimonio, porque solo ahí podrían encontrar los espíritus, en su unión de fuerzas y virtudes, lo necesario para arrostrar las consecuencias de su desobediencia. "Solo unidos varón y varona forman ese hombre completo, íntegro, que vuestra desobediencia dividiera por mitad" "Cuando llegué en Jesús en el Segundo Tiempo, contemplé como el varón abusaba de la mujer habiéndola llegado a convertir en una esclava, en un ser despojado de derechos y del reconocimiento a sus grandes virtudes, implícitas en su naturaleza, llegando al grado que el esposo desechaba a la esposa como quien dispone de una propiedad y por ello os hablé de lo dañino e inmoral que es el divorcio y hablé al varón de su responsabilidad ante la varona. Puse a la mujer como digna compañera, no como esclava, y vosotros, mis discípulos varones, debéis tener esto en consideración en el trato con vuestra esposa y con todas las varonas en lo general, que se asemejan en su naturaleza a María, vuestra Madre Celestial, y así como rendís culto a María, debéis rendir reconocimiento y respeto hacia quienes la representan en la Tierra, como hijas, como esposas, como madres que todo eso fue María en Su paso por la Tierra. Y a mis discípulas os exhorto a continuar sujetas y obedientes a vuestro marido, reconociendo en él todas las facultades de las que doté a la naturaleza masculina, semejante en mucho a la del Padre. No os va en ello el detrimento de vuestro ser verdadero, no defendáis tanto vuestra personalidad porque en verdad os digo, quien dedica su vida a proteger y mimar su egoísmo renuncia al cultivo de su espíritu y por ende, se convierte en misionero de sus propias pasiones" Sucede con algunas mujeres de este tiempo, quienes creyendo sacudirse el yugo de la intolerancia masculina que antes las rebajó, ahora asumen el mismo intolerante papel y desprecian y se burlan del varón creyendo con ello enaltecer el lugar que ocupan, al parecer sin darse cuenta de que están invirtiendo los papeles y repitiendo ese error, que no importa quien lo cometa, éste continúa siendo error, continúa siendo ignorancia y confusión. Y hoy el Padre dice: "Descubro en esas mujeres al varón intolerante y abusivo de otro tiempo, mas al ahora ocupar un cuerpo de mujer, lo que antes vieron como justo ahora lo consideran insoportable, siendo que es únicamente una restitución, restitución a la que ese espíritu se hizo merecedor por su imperfección" "Mi plan ha llevado tanto al hombre como a la mujer que obedecen y siguen mis mandatos, a enaltecerse sin que sea necesario para ello hacerlo sobre la humillación y rebajamiento de los demás." Debemos retornar al Orden instaurado por nuestro Creador, y ocupando cada quien el digno lugar que le corresponde, volveremos a ver la armonía en el matrimonio y en la familia. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ Amados hermanos: Que la Paz de nuestro Padre quede en todos vosotros. Tu hermano en el Señor El pequeño labriego. http://144000.net/castel