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  *** El Pequeño Labriego ***

                                Edición de Octubre de 2003

  Publicado por el Comité de Difusión del Tercer Testamento

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  Contenido:

     - ¿Qué es regenerarse?
     - La Potestad.
     - El Más allá.
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  - ¿Qué es regenerarse?

  Con frecuencia el Padre, en sus Enseñanzas, nos habla de
  la regeneración, de la absoluta necesidad de "volver a
  ser", porque eso viene a ser la regeneración, el cambio.


            "Llegará un tiempo en que sea tan
            ardiente el  deseo de  la Humanidad  por
            elevar su espíritu, que pondrá todos los
            medios de que disponga para transformar
            este valle de lágrimas en un mundo donde
            reine la armonía, que hará lo imposible,
            que llegará al sacrificio y al esfuerzo
            sobrehumano por rechazar las guerras."

            "Esos hombres serán los que eleven a
            este mundo, los que aparten de la vida
            humana el cáliz de amargura, los que
            reconstruyan todo lo que las pasadas
            generaciones hayan destruido en su ciega
            ambición, en su materialidad e
            insensatez. E. 297:68,69

  Procuremos ser, los que con nuestro cuidado, dedicación y
  buen ejemplo, dejemos en nuestros hijos esa antorcha de
  luz, de amor, de voluntad que logren verdaderos cambios.

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  - La Potestad

            "Yo he dado al espíritu potestad sobre
            la materia, para que triunfe en las
            pruebas y llegue hasta el final del
            camino; mas la lucha será grande, porque
            desde que el hombre formó en el mundo el
            único reino en el que cree, se rompió la
            armonía que debe existir entre él y
            cuanto le rodea."

  El hombre, en su soberbia y en su materialidad, ha
  convertido el paraíso que le fue confiado, en este valle
  de lágrimas en el cual ahora vive. Porque olvidó lo que le
  fue enseñado desde un principio: a respetar las leyes de
  la naturaleza, así como las del espíritu. A lograr una
  armonía entre lo material y lo espiritual.

  ¿Qué cómo se logra esto? Ya lo dijo el Divino Maestro en
  el Segundo Tiempo: "Dar al César lo que es del César, y a
  Dios lo que es de Dios".

  No olvidemos que es el espíritu el que tiene la potestad,
  no la materia. Es el espíritu el que tiene vida eterna, no
  así la materia.

  ¿Por qué entonces darle a la materia, el lugar del
  espíritu?

  Nunca es tarde para rectificar, nunca es tarde para darle
  a cada uno lo que le corresponde. La luz del Padre
  triunfará, porque no existen tinieblas que puedan resistir
  su claridad.

            "Este mundo será únicamente la morada
            pasajera del espíritu, una parte tan
            sólo en el camino de su restitución, de
            su evolución y  perfeccionamiento. Es
            otra  la vida  que os  espera  para
            guardaros eternamente." E.105:49

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  - El Más Allá

            "El espíritu de los que lloráis vive y
            os obstináis en darle por muerto en
            aquel cuerpo que desapareció bajo la
            tierra. Les dais por perdidos mientras
            ellos, llenos de amor,  os están
            esperando  para  daros testimonio de la
            verdad y de la vida.

            Les creéis lejanos o insensibles y
            sordos ante vuestras luchas y
            penalidades, y no sabéis cuántos
            pedruscos van apartando de vuestro paso
            y de cuántos riesgos os van librando."
            E.303:21

  Oremos por aquellos que han partido de este mundo,
  enlacémonos con ellos por medio de la comunicación
  espiritual, pero sobre todo, por medio del amor que
  siempre les tuvimos, y que no desaparece con la materia,
  porque el amor es del espíritu.

  Sigamos luchando, ellos ahí, nosotros acá, pero siempre
  juntos, porque cuando nuestro Creador unió nuestros
  corazones con el amor, fue para siempre. Démosles, a esos
  espíritus, a los que fueron en esta vida, padres, hijos,
  hermanos, esposos, amigos o benefactores, y que ahora, en
  espíritu son simplemente hermanos nuestros, nuestro amor y
  nuestras bendiciones.

  Démosles honor y gloria con nuestro esfuerzo por ser cada
  día mejores. En esa lucha diaria, estamos cumpliendo con
  la Ley de evolución y con la obligación de ser mejores que
  ellos.

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  Amados hermanos:

  Oremos hermanos, por toda la Humanidad, enviando nuestro
  amor a toda la Creación.

  Tu hermano en el Señor
  El Pequeño Labriego

  Todas las citas pertenecen al Libro de la Vida Verdadera
  (El Tercer Testamento)