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Se daría cuenta además, de que junto a aquellas profecías que nos hablan de tiniebla y destrucción, de cálices amargos que tendremos que beber y de bestias despiadadas que por nuestra falta de espiritualidad nos conducen al abismo, se han entregado aquellas otras profecías que nos hablan de tiempos mejores, de esperanza y perdón, de regeneración y paz, de tierra y cielo nuevos, donde miríadas de ángeles luchan incansables venciendo al mal por la redención de sus hermanos. Cuán desalentador ha sido para muchos de nosotros escuchar hablar del fin del mundo, oír en pláticas de café o en reuniones familiares la falta de esperanza que se tiene en el futuro. Cuántos hemos escuchado horrorizados la opinión de muchas parejas recién formadas que por miedo a un compromiso o por una falta total de fe, han decidido no traer hijos a este mundo "para que no sufran", sin darse cuenta de que al negarse el privilegio de la paternidad, se están negando también la bendición de poder ser custodios de aquellos grandes espíritus que en cumplimiento de las profecías, siguen encarnando en la Tierra con la misión de ayudar a sus hermanos a llegar a las puertas de la ciudad santa, la nueva Jerusalén. ________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - La llegada de grandes espíritus a la Tierra Desde el Primer Tiempo, cuando Dios profetizó a Abraham que sería la simiente de una gran descendencia, usó imágenes como el polvo de la tierra para referirse a ella, para hacer comprender al patriarca la incontable manera en que se multiplicaría ese pueblo en lo material. "Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra también tu descendencia será contada". Génesis 13:16 Mas también, le habló usando como metáforas las arenas que están cerca del mar y las estrellas del cielo, para que Abraham comprendiese con ello que así como sería tronco de un pueblo numeroso en lo material, por su ejemplo de fe y obediencia también sería simiente de un pueblo en lo espiritual, aquél que sería llamado el pueblo de Dios, los hijos del pacto, aquellos que harían la promesa de servir y amar a Dios por siempre; un pueblo formado por una inconmensurable multitud de espíritus guiados por las Leyes Divinas, un pueblo formado por ángeles dispuestos a seguir a su Señor perpetuamente. "De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste mi voz". Génesis 22:17-18 ¿Qué mejores imágenes podría haber usado nuestro Padre para hacernos comprender que su pueblo es espiritual? Sabemos que la arena se forma por la erosión de las rocas a través de los siglos, por el viento y el agua que las van decantando; con ella se produce el cristal de roca que es fundido por el fuego a altas temperaturas, también se puede usar como abrasivo, y como un pulidor de inigualable valor; está siempre a la orilla del mar y es bañada por sus aguas sin descanso. Si transportamos todas estas imágenes a lo espiritual, a lo elevado, comprenderemos que la arena simboliza al espíritu que al igual que la arena tiene que pasar por un crisol para ser transformado; la arena a través del fuego material, y el espíritu a través del fuego simbólico de la conciencia. El mar, como nuestro Padre nos ha explicado en muchas ocasiones, significa su Ley. ¡Hermosa metáfora! ¿Verdad? Y ¿que podemos decir de la alegoría de las estrellas? ¿De qué otra cosa nos hablan sino de infinidad, de inmensidad, de elevación y de luz, al igual que el espíritu que ha llegado a un alto grado de evolución? Ahora bien, en el Segundo Tiempo, el Divino Maestro reveló a Sus apóstoles, entre muchas otras cosas, que una de las señales de Su regreso en el tiempo de la tribulación, sería que las estrellas caerían del cielo y habló de enviar a sus ángeles con voz de trompeta (Mateo 24:29-31); esto mismo, había sido anunciado por profetas como Isaías, quien habló diciendo que los ejércitos de los cielos caerían como las hojas de la parra y de la higuera (Isaías 34:4). Juan, confirmando en el Apocalipsis lo dicho por Isaías, al hablar sobre las revelaciones del Sexto Sello en que nos encontramos actualmente, profetizó que las estrellas del cielo caerían sobre la Tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento (Apocalipsis 6:13), y en la misma Revelación, aparece la imagen de la Madre Universal, llevando sobre su cabeza una corona formada por doce estrellas, las cuales simbolizan a las doce tribus de Israel, esto es, el pueblo de Dios (Apocalipsis 12:1). Así como se han cumplido estas revelaciones en lo material a través de la enorme cantidad de lluvias de estrellas que se han detectado físicamente en los últimos años, la profecía se ha cumplido también en lo espiritual. ¿Quién no ha escuchado hablar en este tiempo de manifestaciones de ángeles? ¿Quiénes de los que conocemos las revelaciones de estos tiempos y que hemos sido testigos de la comunicación del mundo espiritual a través del entendimiento humano, o de espíritu a espíritu, seríamos capaces de negar el cumplimiento de las profecías que hablan de las estrellas cayendo a la Tierra, o de los ejércitos de ángeles que han de llegar en ayuda del Arcángel Miguel a derrotar al dragón símbolo de la maldad humana? Los ángeles están aquí. ¿Cuántos de nosotros hemos tenido ya el privilegio de estar cerca de esos grandes espíritus que están encarnando en el planeta, en los hijos de algún amigo, de algún vecino o en nuestra propia familia? ¿Cuántos de nosotros nos hemos sentido transportados a estados de profunda paz y armonía cuando estamos cerca de ellos? ¿Por qué perdernos la alegría de abrir las puertas de nuestro hogar y nuestro corazón a esos espíritus de luz? ¿No sería maravilloso como dice Pablo, que gracias a nuestra hospitalidad, sin saberlo hospedáramos ángeles? "Regenerad vuestra vida, purificad vuestro corazón porque Yo os digo que en el espacio espiritual moran muchos espíritus de luz que sólo esperan vuestra preparación para encarnar entre vosotros y dar su mensaje a la humanidad. Esas son las generaciones prometidas y anunciadas a vosotros, esos serán vuestros hijos y descendientes; por eso os digo que apuréis con paciencia vuestro cáliz a fin de que la herencia que les leguéis sea limpia y que también encuentren el camino preparado con vuestro amor y fe". "Las tierras son propicias y fértiles, pueblo; preparaos verdaderamente en espíritu y materia y estaréis en condiciones de levantaros a sembrar la semilla de esta revelación, preparando a la vez el camino a las nuevas generaciones". "Os he prometido enviar a morar entre vosotros a los espíritus de gran luz, que esperan tan sólo el momento de acercarse a la Tierra para encarnar y cumplir una gran misión de restauración". "Cuando aquellos seres habiten este mundo, ¿qué tendréis que enseñarles? Nada, de cierto os digo, porque ellos vendrán a enseñar, no a aprender. Os maravillaréis de escucharles desde la infancia hablando de enseñanzas profundas, sosteniendo conversaciones con los hombres de ciencia y con los teólogos, asombrando con su experiencia a los ancianos y aconsejando la buena senda a la juventud y a la niñez". "Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones". Joel 2:28 "Este es el tiempo que vio y anunció Joel, en el que los hijos de la Humanidad tendrían visiones y sueños proféticos, en que sus bocas hablarían movidas por mi fuerza divina, porque mi Espíritu estaría derramado sobre toda carne y sobre todo espíritu". "He aquí un pueblo que nace y crece en el silencio y cuyos hijos vierten palabras del Espíritu Santo, transmiten los mensajes espirituales y con su mirada espiritual traspasan los umbrales del Más Allá y miran los acontecimientos del futuro; de cierto os digo que esta simiente está esparcida en todo el mundo y nadie podrá destruirla". "Por labios de hombres, mujeres y niños habéis escuchado mi concierto divino, habéis penetrado por vuestro éxtasis en el deleite de oír la voz del Señor y de sus ángeles. Mi palabra no es para un pueblo, es para todos los pueblos, para todas las creencias y religiones". "Este es el tiempo en que mis huestes espirituales se acercan al mundo a levantar a los que tienen que seguirme y destruir la cizaña y la mala hierba del pecado". "Cuando esas grandes legiones de espíritus de luz se encuentren habitando la Tierra, diseminados y distribuidos por la sabiduría del Padre, se empezará a notar el acercamiento entre los hombres, el deseo de comprensión, de armonía y de paz. Se verá como un pueblo se une a otros pueblos, como un indicio de la unificación universal a que tendrán que llegar todos mis hijos". ¿Por qué perdernos la oportunidad de convivir con los ángeles aquí mismo, en la Tierra? ¿Por qué desperdiciar la posibilidad de aprender de su avance espiritual y su ejemplo, tan solo por falta de fe en nosotros mismos y en el futuro de la humanidad? Debemos comprender que son precisamente esos ángeles los que vienen a ayudarnos a cambiar el rumbo del destino de este género humano que por momentos parece tan oscuro. "Os digo que mi semilla, que es esta Doctrina que habéis recibido, dará en vosotros sus frutos, y que esos frutos serán los grandes espíritus que vengan a encarnar en vuestros hijos o en los hijos de vuestros hijos". "Bienaventurado el hogar que recibiese en su seno a uno de estos espíritus. ¡Cuán graves serán los cargos que se hagan quienes traten de impedir el cumplimiento de mis enviados!" "¿Por ventura será vuestro hogar el que reciba la presencia de aquellos seres de luz? Si estáis preparados os elegiré; si no lo estáis, buscaré corazones dispuestos y ahí les enviaré". ________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - Abraham, el gran patriarca Cuán incomprendidos han sido los patriarcas del Primer Tiempo ante los ojos del mundo, ante una humanidad hipócrita que tiene la tendencia de juzgar a los demás conforme a sus reglas y convencionalismos sociales, a través de una moral cambiante en la que el materialismo y las pasiones se desbordan sin control, en medio de grupos humanos en los que se va olvidado el concepto de familia y los deberes para con Dios, una sociedad enferma en la que la familiaridad con el pecado se ha vuelto normal y cotidiana, donde la muerte, la traición y la violencia se han vuelto lícitas, como el pan de cada día. Cuán criticado ha sido Abraham, aquel patriarca que fue nombrado padre del pueblo de Israel, quien convivía con los ángeles como entre amigos y platicaba con Dios en forma cotidiana. Aquel hombre de vida sencilla y virtuosa que fue sometido a las más grandes pruebas incluso por los hombres más duros e incrédulos de su época, a los que a través de su ejemplo de fidelidad y amor inquebrantable a su Señor, terminaba convirtiendo a la doctrina del bien, haciéndolos proclamar la existencia del Dios único. Lo primero que han olvidado aquellos que se atreven a poner en tela de juicio la vida de ese hombre, es que al igual que todos los grandes patriarcas de la antigüedad, Abraham vivía antes que nada conforme a las Leyes divinas, anteponiendo a sus propios intereses la voluntad de su Señor. "Aquellos hombres me honraban con su vida; no eran idólatras, porque ya conocían la espiritualidad, tenían sentido del amor y de la caridad hacia el extranjero y dentro de su hogar eran hospitalarios para el viajero fatigado; para todos tenían a flor de labio una buena palabra y un consejo sabio". "El poder que emanaba de Abraham, no venía de su fuerza física, sino del poder de su oración espiritual, de la fe inquebrantable que tenía en la voluntad divina, de su humildad y su obediencia". "¡Ah, si los hombres de este tiempo comprendiesen el poder de la oración, cuántas obras sobrehumanas realizarían! Pero viven una época de materialismo, en el que hasta lo divino tratan de materializarlo para tocarlo y poderlo ver". "Mis siervos de los tiempos pasados, Noé, Abraham, Isaac y Jacob, José o Moisés, supieron de la fuerza de la oración y de ello dieron pruebas imborrables a la Humanidad, quedando su forma de orar como un ejemplo para todas las generaciones". "Para aquellos hombres el sitio para orar era indiferente, sabían que llevaban en el fondo de su ser el templo del Señor. El camino que buscaban para aproximarse a mi fuente de misericordia era la fe, una fe en mi presencia, en mi justicia, en mi providencia y en mi amor". "A cada uno de aquellos hombres le sujeté a una gran prueba, tan grande que de ella quedarán testimonios para todos los tiempos. Y en aquellas pruebas supieron ser fieles, obedientes, humildes, fervientes a su Creador". "Mi respuesta fue siempre inmediata para la fe y el amor de aquellos siervos, haciéndoles objeto de mis manifestaciones de poder, que solamente les son concedidas a los hombres de gran fe y de buena voluntad". He ahí las razones por las que la humanidad no comprende la vida de los patriarcas, por las que son juzgados de locos o fanáticos, y en muchas otras ocasiones de utópicos imprácticos o mentirosos, pasando muchos de ellos a leyendas o a personajes de ciencia ficción. Nuestro mundo materialista y falto de espiritualidad nos ha hecho ver como imposibles muestras de fe y obediencia como las que fueron capaces de llevar a cabo patriarcas como Abraham, quien hubiera sido capaz incluso de sacrificar la vida de su hijo muy amado por cumplir con la voluntad de su Señor. ¿Quién de nosotros sería capaz de sacrificar lo más amado para demostrar a Dios su fidelidad y su amor? Esa es la enseñanza que se encierra en el ejemplo de Abraham, no se trataba de renunciar a cualquier cosa, sino a lo más amado, y no dudó en sacrificarlo por amor a su Señor. ¡Cuantos de nosotros no somos capaces de sacrificar ni siquiera lo más pequeño de la materialidad que nos envuelve, capaces de abandonar un mal hábito o una debilidad, de renunciar a nuestra indiferencia ante los demás o de sacrificar nuestro amor propio de vez en cuando? ¿Cuántos estamos dispuestos a sacrificar nuestra comodidad, nuestro tiempo y tantas otras cosas a las que podríamos renunciar aunque sea de vez en cuando, por un momento, para dedicarlo a dar a nuestro Padre lo que pide de nosotros: el amor hacia nuestros hermanos? ¿Quién de nosotros, como pregunta nuestro Padre, sería capaz de regenerar su vida en este instante, capaz de dejar sus vicios y su pecado, si eso significara el fin de las guerras y la llegada de la paz a la tierra? ¿Cuántos hemos sido capaces de bendecir a Dios en la desdicha, de darle gracias en las pruebas más difíciles sin dudar de que Su voluntad es siempre sabia, como lo hicieron aquellos grandes patriarcas? "Bendigo vuestras penas y lágrimas, pueblo amado, pero os digo que todavía no habéis aprendido a aceptar con amor y conformidad el cáliz de amargura". "No olvidéis que el mérito no consiste en sufrir, sino en saber sufrir con amor hacia el Padre, con fe y paciencia, a fin de extraer del sufrimiento el mayor provecho y las más profundas lecciones". "Si en vuestras pruebas no hubiese amor hacia la voluntad de vuestro Padre, no habréis hecho méritos ante Mí, no habréis sabido aprovechar la oportunidad de elevaros un poco más; por tanto, tendréis que volver a pasar por aquella prueba que es necesaria a vuestro espíritu". "Otra sería vuestra vida si en vez de arrastrar penosamente vuestra cruz, avanzaseis por el sendero bendiciendo vuestro dolor, pues al instante sentiríais como si una mano invisible llegara hasta vosotros para apartar de vuestros labios el cáliz de amargura". "Bienaventurado el que bendice la voluntad de su Señor, bienaventurado el que bendice su propia amargura sabiendo que ella lavará sus manchas, porque ése está afirmando sus pasos para ascender la montaña espiritual". "No siempre será necesario que bebáis hasta el fondo el cáliz de amargura, porque me bastará con mirar vuestra fe, vuestra obediencia, vuestro propósito e intención de obedecer mi mandato para que Yo os exima de llegar al instante más duro de vuestra prueba". "Recordad que a Abraham le fue pedida la vida de su hijo Isaac, a quien mucho amaba, y que el patriarca, sobreponiéndose a su dolor y pasando por sobre el amor al hijo, se aprestó a sacrificarlo en una prueba de obediencia, de fe, de amor y humildad que aún vosotros no podéis concebir, mas no le fue permitido que consumase el sacrificio en el hijo, porque ya en el fondo de su corazón había probado su obediencia ante la voluntad divina y con ello era bastante". "¡Cuán grande fue el gozo de Abraham, cuando su mano fue detenida por una fuerza superior impidiéndole el sacrificio de Isaac! ¡Cómo bendijo el nombre de su Señor y se maravilló de su sabiduría!" "¡Cuántas pruebas rechazáis con vuestra ignorancia, sin daros cuenta de la luz que traían a vuestro espíritu! ¡Cuántas lecciones no han llegado a su término, porque vuestra inconformidad, falta de fe o cobardía, no lo han permitido!". ¿Habrá quien piense que Dios no sabía a qué grado llegaría la fidelidad de Abraham y por eso lo probó pidiéndole la vida de su hijo? Espero que no. Él sabía en su sabiduría divina de lo que el patriarca sería capaz por amor a su Señor; la prueba fue para hacer aun más grande y fuerte el espíritu de Abraham y para darnos a toda la humanidad un ejemplo de lo que debe ser en nosotros la fe y la obediencia a la voluntad divina. Desafortunadamente, aún no hemos aprendido la lección que nos han dado a través de su ejemplo todos los grandes iluminados que han pisado la Tierra. Si la humanidad de todos los tiempos hubiera comprendido el ejemplo de Abraham y de tantos iluminados que nos han dejado un camino lleno de obras de amor, de actos de fe y obediencia, de lucha contra la adversidad y de triunfo por la espiritualidad, Dios no hubiera tenido que hacerse hombre, no hubiera tenido que entregarnos Su verbo encarnado en Jesús en el Segundo Tiempo, para demostrarnos a través de la incomprensible inmolación del Mesías, la dimensión del amor que Dios tiene por todos sus hijos. Su sacrificio fue la puerta que nos enseñó el camino de la salvación, y sin embargo, en aquél momento de incomparable dolor divino, no hubo un ángel que detuviera la mano de los verdugos para evitar el holocausto del único Justo, del único Santo, el único sin mancha, el Hijo de Dios. ________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - Palabra final Amados hermanos: Invito a todos a que meditemos por unos instantes en nuestros temas de hoy; en lo importante que es para toda la humanidad la llegada de esos ángeles prometidos que están tocando las puertas de nuestros hogares, de nuestros espíritus y entendimientos. Tratemos de no ser insensibles a la presencia de esos seres de luz que vienen a cumplir con una misión de amor en ayuda de nosotros, sus hermanos pequeños. "Ya están llegado al mundo mis enviados, los que llegada la hora, habrán de quitar de los ojos de los hombres la venda de oscuridad, los que han venido al mundo a defender la verdad con obras de verdadero amor; mas, ¿Quién les ha descubierto? ¿Quién presiente en esos niños de ahora a los profetas y apóstoles del mañana?" "Y si eso acontece con aquellos a quienes podéis contemplar con los ojos de vuestra materia, ¿Qué será si os digo que también se han aproximado a vuestro mundo mis huestes espirituales de luz con su mensaje de paz y alerta?" Les invito a todos también, para que a través de un análisis profundo, guiado por la mirada espiritual, tratemos de comprender la alegría que a nuestra vida cotidiana puede traer la práctica del ejemplo que nos legaron aquellos patriarcas del Primer Tiempo, elevemos por un instante nuestro pensamiento y dejemos que la luz penetre en nuestro espíritu, para que pronto lleguemos al cumplimiento de la promesa que nuestro Padre entregara a través de sus portavoces del Tercer Tiempo: "Los patriarcas y los justos os enseñaron con su ejemplo a vivir felices en la Tierra, gozando de los bienes naturales y cumpliendo también la Ley espiritual. Imitadles y volveréis a ser sanos y fuertes". "Mi enseñanza es para todos y en esa llamada de atención a la Humanidad, Yo haré justicia y recordaré a todos mis hijos su misión. Por su conducto todo lo destruido lo renovaré; todo lo profanado lo dignificaré y pondré los cimientos para una nueva vida en este mundo". "Destruiré todo lo inútil y superfluo; destruiré de la vida de los hombres todo lo perjudicial; combatiré todo adulterio y todo vicio, la soberbia, el egoísmo y la hipocresía y mostraré una vez más a la Humanidad la Ley inmutable, la eterna". "Dentro y fuera de vosotros mi presencia será sentida y mirada con profundo respeto, con elevación espiritual, con verdadero amor y culto". "Los días felices de los patriarcas volverán; los días en que las familias por largos años vivían unidas en el amor y solamente la muerte les separaba, volverán. Los tiempos en que mandatarios magnánimos y justos gobernaban a los pueblos de la Tierra, también han de volver". "Para eso os estoy preparando, discípulos, para esos nuevos tiempos que han de venir. Para que el Reino de los Cielos penetre en el corazón de mis hijos, antes ha de pasar el hombre por mi justicia; antes se ha de purificar hasta el último rincón de este mundo". "Y cuando todo sea preparado, mi Reino será de lleno entre vosotros". Que la paz de mi Padre sea con todos mis hermanos. Tu hermano en el Señor El Pequeño Labriego ******************************************************** Visita nuestro foro, donde podrás compartir tus análisis e inquietudes espirituales con otros discípulos de la Doctrina divina http://144000.net/elfaro/ ******************************************************** Pasa la voz: Si encuentras lo suficientemente interesante este boletin ¿por qué no compartirlo con aquellos que amas? Enviales una copia y ¿por qué no?... ¡crea tu tu propia lista de correos! ******************************************************** Unete como voluntario al Cuerpo Espiritual de Labriegos http://144000.net/cuerpo/ ******************************************************** Si por alguna razón deseas no recibir más este boletin, puedes auto-removerte del listado accesando http://144000.net/castel/borrame.htm ******************************************************** *** EJEMPLARES ANTERIORES: http://144000.net/boletin/ ***