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Pasaremos también a comentar acerca de la consciencia --así, con 'sc' -- la que, aunque suene de forma muy parecida, de hecho es algo bastante diferente a la conciencia, pero que sin embargo, tantos confunden. Este tema es, en mi humilde análisis, de suma importancia, puesto que al comprender bien a bien lo que la conciencia es, podremos normar los pensamientos, palabras y actos de nuestra vida de manera más sencilla y natural, siempre en apego a la Ley divina. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - La Conciencia Conciencia, en idioma castellano, proviene de la palabra latina 'constientia', que a su vez, es espejo del vocablo griego 'synteresis' que significa, más o menos, "el conocimiento adentro", es decir, el conocimiento dentro de uno mismo. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la define así: 1) Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta. 2) Conocimiento interior del bien y del mal. 3) Conocimiento reflexivo de las cosas. 4) Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto. 5) Psicol. Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo. Las primeras acepciones de la palabra, coinciden de alguna manera con la palabra original en griego. Pero la 4a. y 5a. acepción, que son las que han puesto en boga y usado los psicólogos influidos sobre todo por la literatura médica en inglés, realmente no tienen mucho que ver con el sentido del vocablo original, sino más bien con uno derivado de la acción de darse cuenta de las cosas viendo hacia afuera, no hacia dentro y ese 'darse cuenta' es producto de asimilar la experiencia, no es algo innato e inherente al ser como resulta ser la "conciencia". En el subtema que sigue, la consciencia, veremos la notable diferencia entre una y otra palabra. La conciencia es, para decirlo con otras palabras, la ciencia perfecta que es, que nos acompaña desde el principio, que ha existido, existe y existirá siempre en nuestra naturaleza esencial que es nuestro espíritu; ambos, conciencia y espíritu, son inseparables. Al usar el término ciencia, estamos entendiendo con ello aquello que es conocimiento perfecto, total, absoluto. Y sí, amados hermanos, en nuestro espíritu se encuentra, indisoluble, inseparable, ese conocimiento que es perfecto, total y absoluto porque viene directamente de Dios. Siendo de origen divino, ese conocimiento, esa sabiduría no puede ser aumentado ni disminuido, ni tener una escala de valores hoy y otra mañana. En ese conocimiento y sabiduría, se encuentra la Ley divina. ¿Se sabía esto en la Antigüedad? Si buscamos la palabra 'conciencia' en al Antiguo Testamento no la encontraremos como tal. ¿Por qué no? Porque los traductores de aquel entonces que hicieron la versión griega conocida como Septuaginta, y de donde se derivan casi todas las biblias actuales, tuvieron verdaderos problemas con algunos vocablos que, aunque usuales y perfectamente comprendidos en hebreo, no tenían equivalente en griego. Para ilustrar esto, basta ver que para los términos 'corazón', 'mente', 'alma' y 'espíritu', usaron un solo vocablo, "psyché"; esto dio lugar a numerosas confusiones en quienes solo tenían acceso a esta traducción griega de los antiguos escritos y no tenían forma de leer éstos en su idioma original, el hebreo. Mas aún así, sobreviven algunas referencias en el Antiguo Testamento, y una de ellas, quizás la más poderosa, es la que usa Isaías; el término hebreo sobrevivió, porque los estudiosos no hebreos de aquel tiempo, entendieron que al usar el nombre "Emmanuel", se refería esencialmente al Mesías prometido; pero Emmanuel significa literalmente 'Dios en medio de nosotros', o más apropiadamente 'Dios con nosotros'. Ezequiel también contiene referencias a ese conocimiento inherente, que se puede deducir desde el mismo principio de la Biblia. Meditemos por ejemplo en lo siguiente: Caín mata, por celos, a su hermano Abel. Y la sangre derramada en ese crimen, según nos narra la escritura, "clama a Dios desde la Tierra". En ese tiempo, no había sido promulgada (difundida, publicada) aún la Ley en el Sinaí, todavía no llegaba Moisés a entregarla en tablas de piedra ni en ninguna otra forma. ¿Cómo entonces se le reclama a Caín por la sangre de su hermano? ¿Cómo podía él saber que matar era malo, si no había una ley promulgada? La respuesta es simple, hermanos: Esa ley divina, eterna, está contenida, siempre lo ha estado, en la conciencia, en ese 'Dios con nosotros' del cual habla Isaías. Caín, junto con su libre albedrío que le llevó a decidir privar de la vida a su hermano, tuvo siempre en sí la conciencia, ese conocimiento que le indicaba la diferencia entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, entre el pecado y la bondad. Y debemos enfatizar que ninguno de nosotros posee una conciencia particular; no se puede 'personalizar' ni individualizar la conciencia porque es divina, y por tanto, es inmutable y omnipresente. Por eso, cuando alguien dice "Mi conciencia me dice ésto" y eso que su conciencia pareciera decirle difiere de lo que la conciencia de su prójimo le dicta a éste, alguno de ellos - o los dos- está llamándole conciencia a algo que no lo es; porque la conciencia, siendo única y divina, no le dirá una cosa a uno y otra cosa a otro. "La conciencia es la chispa divina, es una luz superior y es una fuerza para ayudar al hombre a no pecar." "Libertad para obrar y la luz de la conciencia para distinguir el bien del mal, son dos de los mayores dones con que mi amor de Padre heredó a vuestro espíritu. Están en el hombre antes de que nazca y después de que muere. La conciencia lo guía y no se aparta de él, ni en la pérdida de la razón ni en la agonía, porque está íntimamente unida al espíritu." "La conciencia jamás se extravía porque es mi propia luz. ¿Por ventura oísteis que ella alguna vez os dijera: Matad a vuestro hermano, que os ordenara desconocer al padre que os engendró o a la madre que os concibiera? ¿Escuchasteis que ella os aconsejase tomar lo prohibido? No, mis hijos; buen guía, consejero y juez ha sido la conciencia, porque en la conciencia estoy Yo." El Tercer Testamento ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - La Consciencia La consciencia, con 's' antes de la 'c' de ciencia, tiene que ver con nuestra facultad de percatarnos, de darnos cuenta de las cosas que nos suceden o que vivimos. No es un conocimiento infuso, que esté de por sí dentro de nosotros; es lo contrario: Es simplemente, información que viene de lo que experimentamos, lo que llega hacia nosotros, y que, para llegar a ser consciencia, debe ser tomado en cuenta. Para ilustrar el punto, pondremos por ejemplo lo que sucede cuando vamos a una reunión social. Ahí, como es esperable, encontraremos a varias personas, dentro de las cuales, probablemente entablemos plática con una o dos en algún tema de interés común (política, la vida cotidiana, la película más reciente, etc.). Sin decidirlo, al enfocar nuestra atención sobre lo que nuestros interlocutores de ese momento dicen, parecería que los ruidos circundantes (la música, las voces o la charla de otras personas, el ruido de los automóviles fuera de la casa o departamento, etc.) pasaran a un segundo plano, llegando el momento que acabaran por ser inaudibles... y haciendo que las otras personas diferentes a nuestro pequeño grupo, se convirtieran en prácticamente invisibles. La información, como tal, sigue llegando; a nuestros oídos llegarán absolutamente todos los sonidos cercanos así como nuestros ojos recibirán todas las imágenes y movimientos pero ¿qué sucede? No tomamos consciencia más que de aquellos sobre los cuales fijamos nuestra atención; es decir, no nos damos cuenta de los demás sonidos o ruidos, y así, la plática de otro grupo diferente al nuestro, pasa totalmente ignorado por nosotros; es, como si no estuvieran en nuestra realidad. Y lo mismo sucede con sus acciones e imàgenes. Es sólo cuando nos percatamos de ellos cuando se convierten en realidad, cuando parecieran comenzar a existir; es la consciencia la que actúa para convertir esas percepciones en información que podemos procesar de manera 'consciente', es decir, dándonos cabal cuenta de ello. Es ya algo reconocido por los científicos que se ocupan de investigar la mente humana, que todo lo que sea captado por nuestro sentidos llega a la memoria, nos demos cuenta o no de ello; es decir, aunque nuestra 'consciencia' o 'consciente' no lo tome en debida cuenta, de todas maneras cada voz, cada sonido, cada rostro, cada suceso, es registrado de manera indeleble por la memoria. ¿Sabías que todos los números de matrícula de automóviles que hayas visto en tu vida están impresos en tu memoria? ¿Que el rostro de cada persona con la que te hayas cruzado durante tu vida continúa ahí, grabado e indeleble? MIlton Erickson, conocido como el padre de la hipnoterapia, demostró esto repetidas veces de manera concluyente. La pregunta aquí es ¿esa memoria donde está? ¿Dónde se va cuando no la usamos o necesitamos? Hasta hace poco, en la ciencia médica clásica se dió como un hecho indiscutible que la memoria residía en el cerebro.Pero llegaron investigaciones más avanzadas que pusieron eso severamente en duda: La memoria (o memorias, porque ahora se habla de memoris múltiples) permanece aún cuando el cerebro haya sido dañado o destruido. Lss investigaciones de Ian Stevenson de la Universidad de Virginia -- http://144000.net/castel/reincie.htm --, demostraron que, en niños recién nacidos, se manifestaban recuerdos de vidas anteriores, creando incluso fobias, cosa que puso a Stevenson a polemizar abiertamente con Freud, el padre del sicoanálisis, a quien le demostró que la explicación a muchos de los conflictos que afligen a las personas, vienen de otras vidas, sin que exista siquiera la posibilidad de transmitirse vía alguna memoria genética. Las modernas investigaciones sobre el ADN, ha comprobado los asertos del Dr. Stevenson. Es entonces fácil deducir que la memoria no le pertenece al cerebro ni al cuerpo, y que existe fuera del universo físico, sino que es parte del espíritu. Y la 'consciencia' que se usara mientras el espíritu estuvo en la carne, es absorbida también por el espíritu. De este modo, nos damos cuenta que en el espíritu queda finalmente impreso todo: Vivencias, experiencias, sensaciones, emociones, imágenes, sonidos, etc. etc. etc. Todo, absolutamente todo lo que llega al ámbito donde el espíritu vivió y se desarrolló mientras estuvo en la materia, incluso antes de nacer, queda en el espíritu. Es por eso que cuando llegamos ante el tribunal de nuestra conciencia - ahora sí sin la 's' antes de la 'c'- pasan ante nuestra mirada espiritual todas nuestras vidas con todos los detalles, aún el más insignificante o aparentemente ignorado. Y digo aparentemente porque, mientras la 'consciencia' material no lo tomó en cuenta, la memoria quedó de todas maneras registrada. Tal es el poder y la magnitud de nuestro espíritu. El mundo espiritual de luz nos explica cómo funciona esa facultad que es la 'consciencia'; por ejemplo, a través de la meditación podemos incrementarla: "Con un instante de profunda meditación, podéis alcanzar un gran nivel de consciencia, de elevación y de amor; con un instante de profunda preparación, sin necesidad de caer en fanatismo o en misticismo, y a través de una vida de sencillez, virtud y moralidad, podéis llegar a acercaros verdaderamente al Padre, y el Maestro se derramará por vosotros, y todas las promesas hechas a Sus discípulos se cumplirán por conducto vuestro." Los Protectores La 'consciencia', como en el caso de la fiesta que mencionamos antes, puede ser enfocada a cosas superiores; por ejemplo, a percatarse, a 'ver' la presencia de Dios: "El espíritu posee muchas potencias y facultades, y a través de todas ellas puede contemplar a Dios." "No os asombre ésto: la materia, así como el espíritu del hombre siempre han visto a su Señor, pero por falta de consciencia de sí mismo, ha ignorado cuando le ha visto." "Y la materia que en tiempos pasados ha visto al Señor sin darse cuenta de ello, en los tiempos futuros sí le verá y sabrá que le ha visto." Los Protectores ¿Y cómo llegamos a usar de manera magnífica y superior la 'consciencia'? Pues enfocándonos, por medio de esa 'consciencia', a escuchar y atender la voz interior, la guía perfecta que es la conciencia. Dicho de otra manera, enfocar nuestra 'consciencia' a 'ver' y escuchar a Dios. ____________________________________________________________ «¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥«¤»§«¤»¥« ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ - Palabra Final Amados: Resumiendo lo anterior, nos damos cuenta que sólo la conciencia, esa chispa de divinidad que vive en nosotros, es la que puede llevarnos por la senda segura del cumplimiento de la Ley. "En las condiciones en que se desarrolla vuestra existencia ¿quién podría guiar vuestros pensamientos hacia el bien? Sólo la luz divina de la conciencia que inspira al hombre a cumplir con la Ley, luz que habita en el espíritu y a través de él se manifiesta a la materia." "Podría el cuerpo vivir sin espíritu, animado tan sólo por la vida material, pero no sería humano. El espíritu sin conciencia no sabría guiarse a sí mismo, ni sería el ser superior que por medio de la conciencia conoce la Ley, distingue el bien del mal y recibe la revelación divina." El Tercer Testamento Usemos pues, amados, esa facultad para darnos cuenta de las cosas que son las más importantes, para que subordinando nuestra razón a nuestra conciencia, vayamos adelantando en nuestra jornada hacia la perfección. Que la paz de mi Padre sea con todos mis hermanos. Tu hermano en el Señor El Pequeño Labriego ************************************************************* Pasa la voz: Si encuentras lo suficientemente interesante este boletin ¿por qué no compartirlo con aquellos que amas? 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