28 Aprended a acercaros a Mí, aprended a pedirme, a recibir y a esperar; veréis entonces cómo se hacen patentes los prodigios en vuestra vida.
29 Este es un tiempo en que el hombre pondrá su parte de espiritualidad y fe para que se realicen los nuevos milagros. El mundo quisiera volver a ver las obras que hizo Jesús delante de los hombres, a lo cual Yo os digo que no debéis empeñaros en seguir viviendo una era que ya pasó. Habéis penetrado en un nuevo tiempo, y en él os daré lecciones que aún no os han sido reveladas y repetiré mis obras, mas ahora en forma más espiritual.
30 Debéis estar velando, discípulos, porque no sólo os hablaré por este conducto; también buscaré comunicarme con vuestro espíritu en los instantes que vuestro cuerpo duerme; os enseñaré a penetrar con preparación en ese reposo y a que vuestro espíritu se desprenda, para que se eleve a las regiones de la luz, de donde tomará la profecía para iluminar su camino, transmitiéndole su mensaje al entendimiento.
31 El discípulo que sabe recibir a su Maestro en el instante que éste le busca, no tiene tropiezo en el sendero, ni se considera débil o solo en la lucha.
32 Llegad a comprender cuál es la espiritualidad que quiero de vosotros, para que no vayáis a confundiros en un misticismo fanático, que en vez de facilitar a vuestro espíritu el que comprenda las lecciones divinas, ponga ante él nuevas tinieblas.
35 Mi pueblo crece, se multiplica, no sólo en la Tierra sino también en el valle espiritual. Entre aquellas multitudes espirituales se encuentran los que tuvieron lazos de sangre con vosotros, ya sea que hayan sido vuestros padres, hermanos o hijos.
36 No os sorprenda que os diga que mi pueblo es tan numeroso, que la Tierra no podría darle albergue y que deberá ser mucho más grande aún. Cuando ya lo haya reunido y no falte uno solo de mis hijos, le será dada por morada el infinito, ese valle de luz y de gracia que nunca termina.
37 Aquí, en la Tierra, sólo vengo a prepararos, a instruiros con mi Doctrina, para que sepáis cómo acercaros a aquella vida. Esta Humanidad es sólo una porción del pueblo de Dios; es menester que todos sepan estas explicaciones para que encaminen su vida hacia el ideal de perfección.
38 Mientras las religiones permanezcan sumergidas en su sueño y no rompan su rutina, no habrá despertar en el espíritu, ni conocimiento de los ideales espirituales y, por tanto, no podrá haber paz entre los hombres ni aparecerá la caridad; no podrá brillar la luz que resuelve los graves conflictos humanos.