De Enseñanza 114 20 Cuando brotasteis de Mí, fuisteis dotados de todos los atributos necesarios para recorrer el largo camino de la vida y saber regresar al punto de partida; ninguno de estos dones ha sido adquirido en la jornada, todo lo poseía el espíritu desde su principio. La conciencia es innata al espíritu, es luz; a cada paso le va aconsejando que haga méritos para ayudarle a retornar al Padre. 21 A veces el espíritu se desvía del sendero, luego vuelve a encontrarlo; por momentos camina con diligencia, luego se detiene. 38 Yo os amé antes de que existierais, os acaricié en Mí y al nacer os hice sentir mi ternura divina. Si vosotros amáis a vuestro Padre, tenéis que amar a vuestros hermanos mayores y a vuestros hermanos menores, sabiendo que cada ser que existe es porque Dios así lo ha querido y que cada criatura es la forma de un pensamiento divino. 54 Por la paz que sentís en vuestro espíritu podéis reconocer mi presencia. Nadie más que Yo puede daros la verdadera paz. Un espíritu en tiniebla no podría brindárosla. Os digo esto, porque muchos corazones temen las asechanzas de un espíritu tentador, al que han dado vida y forma los hombres según su imaginación. 55 Cuán erróneamente se ha interpretado la existencia del príncipe de las tinieblas. Cuántos han llegado a creer más en su poder que en el mío, y qué lejos de la verdad han andado en ésto los hombres. 56 El mal existe, de él se han derivado todos los vicios y pecados. Los pecadores, o sea los que practican el mal, existen, lo mismo en la Tierra que en otras moradas o mundos; mas ¿por qué personificáis todo el mal existente en un solo ser, y por qué lo enfrentáis a la Divinidad? Yo os pregunto: ¿Qué es ante mi poder absoluto e infinito, un ser impuro, y qué significa ante mi perfección vuestro pecado? 57 El pecado no ha nacido en el mundo; los espíritus al brotar de Dios, unos permanecieron en el bien, mientras que otros, al desviarse de ese camino, crearon uno distinto, el del mal. 58 Las palabras y las parábolas que en sentido figurado os entregaron como una revelación en los primeros tiempos, han sido erróneamente interpretadas por la Humanidad. La intuición que los hombres tuvieron acerca de lo sobrenatural, quedó influenciada por su imaginación, y llegaron a formar al rededor de la fuerza del mal, ciencias, cultos, supersticiones y mitos que han llegado hasta vuestros días. 59 De Dios no pueden brotar demonios; a éstos los habéis forjado con vuestra mente. El concepto que tenéis de ese ser que a cada paso me ponéis por adversario, es falso. 60 Yo os he enseñado a velar y orar, para que os libréis de tentaciones e influencias maléficas, que lo mismo pueden provenir de seres humanos, que de seres espirituales. 61 Os he dicho que sobrepongáis el espíritu a la carne, porque ésta es criatura débil que a cada paso está en peligro de tropezar si no veláis por ella. El corazón, la mente y los sentidos son puertas abiertas para que las pasiones del mundo azoten al espíritu. 62 Si vosotros os habéis imaginado que los seres en tiniebla son como monstruos, Yo sólo los veo como criaturas imperfectas, a las cuales les tiendo mi mano para salvarles, porque también son mis hijos.