De Enseñanza 118 Entregada en 1944 1 Dejad a los niños que vengan a Mí, vuelvo a deciros; no porque les miréis pequeños penséis que no pueden recibirme. 2 Por muchas deudas y manchas que tenga un espíritu, cuando vive en la infancia la envoltura participa de la pureza y de la inocencia de ésta. En esos instantes es cuando necesita el espíritu toda clase de ayuda para no desviarse del sendero. 3 La reencarnación es la oportunidad que Dios, en su amorosa justicia, ofrece al espíritu para que recobre su pureza y retorne al camino. Esa es la forma en que puede aprovechar la experiencia recogida en su peregrinaje. 4 Cuando miréis a los niños, hacedlo con respeto, porque no sabéis qué espíritus se ocultan en ellos; mas de lo que podéis estar seguros, es de que en cada uno de esos pequeños seres existe un pasado que es toda una historia, toda una vida de evolución. 5 El espíritu, cuando vive la niñez de su envoltura, necesita el apoyo de los mayores, porque su materia es frágil para sostenerle; requiere la ternura para que su corazón no se endurezca, y también necesita ejemplos y enseñanzas que le cultiven y le fortalezcan mientras llega la hora de poder manifestarse. 6 Cada espíritu trae su mensaje, y para que pueda expresarlo, es preciso que todo sea favorable a su derredor. Cuando el espíritu, después de su largo tránsito de luchas y de pruebas para alcanzar su perfeccionamiento, llega a verse libre de manchas, miserias e ignorancias y es en él sólo la luz, llega a tener semejanza con la pureza de los niños. 7 El niño sabe intuitivamente que es impotente para luchar por sí mismo, y entonces deposita toda su confianza en sus padres. Nada teme cuando se encuentra al lado de ellos; sólo bien espera y sabe que nada le faltará. Luego va descubriendo que en ellos existe una fuente de saber, de ternura y de vida, por lo que en su compañía llega a experimentar la felicidad. 8 ¿Cuándo se sentirán así los hombres cuando están Conmigo? ¿Cuándo alcanzará el espíritu humano esa fe, esa pureza y esa confianza que el niño posee en su inocencia? 9 En verdad os digo que cuando eso sea, volveréis a escuchar mi dulce palabra diciéndoos: Dejad que los niños se acerquen a Mí, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 10 Ha mucho tiempo que se os dijo: Honrad a vuestro padre y a vuestra madre; y la mejor forma de honrarlos es llevando una vida recta y virtuosa. 14 Mi pregunta es ésta: ¿Cómo podríais honrar a vuestro Padre Celestial sin antes haber honrado a vuestros padres en la Tierra? ¿Cómo tratáis de ver a la Humanidad como hermana vuestra, si antes no amáis a vuestra familia, formada por vuestros padres, hermanos, esposo o esposa e hijos? 15 Por eso he querido que unáis la Ley del Primer Tiempo a la Doctrina que a través de Jesús os di y a las revelaciones de este tiempo, porque así tendréis todo el conocimiento y la preparación para penetrar en la senda espiritual que conduce a la luz eterna. 16 Si en vuestra vida no practicáis la virtud y a pesar de ello hicieseis alarde de cumplimiento, Yo os digo que iréis prevaricando y además falseando la verdad. 17 Mi discípulo deberá ser limpio de corazón en la Tierra, para serlo después en espíritu. 18 Honrad con vuestra vida a quienes por mi voluntad os dieron la existencia y mañana vuestros hijos os honrarán a vosotros. No solamente me glorificáis con obras espirituales, no; también vuestras obras humanas glorifican a mi Espíritu. 24 Recordad que en la Ley se os dijo: No tendrás otros dioses delante de Mí; sin embargo, son muchos los dioses que la ambición humana ha forjado para adorarles, rendirles tributo y hasta entregarles la vida. 25 Comprended que mi Ley no ha pasado y que sin que os deis cuenta os habla incesantemente a través de la conciencia; mas los hombres siguen siendo paganos e idólatras. Aman su cuerpo, halagan sus vanidades y consienten sus debilidades; aman las riquezas de la Tierra, a las cuales les sacrifican su paz y su futuro espiritual. Rinden culto a la carne, llegando a veces a la degeneración y hasta a la muerte por ir tras los placeres. 26 Convenceos de que habéis amado más lo del mundo que a vuestro Padre. ¿Cuándo os habéis sacrificado por Mí, amándome y sirviéndome en vuestros semejantes? ¿Cuándo sacrificáis vuestro sueño o exponéis vuestra salud por acudir en alivio de las penas que afligen a vuestros hermanos? y, ¿cuándo habéis llegado hasta la muerte por alguno de los nobles ideales que mi Doctrina inspira? Ved cómo no es a Mí a quien más amáis; ved cómo el culto que tenéis por la vida material es para vosotros antes que el culto a la vida del espíritu; y ésa es la razón por la cual os he dicho que tenéis otros dioses para adorarles y servirles antes que al verdadero. 28 Amadme a Mí, antes que a todo lo creado, porque amándome a Mí sabréis dar a todos los seres su lugar justo y verdadero. 29 Muy grande es la confusión que reina en este tiempo en el mundo; mas el espíritu de la Humanidad se encuentra preparado y bastará mi llamado para que vuelva sus ojos a mi Ley. 30 Se acerca el instante en que la luz de mi Espíritu llegue hasta los corazones, haciéndoles sentir y entender lo que hasta ahora no habían comprendido. 32 Jesús vino a enseñaros el camino diciéndoos: Amaos los unos a los otros; mas no habéis imaginado hasta ahora el alcance de ese sublime mandamiento. En verdad os digo que toda la vida de los hombres se transformaría si vivieseis en esa máxima, porque sólo el amor será el que pueda revelaros el Arcano, ya que en él está el origen de vuestra vida; buscad con afán la verdad, buscad el sentido de la vida, amad, fortaleceos en el bien, y veréis cómo paso a paso irá cayendo de vuestro ser todo lo que ha sido falso, impuro o imperfecto. Sed cada día más sensibles a la luz de la divina gracia, y entonces podréis preguntar a vuestro Señor todo aquello que queríais saber, todo lo que sea necesario a vuestro espíritu para alcanzar la suprema verdad. 33 Trabajad en la Tierra con más ahínco y entregaos con fe a vuestros deberes; buscad siempre el provecho para vuestro espíritu, a fin de que vuestra vida material no sea estéril. 34 Orad con la oración sencilla que brota de lo más puro de vuestro espíritu, y con la ayuda de vuestra conciencia examinad vuestras obras. Entonces gozaréis de mi presencia. 35 En esa comunicación del espíritu recibiréis raudales de luz para entender mejor la vida; no os faltará la inspiración que os conduzca a ser cada vez más buenos. En esos momentos despertarán las potencias y dones del espíritu y quedaréis en condiciones de desempeñar las diversas misiones que os he confiado. 36 La intuición, que es videncia, presentimiento y profecía, se aclara en la mente y hace latir al corazón ante los mensajes y voces que recibe de lo infinito. 37 Cuando los hombres hayan aprendido a comunicarse con mi Espíritu, ya nada tendrán que consultar en libros, ni qué preguntar. Hoy todavía preguntan a quienes creen que saben más, o van tras textos y libros, ansiosos de encontrar la verdad. 38 Bienaventurado el que se muestre ansioso por oír mi palabra y no quiera perder una sola de mis lecciones, porque él logrará formar en su espíritu el libro que ha de ser su mejor herencia en este tiempo. 41 Yo soy el Verbo que habla a vuestro espíritu. Soy el Maestro que una vez más se ve rodeado por discípulos, de los cuales, mientras unos oran y hacen méritos para sentirse limpios y dignos de estar Conmigo, otros adulteran y desvirtúan mi Doctrina. Yo os digo que cada uno de ellos me responderá de la enseñanza que a todos les he dado. La presente generación, por su materialismo, no llegará a comprender el sentido de esta revelación y serán las nuevas generaciones, las que al comunicarme con ellas de Espíritu a espíritu conocerán el contenido de ese libro de sabiduría con que os he heredado en este Tercer Tiempo. 42 La Humanidad está en espera de las señales de mi mensaje. Yo permitiré que esta Doctrina sea traducida y llevada a otros países para que sea dada a conocer. ¡Cuántos hombres la esperan, sin saber que estoy hablando y dictando incontables lecciones, con las que habrá de formarse el libro que contenga mi mensaje! 43 Mi palabra se ha derramado abundantemente entre vosotros, a semejanza de una corriente de agua cristalina que a su paso todo lo limpia y vivifica. 44 Si vosotros os preparáis, seréis fuertes y tendréis la potestad espiritual que tuvieron en los tiempos pasados mis escogidos. Seréis respetados por unos y temidos por otros, porque llevando la verdad en vuestro espíritu, descubriréis la falsedad, la mentira y la hipocresía, donde ellas se encuentren. 45 Muchos hombres, al saber que poseéis mis revelaciones, llegarán a vosotros por curiosidad, otros os desconocerán y otros más querrán destruiros; vosotros os concretaréis en todos los casos a cumplir vuestra misión de dar testimonio. Entonces veréis a los mismos que os burlaron o a los que intentaron daros muerte, conmoverse ante vuestras palabras y, arrojando lejos de sí sus armas, acompañaros en vuestro camino. 46 La batalla se aproxima, después del caos vendrá la paz a este mundo. Es menester que el hombre apure ese cáliz para que llegue a valorizar y a buscar la paz y las virtudes del espíritu; es preciso que padezca los rigores para que se conmueva y purifique, y así cuando el peso de sus culpas le sea ya insoportable, experimente el deseo ardiente de que la paz, que por tanto tiempo rechazó de su corazón, retorne a su espíritu, para lo cual ofrecerá su completo arrepentimiento. 47 Yo os digo que esa paz volverá y que será guardada y conservada por largo tiempo en el corazón de la Humanidad. 48 Esta Tierra será campo fecundo donde mi semilla florezca y fructifique, porque ya el corazón del hombre está hambriento de amor y sediento de verdad; también está cansado de palabras vanas y de doctrinas vacías de amor. Por eso ha llegado a sentir que necesita ser enseñado por un Maestro verdadero que le revele la vida espiritual y lo prepare para una existencia superior. Mi Ley, presente siempre en la vida de los hombres, es olvidada por ellos, y por eso la Humanidad camina hacia el caos, de ahí que el corazón humano se encuentre vacío y pobre el espíritu. 50 Pensad que si todos buscaseis ser justos y buenos, pronto se transformaría este valle de lágrimas en un mundo de elevada espiritualidad. 62 Os estoy confiando a todos la misión de construir un santuario espiritual, que sea mi verdadero templo, un altar invisible a la mirada humana pero que tendrá la fuerza de lo que verdaderamente existe; su presencia será sentida a través de lo que derraméis en vuestros hermanos. 63 Ese es el templo que os encargo construir, porque sé que en su seno encontraréis la paz, la vida y la luz del espíritu. 65 Combatid todo brote de desunión, de falsedad, de mistificación o materialismo que surgiera en vuestro seno, porque si os descuidaseis, la mala yerba crecerá, echando raíces por entre los cimientos de vuestro santuario y crecerán cubriendo los muros de vuestro templo. 66 No esperéis que el resultado de vuestra labor vaya a tener semejanza con lo que aconteció a aquel pueblo que construyó la torre de Babel. Desead que al final de la lucha todo sea gozo y paz en vuestro espíritu; mas no vayáis a hacer que en el postrer momento surja la confusión y el dolor. 70 Venid a Mí, siempre que os encontréis confundidos, afligidos por las penas o débiles en la fe, porque Yo soy la luz que os devolverá la tranquilidad del espíritu. 73 Todos sois testigos de que en estos instantes la ciencia consagra su tiempo y su fuerza mental para descubrir en la Naturaleza la respuesta a muchas interrogaciones humanas. Y la Naturaleza, respondiendo al llamado de los hombres, ha dado testimonio de su Creador, como fuente inagotable de sabiduría y amor y también como justicia. Sin embargo, el hombre no despierta a la verdad y sigue cargando, como una sentencia, el pesado fardo de su materialismo. 74 Es el miedo de dar un paso hacia la evolución, un paso hacia adelante, acostumbrado a seguir las tradiciones que le legaron sus antepasados. 75 El hombre teme pensar y creer por sí mismo y prefiere someterse al criterio de otros, privándose así de su libertad para conocerme. Por esa causa ha vivido en el atraso. 76 El tiempo de la luz ha llegado a la Humanidad, con lo que el hombre adquiere voluntad propia. 77 ¿Por qué, si la Humanidad ha visto el desarrollo de la ciencia y el descubrimiento de lo que antes no hubiese creído, se resiste a la evolución natural del espíritu? ¿Por qué se obstina en lo que le estaciona y aletarga? Porque no ha querido asomarse a la vida eterna. 78 Comprobad cómo mis revelaciones de este tiempo vienen de acuerdo con vuestra evolución material, para que nunca vayáis a juzgarlas erróneamente. 79 No se envanezca el hombre de su obra material y de su ciencia, porque no sabe que sin mi revelación y sin la influencia o ayuda de seres espirituales que desde el Más Allá le inspiran, nada hubiese podido descubrir. 80 El hombre, como parte de la Creación, tiene una misión que cumplir como la tienen todas las obras del Creador; mas a él se le ha dotado de una inteligencia superior y de voluntad propia, para que alcance por esfuerzo propio el desarrollo y perfeccionamiento espiritual que es la finalidad de su existencia. 81 Por medio del espíritu el hombre puede concebir a su Creador, comprender sus beneficios y admirar su sabiduría. 82 Si vosotros, en vez de envaneceros con vuestra sabiduría terrestre, os identificaseis con toda mi Obra, veríais que no existiría misterio. Entonces os reconoceríais y os amaríais como hermanos, como Yo os enseño en cada una de mis obras. Habría en vosotros bondad, amor, caridad y, por tanto, unión. 83 ¡Cuán pequeños sois cuando creyéndoos todopoderosos y grandes, os resistís a confesar que sobre vuestro poder y vuestra ciencia está quien verdaderamente todo lo sabe y todo lo puede! 84 ¡Pobre criatura humana cuando se concreta a ser materia y sólo materia, porque queda sujeta tan sólo a la ley natural que rige a los seres mortales y fugaces que nacen, crecen y mueren! 85 ¿Hasta cuándo os levantaréis del estado de materialismo en que os encontráis? Haced un esfuerzo por contemplar más allá del cielo que habéis forjado, el lugar que la eternidad reserva para vosotros. 86 No esperéis a que alguien inicie la marcha hacia Mí; venid, interrogad al Arcano y él os dirá lo que debéis hacer; él os dirá la misión que tengáis que cumplir. 87 Vengo a invitaros a que os acerquéis a Mí; no es preciso que abandonéis los deberes ni los deleites sanos de la vida humana. 89 No os doy mi Doctrina simplemente como un freno moral para vuestras pasiones; no, os la doy para que escaléis las mayores alturas del espíritu. 90 El freno para vuestras pasiones debe ser vuestra conciencia. 91 No vengo creando una nueva religión entre vosotros, ni esta Doctrina viene a desconocer a las religiones existentes.