53 ¿Cuándo llegaréis a alcanzar la paz del espíritu, si ni siquiera habéis conseguido obtener la paz del corazón? Yo os digo que mientras la última arma homicida no haya sido destruida, no habrá paz entre los hombres.
Armas homicidas son todas aquéllas con las cuales los hombres se quitan la vida, matan la moral, se privan de la libertad, se quitan la salud, se arrebatan la tranquilidad o se destruyen la fe.
56 Si la Humanidad soberbia e insensata meditase y orase, se daría cuenta hacia dónde se está encaminando y detendría sus pasos; mas no puede hacerse plena luz en su espíritu, porque le ciegan los odios y las ambiciones.
57 Orad, todos los que deseen formar parte del pueblo de la paz; acercaos a la luz todos aquellos que deseen tender una mano fraternal a sus hermanos para salvarlos.
58 La semilla del mal, dispersa por toda la Tierra, está fructificando como nunca; mas he de deciros que la buena simiente también está brotando por diferentes puntos del planeta.
59 Preparaos espiritualmente todos los que sintáis que en vuestro corazón empieza a germinar esa divina semilla, para que cuando encontréis en vuestros caminos a otros sembradores, podáis reconocerlos y uniros en mi Ley.