34 Vuestro espíritu está despertando a una vida más elevada; ya comienza a formarse en él un ideal de un mundo mejor.
35 Vengo a enseñaros a conquistar la paz y a conservarla como el verdadero tesoro del espíritu. Mi palabra os libertará del mal en este Tercer Tiempo, apartándoos de los inciertos caminos por donde tanto habéis peregrinado y sufrido.
36 Mi voz llamará a las puertas de cada corazón, y será el espíritu quien responda desde el interior de cada ser.
37 Unos, reconocerán al punto mi llamado; otros, inciertos, se preguntarán quién es el que llama; y así uno tras otro se irán levantando en pos de la luz.
38 ¡Qué hermoso es el despertar de un espíritu! cuando el hombre se pregunta: -¿Quién vibra dentro de mí? ¿De dónde nace mi inspiración y quién me impulsa al bien?-
39 También mi palabra os enseña a leer en vuestro espíritu, a penetrar en él, a encontrar su esencia que es luz, verdad, amor, obediencia, limpidez.
40 Cuando el hombre se encuentra espiritualmente a sí mismo, es cuando siente en sí la presencia de su Padre; mas cuando no sabe ni quién es ni de dónde procede, me siente distante, extraño, inalcanzable o permanece insensible.
41 Sólo despierto el espíritu puede penetrar en el Reino de la verdad; el hombre por su sola ciencia no podrá conocerlo.
42 Veo que los hombres ambicionan el saber, la gloria, la fuerza, la riqueza y el poder, y Yo vengo a ofrecerles los medios de alcanzarlo todo, pero en su esencia, en su verdad espiritual, no en lo superficial y en lo artificioso del mundo, no en lo pasajero ni en lo engañoso.
43 Cuando el hombre se entrega a lo material, encerrándose en el pequeño espacio de un mundo como el vuestro, empobrece, limita y oprime su espíritu, nada existe ya para él, fuera de lo que posee o de lo que conoce; entonces se hace necesario que lo pierda todo para que abra sus ojos a la verdad y, una vez desengañado de su error, vuelva su mirada hacia lo eterno.
44 Nada mejor que mi Doctrina, que está inspirada en el amor divino hacia vosotros, para señalaros el camino verdadero. ¿Quién mejor que Yo podría enseñaros a dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César?
45 Esa es la razón por la que he hecho oír una vez más mi voz en vuestro mundo, porque os he visto perdidos en un mar de tiniebla y confusiones.
46 Mi luz de amor encenderá la lámpara de la fe en los corazones que vienen a oscuras, y mi caridad levantará a los que han muerto para mi Reino.
47 El que no sepa encontrar la esencia de esta palabra, podrá llegar a creer que mi Doctrina es un yugo que sujeta y esclaviza al hombre; mas quien sepa darle su justa interpretación, sentirá todo su ser inundado de luz y su gozo no tendrá límite. De su espíritu surgirá un cántico interior, llevándolo a una vida armoniosa, que será el mejor culto hacia Mí.
48 El que camine dentro de mi Ley, por muy probado que sea, no caerá; la fe le dará la fortaleza necesaria para salir triunfante. Por muy amargo que fuera su cáliz, nunca blasfemará; será paciente y sabrá esperar, conforme con la voluntad de su Señor. Quien practique así mis enseñanzas, estará haciendo méritos para que en él se manifiesten mis prodigios.
49 La fe, la conformidad y la humildad ante lo dispuesto por Mí, harán más breve la jornada porque no caminaréis por la senda dolorosa más de una vez; pero si en las pruebas surgiese la rebeldía, la inconformidad y la blasfemia, la prueba se prolongará, porque tendréis que recorrer nuevamente aquel camino hasta aprender la lección.
50 La vida es una constante lección para los espíritus. El Universo, al formarse bajo mi mandato, no tuvo otra misión que la de enseñar.
La vida es crisol y lucha para el espíritu, no es un goce absoluto como muchos quisieran que fuera. El goce, el triunfo, la paz o la gloria, están más allá de toda lucha, más allá de ese crisol. La gloria del espíritu, con todas sus dichas, está en la perfección del mismo
51 Comprended esta verdad, para que no paséis de largo ante el libro que día a día os muestra nuevas páginas de sabiduría.
Educad vuestro espíritu de tal manera que se convierta en el buen observador; educad vuestra mente en la meditación, orad con la oración propia del espíritu, sensibilizando la mente y el corazón para que podáis recibir mis divinos mensajes y aprendáis el lenguaje espiritual de la vida que os rodea señalándoos el camino de la perfección.
52 Para ayudaros desciendo a vuestros corazones cansados, para darles nueva vida.
55 Pueblo, a quien amo infinitamente: Un pensamiento mío, hecho palabra en labios de estos portavoces, es como un camino lleno de luces para vuestro espíritu.
56 Oídme, sed humildes en el mundo y sembrad bien en él, para que recojáis sus frutos en el Cielo. Si cuando hacéis mal no os agrada tener testigos, ¿por qué os agrada tenerlos cuando hacéis buena obras? ¿De qué podéis envaneceros, si sólo habéis cumplido vuestro deber?
57 Comprended que como sois tan pequeños y tan humanos, las alabanzas hacen daño a vuestro espíritu. ¿Por qué después de que habéis hecho una buena obra esperáis inmediatamente que vuestro Padre os dé la recompensa? Quien piensa así no obra desinteresadamente y, por tanto, su caridad es falsa y su amor dista mucho de ser verdadero.
58 Dejad que el mundo vea que practicáis las buenas obras, mas no con el fin de recibir homenajes, sino tan sólo con el de dar buenos ejemplos y enseñanzas y dar testimonio de mi verdad.
59 Por todos los lugares del Universo se encuentran los ángeles del Señor, derramando su caridad y su amor entre todos los hijos de Dios. En el silencio espiritual trabajan sin cesar por alcanzar el bien para sus hermanos y, ¿cuándo habéis visto que lleguen a la Tierra a pediros el premio o el pago de lo que os han dado o, cuando menos, para hacer ostentación del favor que os concedieron?
60 Sed humildes, porque la grandeza humana, su orgullo y sus vanidades pertenecen a la Tierra, son propias de la materia y con ellas bajáis al sepulcro. El espíritu sólo conserva lo que pueda llevar a las alturas, lo que pueda brillar en la luz. Si la grandeza no es espiritual, si sólo es vanidad, mañana tendrá aflicción en su espíritu.
61 Existe la verdad y la falsedad y es menester que conozcáis ambos caminos, para que en vuestra elección podáis seguir el verdadero. Abrid vuestros ojos, despertad a vuestro espíritu, afinad vuestros sentidos, para que percibáis en todo lo creado el amor de vuestro Padre.
Yo todo os lo he dado, sin pediros nada para Mí. Si en vuestra incomprensión habéis llegado a decir que es mucho lo que os pido a cambio de todo lo que os he dado, estáis en un error. Si algo o mucho os pido, es sólo para vuestro bien, para vuestra dicha en la eternidad.
62 Tendréis que rendir cuentas a vuestro Padre de todo cuanto hayáis hecho en la vida; mas, ¿cómo vais a acallar la voz de la conciencia en esa hora suprema? ¿Qué responderéis cuando vuestro espíritu escuche la voz del Señor, advirtiéndole que nunca podréis justificar el mal?
63 Sólo el esfuerzo para levantaros de la caída, el amor y el ahínco con que marchéis por el sendero de restitución, harán que de vuestro ser desaparezcan las huellas y las manchas del pecado, para poder presentaros limpios ante el divino juez.
64 Aprended todo esto, desde aquí; sabed que donde están vuestros intereses, ahí estarán vuestros pensamientos y vuestro corazón. Si éstos son materiales, estaréis materializados; si son espirituales, estaréis en el camino de la perfección.
65 Vivid en la Tierra como os ha enseñado mi palabra. Vivid la lucha, amad y buscad todo lo bueno; deleitaos con todo lo que os he confiado, pero dejad que vuestro espíritu, a semejanza de las nubes, flote en los espacios infinitos, lleno de blancura y de luz.
66 Es en vano que los hombres busquen el placer perfecto en el materialismo. Todo es triste y vacío sin la presencia del Padre. Él es la alegría verdadera.
67 Dejad que se alejen de vosotros todos los malos pensamientos y atraed los pensamientos nobles. La felicidad no está en lo que materialmente se posee, sino en lo que espiritualmente se conoce. Conocer es poseer y practicar.
68 El que verdaderamente sabe, es humilde de espíritu; no es orgulloso con la sabiduría de la Tierra que sólo aspira a conocerlo todo y niega todo aquéllo que no ha llegado a comprender.
El que lleva en sí la luz del conocimiento inspirado, sabe recibir a su debido tiempo las revelaciones, así como también sabe esperarlas.
Sabios se han nombrado muchos, y ha sido un misterio para ellos el sol que día tras día brilla a plena luz.
69 Muchos han creído saberlo todo, y en verdad os digo que la hormiga que imperceptiblemente se cruza en su camino, encierra también para ellos un misterio insondable.
70 Podrán los hombres investigar muchas de las maravillas de la Naturaleza, pero mientras no lo hagan por el sendero del amor divino no llegarán a alcanzar la verdadera sabiduría, la que se encierra en la vida inmortal del espíritu.
71 Hombres, acercaos a Mí; no necesitáis quebrantar vuestra mente para lograr descubrir secretos y misterios, sólo necesitáis abrir el corazón con la llave de la fe.
72 Tened la voluntad firme de ir hacia el Padre, de estar con Él, de penetrar en su estancia, y quedaréis maravillados; y más tarde llegaréis también a hacer maravillas, cuando viváis practicando mi amor y mi perdón.