De Enseñanza 184 20 Para llegar a comprender las enseñanzas divinas es menester regenerarse y analizar la Ley; por ella llegaréis a comprender mi palabra y recibiréis grandes revelaciones que por medio de la ciencia humana no podríais alcanzar. Llegará el día en que el hombre doblegará su cerviz y amará a su Padre con el respeto y amor que os estoy reclamando. Mi manifestación es comprensible a todos. He hablado conforme a la capacidad de vuestro cerebro, porque no podríais comprender toda mi sabiduría. A esta palabra sencilla con la que os he dado a conocer mis lecciones, no le añadáis nada de vuestra mente y al traducirla a otros idiomas, dejad que persista su esencia divina. 21 Preparaos para que vuestro cerebro sea como un espejo limpio que deje reflejar mi luz en toda su pureza, cuando os encontréis ocupados en esta delicada misión. 22 Vivid cerca de Mí. Yo soy la vida, principio y fin de todo lo creado. Si he puesto en vosotros una misión semejante a la mía, es porque os amo y quiero que me imitéis. 23 Redimid corazones, haced prodigios, amaos los unos a los otros. 24 Cuando sintáis la fe y el temple necesarios para tomar la cruz, id a los hogares y llevad mi palabra, cruzad las comarcas y surcad los mares; delante de vosotros iré Yo preparando el camino. 25 Estad alerta, porque vendrán a vosotros muchos lobos con piel de oveja y querrán sorprenderos para alejaros del camino, mas velad y sabréis descubrir las intenciones de su corazón. 26 Si llegan vuestros hermanos sufriendo y quieren que enjuguéis su llanto, hacedlo, dad todo el bien que haya en vosotros y más tarde, en el Más Allá, recibiréis caridad mayor que la que hayáis hecho en este mundo. 31 Todo lo que os rodea y os envuelve en esta vida es una imagen de la vida eterna, es una profunda lección explicada con formas y objetos materiales, para que pueda ser comprendida. 32 Aún no habéis llegado al fondo de esa maravillosa lección, y ha vuelto el hombre a equivocarse, porque ha tomado la vida que lleva en la Tierra como si fuera la eternidad. Se ha conformado con tomar de ella las formas, renunciando a todo lo que encierra de revelación divina, lo que es esencia y verdad que se encuentra en toda la Creación. 33 También, cuando este libro haya dejado su luz en los espíritus y haya sido entendida hasta su última página, el hombre dejará la Tierra y su espíritu pasará a una nueva morada donde sabrá y pondrá en práctica todo lo que le enseñó a su paso la vida humana. Entonces llegará a comprender muchas lecciones que a través de lo material le fueron reveladas. 35 La misión que he encomendado a mi pueblo en la Tierra es grande y muy delicada; por eso lo he buscado en cada era, para inspirarlo con mi palabra y revelarle algo más del contenido de la Ley. 36 La ley de amor, de bien y de justicia, ha sido la herencia espiritual que en todos los tiempos le he traído. De lección en lección he llevado a la Humanidad a la comprensión de que la Ley se puede resumir en un solo mandamiento: Amor. Amad al Padre, que es el autor de la vida, amad al hermano, que es parte del Padre, amad a todo cuanto ha creado y ordenado el Señor. 37 El amor es causa, principio, simiente de sabiduría, de grandeza, de fuerza, de elevación y de vida: ése es el verdadero camino que ha trazado el Creador al espíritu, para que de peldaño en peldaño y de morada en morada vaya sintiendo cada vez más el acercamiento a Mí. 38 Si el hombre desde el principio de los tiempos hubiese hecho del amor espiritual un culto, en lugar de caer en ritos idólatras y en el fanatismo religioso, este mundo, hoy convertido en valle de lágrimas por la angustia y miseria de los hombres, sería un valle de paz, en el cual los espíritus vendrían a hacer méritos, para alcanzar después de esta vida aquellas moradas espirituales donde el espíritu en su camino de elevación debe penetrar. 39 En verdad os digo que en ninguna época de la vida humana ha carecido el hombre del conocimiento de mi Ley, porque de la chispa divina, que es su conciencia, jamás le ha faltado un destello en el espíritu, una intuición en su mente o un presentimiento en su corazón; sin embargo, vuestro espíritu ha vuelto hacia el Más Allá con una venda de obscuridad, y Yo os digo que quien no se aprovecha de la lección que encierra la vida en este mundo, en este valle de pruebas, tiene que volver a él para terminar su restitución y, sobre todo, para aprender. 40 Errónea es la idea que tenéis de lo que significa la vida en la Tierra, de lo que es el espíritu y de lo que es el valle espiritual. La mayoría de los creyentes de las religiones cristianas piensa que viviendo con cierta rectitud o que arrepintiéndose, en el postrer instante de la vida, de las faltas cometidas, tiene asegurada la gloria para su espíritu. Y ese falso concepto que priva, no le permite al hombre perseverar durante toda su vida en el cumplimiento de la Ley, y hace que su espíritu, cuando abandona este mundo y llega a la mansión espiritual, se encuentre con que ha llegado a un sitio en que no contempla las maravillas que se había imaginado, ni siente la dicha suprema a la que creía tener derecho. 41 ¿Sabéis qué es lo que sucede a esos seres que tenían la seguridad de llegar al Cielo y que en lugar de ello sólo encontraron confusión? Al no seguir habitando en la Tierra, porque les faltó el punto de apoyo de su envoltura material, y no poder elevarse a las alturas en que se encuentran las moradas de la luz espiritual, crearon para sí, sin darse cuenta de ello, un mundo que ni es humano ni es profundamente espiritual. Entonces es cuando se preguntan los espíritus: -¿Ésta es la gloria? ¿Ésta es la morada destinada por Dios a los espíritus, después de tanto caminar en la Tierra? 42 -No- dicen otros, -éste no puede ser el seno del Señor, donde sólo la luz, el amor y la pureza es lo que puede existir. 43 Lentamente, por la meditación y el dolor, llega el espíritu a la comprensión. Comprende la divina justicia e iluminado por la luz de su conciencia, juzga sus obras pasadas y las encuentra pequeñas e imperfectas, que no eran dignas de merecer lo que él había creído. Entonces, con esta preparación, aparece la humildad y nace el deseo de retornar a los caminos que dejó, para borrar las manchas, reparar los yerros y hacer verdaderos méritos ante su Padre. 44 Es menester esclarecer a la Humanidad estos misterios, para que comprenda que la vida en la materia es una ocasión para que el hombre haga méritos para su espíritu, méritos que le elevarán hasta merecer habitar en una morada de espiritualidad superior, donde nuevamente deberá hacer méritos para no estacionarse y seguir escalando de peldaño en peldaño, porque en la casa del Padre hay muchas moradas. 45 Estos méritos los haréis a través del amor como os lo ha enseñado la Ley eterna del Padre. Y así, de peldaño en peldaño por la escala de perfeccionamiento irá vuestro espíritu conociendo el sendero que conduce a la gloria, a la verdadera gloria, que es la perfección del espíritu.