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De Enseñanza 219

55 Vuestro mundo se ha iluminado con mi presencia; pronto penetraréis en una era de renacimiento espiritual que os ha de llevar al renacimiento de todas las virtudes y que ha de colocaros en planos superiores; mas así como he venido a vosotros, he llegado a otros mundos, donde lucha y se perfecciona el espíritu y restituye con dolor.

Entre esos mundos y el vuestro he venido a establecer alianza. Quiero que enlacéis vuestro pensamiento con los seres que los habitan, que dediquéis una oración que consuele e ilumine al espíritu atribulado de vuestros hermanos.

56 Así lograréis comprender que vuestra misión no está reducida tan sólo a ayudar a vuestros hermanos visibles, sino que hay seres que no conocéis, que no podéis palpar desde vuestra actual morada y que, sin embargo, están necesitados de vosotros.

No existe, entre tantas moradas como tiene la casa del Padre, un solo mundo que sea de tiniebla; en todas las casas del Señor está su luz, mas si en ellas penetran los espíritus con una venda en los ojos debido a su ignorancia, ¿cómo podrán contemplar aquel esplendor?

57 Este mundo que hoy es vuestro hogar, donde habéis tenido mi manifestación clara, es propicio para que intervengáis ante Mí rogando por esos seres de que os hablo.

58 En cada era me he manifestado lleno de sabiduría, esencia, amor. Vosotros habéis sido testigos de mis manifestaciones. ¿Quién ignora que Yo, Jehová, hablé al mundo desde sus primeros días? ¿Quién no sabe que vine en Jesús a daros mi enseñanza? Quiero que la Humanidad sepa que hoy he venido a esclarecer y a explicar toda palabra y todo misterio que hubiese contenido el libro de la sabiduría eterna.

59 En vuestro continuo tránsito habéis sido protegidos por Mí; sois eternos viajeros y no sabéis el futuro que os espera. No adivináis cuándo se acerca la tempestad, ni cuándo aparecerá el iris de la paz. Sólo Yo, que soy el que velo por vosotros, os anuncio, cuando estáis preparados, lo que ha de venir.

Este valle, que en algunas ocasiones ha sido propicio y amable para vosotros, también os ha sido hostil y os ha hecho derramar abundantes lágrimas, con las cuales habéis lavado y purificado vuestro espíritu.

60 Venid a Mí; estáis cansados del camino; venid bajo la sombra de este árbol, el cual se presenta ante vosotros lleno de misericordia y amor para todos sus hijos; y cuando hayáis descansado y todas vuestras penas se hayan aliviado, pensad en los que sufren y abogad por ellos.

Mirad que Yo todo les puedo dar sin vuestra mediación, pero me place que se manifieste en el hijo el amor, la caridad y la misericordia, para llegar a compartir el dolor o la dicha de sus hermanos.