De Enseñanza 225 22 De este pueblo surgirá el templo espiritual donde moraré eternamente, templo interior en que se levante un altar de amor a mi Divinidad, santuario que no será construido con piedras sino con oraciones, obras de caridad y testimonios verdaderos. En este templo estará mi imagen, no la que ha hecho la mano del hombre, sino la que he hecho Yo a semejanza Mía: el ser humano dotado de espíritu e iluminado por la luz de la conciencia. 23 En vos tenéis un reflejo de lo divino, me lleváis en verdad. La inteligencia, la voluntad, las potencias, los sentidos y las virtudes que poseéis, hablan de la esencia superior a la que pertenecéis y son un testimonio viviente del Padre de quien brotasteis. 24 A veces, la imagen que de Mí lleváis en vuestro ser la llegáis a manchar y profanar con la desobediencia y el pecado; entonces no os asemejáis a Mí, porque no basta tener un cuerpo humano y un espíritu para ser imagen del Creador: la verdadera semejanza Conmigo está en vuestra luz y en vuestro amor para todos vuestros semejantes. 25 Creced y multiplicaos, digo a vuestro espíritu en este Tercer Tiempo, como dije a los padres de la especie humana cuando se les ordenó henchir la Tierra de criaturas humanas. 27 En la Tierra tenéis un refugio que es vuestro hogar, esa institución que es imagen del Universo, para que en su seno toméis fuerza para luchar. 28 Haced porque vuestro hogar tenga algo de templo, que sea un pequeño reino, un oasis en el desierto árido y hostil de vuestra vida. Velad por la virtud de vuestro hogar, mas no por un exceso de celo vayáis a caer en egoísmo, porque entonces dejaría de asemejarse al Universo por su falta de hospitalidad, amor y caridad. Dejad que vuestro techo sea hospitalario y que vuestra mesa sea fraternal.