De Enseñanza 232 41 Cada revelación divina ha sido de acuerdo con la capacidad espiritual de la Humanidad y con el tiempo en que ha vivido. Hoy he venido en esta forma, mañana os hablaré en forma más elevada. 43 Aun cuando en el presente os parezca imposible cimentar la paz entre la Humanidad, Yo os digo que la paz se hará y aún más, que el hombre practicará la espiritualidad. 44 Muchas calamidades sufrirá el mundo antes del establecimiento de ese tiempo; pero esos sufrimientos serán para bien de la Humanidad, tanto en lo material como en lo espiritual; serán como un "hasta aquí" a la carrera desenfrenada de maldades, egoísmos y excesos de los hombres. Así vendrá un equilibrio, porque las fuerzas del mal no podrán prevalecer sobre las fuerzas del bien. La purificación tiene apariencia de castigo sin serlo, porque viene siempre a tocar lo más sensible, lo más delicado y querido, pero en realidad es medio de salvación para el espíritu alejado o perdido del camino. Quien juzga materialmente, no puede encontrar nada útil en el dolor; quien juzga que lleva consigo un espíritu que vive eternamente, extrae, del mismo dolor, luz, experiencia, temple y regeneración. 45 Si pensáis espiritualmente, ¿cómo podéis creer que el dolor sea un mal para la Humanidad, si viene permitido por un Dios que es todo amor? 46 El tiempo pasa y llegará un instante en que esas grandes pruebas comiencen a aparecer y huya del mundo hasta el último resto de paz, que no retornará hasta que la Humanidad haya encontrado el camino de mi Ley, escuchando esa voz interior que le dirá a cada momento: ¡Dios existe! ¡Dios está en vos! ¡Reconocedlo, sentidlo, reconciliaos con Él! 47 Será entonces cuando el orden de vuestra vida cambie, desaparecerá el egoísmo y cada quien será útil a los demás. En mi justicia se inspirarán los hombres para hacer nuevas leyes y gobernar con amor a los pueblos. 48 Llevad pronto mi mensaje a la Humanidad, para que aproveche mis enseñanzas y advertencias; el hombre reconocerá que esta palabra en verdad fue una profecía, y que Yo todo lo tenía previsto. 49 Cuando ese mar revuelto haya aquietado sus aguas y se hayan calmado los vientos, cuando ya no existan epidemias que azoten a los pueblos y las plagas hayan sido exterminadas, entonces principiará la era de paz para la Humanidad. 50 Vosotros oraréis y pediréis por este mundo, que habrá de pasar la más grande de sus pruebas y tendrá que apurar un cáliz muy amargo. 51 ¡Cuántos que hoy creen tener fe, al contemplar aquellas calamidades temblarán! ¡Cuántos que os creéis fuertes, iréis a ocultar vuestra cobardía! Os estoy preparando para que estéis conscientes de vuestros actos, llegada la hora, y podáis cumplir la misión que os he confiado.