14 El espíritu inicia a través de su cuerpo una etapa de prueba, pero él ya se ha iluminado antes y se ha fortalecido para no dejarse desviar por las tentaciones que le presenta el mundo.
15 A veces le corresponde habitar en un ser cuyo corazón encierra gran rebeldía y entonces le parece difícil manifestar su luz. Ese corazón será su crisol y su prueba en la vida, y si logra someterle y persuadirle de que sólo estando en armonía materia y espíritu puede el hombre encontrar la paz, habrá triunfado de su prueba y podrá aspirar a un mundo más elevado.
16 Si el corazón es débil ante los sufrimientos y vicisitudes de la vida y se torna en blasfemo, es porque el espíritu se dejó dominar por los sufrimientos, es que descendió hasta la escala de la materia e hizo suyas todas las miserias y pequeñeces que a él no le correspondían.
El que reflexiona a tiempo, ora y en la fe se fortalece, podrá triunfar, y de aquella prueba le quedará el fruto de la experiencia para no volver a flaquear ni a debilitar; en cambio, el que por un momento olvide su esencia y se consagre a vivir y sufrir para el mundo, ese habrá caído, vencido por la fuerza de la materia, por las necesidades, las tentaciones y las pequeñeces de la vida humana.
17 ¡Ah, si desde vuestros primeros pasos en la Tierra escuchaseis en los labios de vuestros padres una doctrina, fortificante y consoladora! ¡Cuánto ayudaría ésta al espíritu a guiar a la mente y al corazón en su evolución hacia vuestro Dios!
18 Una gran enseñanza espiritual se requiere para que el hombre camine de acuerdo con la voz de su conciencia, porque la materia que le rodea en el mundo, a pesar de estar todo saturado de amor divino, sabiamente hecho para el bien y para la felicidad del hombre, constituye una prueba para el espíritu, desde el instante en que viene a habitar un mundo al cual no pertenece, unido a un cuerpo cuya naturaleza es diferente a la suya.
19 Ahí podréis encontrar la causa por la que el espíritu olvida su pasado.
Desde el instante en que encarna en una criatura inconsciente, recién nacida, y se funde en ella, inicia una vida junto con aquel ser. Del espíritu sólo quedan dos atributos presentes: La conciencia y la intuición, pero la personalidad, las obras hechas y el pasado temporalmente quedan ocultos. Así ha sido dispuesto por el Padre.
¿Qué sería del espíritu que ha venido de la luz de una elevada morada a habitar entre miserias de este mundo, si recordara su pasado? ¡Y cuántas vanidades habría entre los hombres al serles revelada la grandeza que en otra vida existió en su espíritu!
20 Es preciso que sepáis que el espíritu antes de encarnar ha tenido una vasta preparación, ya que va a quedar sometido a una larga y a veces dura prueba; pero gracias a aquella preparación no se turba al penetrar en esta vida, cierra sus ojos al pasado para abrirlos a una nueva existencia y así, desde el primer instante, se adapta al mundo al que ha llegado.
Cuán diferente es la forma en que vuestro espíritu se presenta ante los umbrales de la vida espiritual, a cuando acaba de dejar su cuerpo y al mundo.
Como ha carecido de verdadera preparación para retornar a su morada, entonces se ve turbado, le dominan aún las sensaciones de la materia y no sabe qué hacer ni a dónde ir; eso se debe a que no aprendió que también es necesario saber cerrar los ojos para este mundo en el postrer instante, porque sólo así podrá ir a abrirlos al mundo espiritual que había dejado, donde le esperaba todo su pasado para unirlo a su nueva experiencia y a todos sus méritos anteriores sumar los nuevos méritos.
21 Un denso velo nubla su mente mientras recobra la luz; una influencia tenaz de todo lo que dejó le impide sentir la vibración de su conciencia, y en tanto se desvanecen sus sombras para reintegrarse a su verdadera esencia, ¡cuánta turbación, cuánto dolor!
22 ¿Habrá quién, después de escuchar o de leer este mensaje, le rechace como lección inútil o falsa? Yo le digo que sólo aquél que llegara a encontrarse en un grado de materialismo extremo o de ciego fanatismo, podrá rechazar esta luz sin que su espíritu se conmoviese.
23 En este tiempo no vengo a revelar al hombre el pasado de su espíritu, pero sí a asegurarle que su espíritu ha vivido, que ha venido a desempeñar una misión elevada a la Tierra y que debe retornar a su mansión, no sólo sin mancha, ni siquiera con la misma luz que trajo, sino aún con mayor luz.
28 Yo traigo para la Humanidad una enseñanza que la lleva a la realización de obras de verdadera caridad, de utilidad espiritual y elevación, obras por las cuales serán los hombres recordados, bendecidos e imitados por las generaciones futuras. Sólo la huella de las obras que encierren verdad será imperecedera en el mundo, porque se aproxima la hora de juicio en que toda obra que no está fincada sobre cimientos de verdad, sea destruida y de ella no quede ni piedra sobre piedra.
29 A vosotros os digo, discípulos, que si queréis dejar simiente en el corazón de vuestros hermanos, que sea con vuestras obras y ejemplos, obras limpias de vanidad. Tened siempre presente que para no torcer ni equivocar el camino, debéis ser el siervo humilde y el discípulo obediente de Cristo, cuyas obras están escritas en vuestra conciencia.
30 Ahí están mis ejemplos presentes, eternos e imborrables, a pesar de tantas tempestades y torbellinos.
32 Debo deciros, discípulos, que si os interesa que vuestras obras tengan valor delante de Mí, no tendréis que pedir nada a cambio de ellas a vuestros hermanos.
34 Velad y orad, os digo siempre, para que no caigáis en tentación, para que no ocultéis ante nadie vuestros dones, ya sea por temor o por egoísmo, comprendiendo que en vuestra alforja lleváis muchos presentes que no os pertenecen, porque os los he dado para que los depositéis en vuestros hermanos.
Sabed que por mucho que poseáis, si no dieseis nada, es como si nada tuvieseis. Por eso muchas veces os he reclamado que habiendo recibido tanto de Mí, venís y me mostráis vacías vuestras manos, porque nada han dado, porque no han sembrado mi palabra de amor.
36 Quienes viven esperando de Mí la caridad, y pudiendo hacerla en su sendero no la hacen, no han tenido caridad de sus hermanos ni de ellos mismos. Esos son los que han dejado enfriar su corazón, los que han apagado su lámpara, los que se asemejan a débiles pajarillos caídos del nido o a las hojas secas que en otoño se desprenden de los árboles para ser llevadas sin rumbo por los vientos.
43 Guardad vuestro tesoro compartiendo de él y siempre haciendo buen uso de cuanto él encierra; entonces nacerá en vosotros una fuerza, una salud y una luz que jamás habíais experimentado. Esa fuerza, esa luz y esa salud provendrán del espíritu y se reflejarán en la materia.
47 Si queréis encontraros en paz cuando surjan los grandes acontecimientos anunciados por mis enseñanzas, permaneced firmes en vuestros puestos.
48 Ya veréis como llegará el instante en que los representantes de las grandes iglesias sientan la presencia de lo divino y reconozcan la llegada del nuevo tiempo.
49 Les veréis a unos y a otros deliberar, interrogarse y hacerse proposiciones, aun cuando por momentos su vanidad les haga creerse superiores unos a otros.
50 Este tiempo de lucha será inolvidable para vuestro espíritu, porque en él logró vencer al materialismo y dar expansión a su fe, al amor, al anhelo de ascender a Dios por el sendero de la espiritualidad.
51 El entendimiento y el corazón del espiritualista participarán del deleite de su ser superior y mientras tengan vida colaborarán con el espíritu en el desempeño de su elevada misión; mas llegada la hora de reposar en el seno de la tierra, lo harán en paz, satisfechos de haberse ocupado en la Obra del Señor, y los últimos pensamientos, así como los últimos latidos de aquel ser, se grabarán indeleblemente en el espíritu que habitó una envoltura humilde, noble y dócil a los mandatos divinos.
52 Ved por qué os digo que transforméis vuestra materia en un báculo, en un apoyo del espíritu aquí en la Tierra, dándoos a comprender que le quitéis a vuestra carne ese cetro y ese mando con que ha tratado de someter al espíritu, que guiado por la conciencia es el único timón y luz en la vida del hombre.
53 Os he hablado de acuerdo con vuestra capacidad, porque no quiero que ignoréis el sentido de ninguna de mis palabras, aunque os digo también que según la preparación de cada grupo, multitud o congregación, así es la forma en que me manifiesto.
54 Todo espíritu tiene una gran deuda con su Padre. Por mi amor hacia vosotros os he ofrecido en la Tierra esta nueva oportunidad de justificaros delante de Mí, de restituir espiritualmente y de purificaros para que podáis pasar a la siguiente morada.
57 Este pueblo trae la misión de despertar espiritualmente a la Humanidad; mas cuando haya cumplido y los hombres se den cuenta del tiempo en que viven, veréis surgir de su corazón un anhelo de luz y de su espíritu un ideal de elevación, que conmoverá la vida humana hasta sus raíces y transformará al mundo.
58 La conciencia será escuchada y obedecida, los llamados del espíritu serán entendidos, los anhelos y derechos espirituales serán tenidos en cuenta y respetados, y en todas partes brillará el anhelo de conocer a Dios, de sentirlo, de acercarse a Él y de mirar su verdad.
60 ¡Hasta dónde se ha hundido el hombre en su materialismo, llegando a negar a quien todo lo ha creado! ¿Cómo ha podido la mente humana ofuscarse a tal grado? ¿Cómo ha podido vuestra ciencia negarme y profanar la vida y la Naturaleza como lo ha hecho?
61 En cada obra que vuestra ciencia descubre está mi presencia, en cada obra se manifiesta mi Ley y se deja escuchar mi voz. ¿Cómo es que estos hombres no sienten, ni ven, ni escuchan? ¿Por ventura es una prueba de adelanto y de civilización el negar mi existencia, mi amor y mi justicia?
62 No estáis entonces más adelantados que los hombres primitivos, que supieron descubrir en cada elemento y en cada maravilla de la Naturaleza la obra de un Ser Divino, superior, sabio, justo y poderoso, al que atribuyeron todo bien, todo lo existente, y por eso lo adoraron.
63 A través de una inteligencia naciente trataban de comprender lo que sus sentidos corporales recibían. ¿Qué culto perfecto podían ofrecerme? ¿Qué comprensión plena podían tener de la verdad? Sin embargo, su asombro, su fe y su culto eran recibidos por Mí como las primicias de un extenso campo que mi Espíritu habría de cultivar a través de los tiempos.
64 Desde entonces hasta ahora, ¡cuántas revelaciones le ha confiado mi amor! Sin embargo, cuando estos hombres debieran haber alcanzado la cumbre de la comprensión y cuando su culto debiera ser perfecto, es cuando su ciencia egoísta, soberbia e inhumana, se ha levantado para negarme; y en cuanto a los cultos que existen, viven en el letargo de la rutina y de las tradiciones.
65 Yo os di el don del libre albedrío y he respetado esa bendita libertad concedida a mis hijos; pero también puse en vuestro ser la luz divina de la conciencia para que guiados por ella, encauzaseis vuestros dones; y Yo os digo que en la lucha del espíritu y la materia, ha sufrido el espíritu una derrota, una caída dolorosa, que poco a poco le ha ido alejando más y más de la fuente de la verdad que soy Yo.
66 Su derrota no es definitiva, es pasajera, porque del fondo de su abismo se levantará cuando su hambre, su sed, su desnudez y sus tinieblas no las pueda soportar más. El dolor será su salvación y oyendo la voz de su conciencia se levantará y luminoso, ferviente e inspirado, tomando nuevamente sus dones, pero ya no con aquella libertad de aplicarlos al bien o al mal, sino consagrándolos tan sólo al cumplimiento de las leyes divinas, que es el mejor culto que puede ofrecer a mi Espíritu.