De Enseñanza 303 Enero 1, 1950 11 En verdad os digo que en los instantes en que mi palabra se hace oír a través del portavoz, no sólo el espíritu de este pueblo se estremece, sino todos los seres que en el valle espiritual también necesitan de la luz divina. 12 No llega a ellos el sonido de la palabra humana, pero sí la esencia y la inspiración de mis mensajes, porque mi voz es universal y su eco alcanza a todos los mundos y moradas donde habite un hijo de Dios. 13 Yo envío a cada mundo un rayo de mi luz; a vosotros os he hecho llegar esta luz en forma de palabra humana, como a otras mansiones les llega por medio de inspiración. 14 En la luz de ese rayo divino se irán uniendo todos los espíritus, haciendo de él una escala que les conduzca a un mismo punto, hacia el Reino espiritual prometido a todos los que sois partícula espiritual de mi Divinidad. 15 ¿Imagináis el regocijo de todos los seres que en la Tierra tuvieron vínculos materiales con vosotros y que hoy habitan más allá de vuestro mundo, cuando saben que la voz que ellos escuchan, también hay quienes la oyen en la Tierra? Ellos no se han alejado de vosotros, ni os olvidan, ni dejan de hacer algo por los que se quedaron unos instantes más en el valle terrenal. Su caricia y sus bendiciones son continuamente sobre vosotros. 16 Allí habitan los que fueron vuestros padres, hijos, hermanos, esposos, amigos o benefactores; ya en espíritu son simplemente hermanos vuestros, pero su amor por vosotros es el mismo o aún mayor, así como su potestad para ayudaros y protegeros ha aumentado. 17 Orad por ellos, pueblo; vosotros tampoco dejéis de amarles y recordarles, porque vuestro recuerdo y vuestras oraciones son un dulce consuelo en la lucha de ellos. Nunca los imaginéis turbados o habitando entre tinieblas, porque sería tanto como si vosotros os sintieseis capacitados para dictar un juicio y una sentencia sobre ellos; y si aquí en la Tierra los humanos suelen ser tan imperfectos e injustos para juzgar las causas de sus semejantes, ¿qué será tratándose de juicios sobre algún espíritu? 18 Nuevamente os digo que a vosotros sólo os toca ayudarles con vuestra oración y con vuestras buenas obras en el mundo. 19 No sintáis la necesidad de que ellos se manifiesten en alguna forma material en vuestra vida, ya sea tomando un cerebro o por otro medio, porque negaríais la espiritualidad que os he enseñado. Tampoco tengáis para ellos determinado día del año para invocarles; meditad en que lo espiritual vive fuera del tiempo material y que, por tanto, todo instante podrá ser propicio para aproximaros a ellos a través de la oración espiritual. 21 El espíritu de los que lloráis vive y os obstináis en darle por muerto en aquel cuerpo que desapareció bajo la tierra. Les dais por perdidos mientras ellos, llenos de amor, os están esperando para daros testimonio de la verdad y de la vida. Les creéis lejanos o insensibles y sordos ante vuestras luchas y penalidades, y no sabéis cuántos pedruscos van apartando de vuestro paso y de cuántos riesgos os van librando. 22 La ignorancia os obliga a ser ingratos y hasta crueles con vosotros y con los demás, aunque debo deciros, ¿quién puede ser ignorante después de haber escuchado alguna de mis cátedras? 27 Cuando os he dicho que os apartéis de los placeres, habéis interpretado mal mi palabra, llegando a pensar que más me agrada veros en los sufrimientos que en los goces y estáis en un error. Si soy vuestro Padre, ¿cómo concebís que prefiera miraros llorar que reír? Al deciros que os apartéis de los placeres, me he referido únicamente a aquéllos que son insanos para el espíritu o nocivos para vuestra materia, mas Yo os aconsejo que procuréis todas aquellas satisfacciones sanas para el espíritu y para el corazón que estén a vuestro alcance. 28 Es tan dura la prueba que encierra la vida del hombre, que es menester endulzarla con todos aquellos goces espirituales y materiales que le hagan más amable y llevadero el peso de su cruz. 29 Yo bendigo a todos aquéllos que saben encontrar en el calor de su hogar los mejores goces de su existencia, procurando con su cariño de padres a hijos, de hijos para con sus padres y de hermanos con hermanos, formar un culto, porque aquella unión, aquella armonía y aquella paz se asemejan a la armonía que existe entre el Padre Universal y su familia espiritual. 31 En verdad os digo que si supieseis buscar instantes de satisfacción y alegría, así como tener horas de paz, las tendríais en todos los días de vuestra existencia, pero para eso elevad primero vuestro espíritu, elevad vuestros sentimientos y la forma de pensar sobre la vida. 33 Os doy mi luz para que salgáis de las sombras y lleguéis a encontrar en este planeta, que convertisteis en valle de lágrimas, los goces verdaderos del espíritu y del corazón, junto a los cuales todos los demás placeres son pequeños e insignificantes. 36 Todos tenéis una cita Conmigo y os habréis de reunir para escucharme, porque todos tendréis que oírme. 37 Todo será puesto en la balanza de mi justicia, donde serán pesadas todas las obras que estén sin juzgar. Mi presencia y mi poder se harán sentir cual nunca se han manifestado, porque después del caos todo volverá a su cauce. 39 Os repito que voy a hacer sentir mi presencia, mi poder y mi justicia. Si he permitido que el hombre en su maldad profane cuanto es sagrado en la vida, voy a poner límite a su maldad; si lo he dejado caminar por la senda de su libre albedrío, voy a probarle que todo tiene un hasta aquí; si lo he dejado colmar sus ambiciones de poderío y de grandeza en el mundo, voy a detenerle en el camino para que juzgue su obra a través de su conciencia, para que pueda responder a mis preguntas. 40 Yo he permitido que el dolor, la destrucción y la muerte se dejasen sentir en vuestra vida para que sus frutos tan amargos os hiciesen comprender la clase de árbol que cultivasteis; mas también haré que el dolor se esfume y deje que el espíritu descanse y medite, porque de él tendrá que surgir el himno de amor. Dicho está y también escrito, que ese día llegará, cuando los hombres hayan ataviado su espíritu con la vestidura blanca de la elevación. 41 Todos serán salvos, todos serán perdonados, todos serán consolados. ¿Dónde está entonces la muerte, dónde la condena eterna y el infierno sin fin? 42 Yo no formé la muerte ni el infierno, porque al concebir mi Espíritu la idea de la Creación, sólo sentí amor y de mi seno sólo brotó vida; si la muerte y el infierno existieran, entonces tendrían que ser obras humanas por pequeñas, y ya sabéis que nada de lo humano es eterno. 43 He aquí a vuestro Maestro, pueblo escogido, mostrándoos nuevamente el camino. 63 Mi palabra ha sido siempre una verdad entre vosotros, mas cuando os he entregado una profecía que consideráis muy grande, habéis dudado. 64 Así como lo que dije a través de Joel, el profeta del Primer Tiempo, todo se ha cumplido en este Tercer Tiempo con la comunicación de mi rayo divino y con la presencia del mundo espiritual, con vuestros mirajes espirituales y sueños proféticos, así habéis tenido la realización del anuncio que os hice a través de los primeros portavoces cuando os dije al principio de mi comunicación: -De cierto que para el año de 1950, tiempo en que levantaré para siempre esta forma de entregaros mi palabra, los recintos como éste se habrán multiplicado por doquier, mi Verbo resonará en todos ellos y habrá millares y millares de labriegos. El eco de mi palabra y la fama de mi presencia habrán penetrado en los hogares más humildes y en los suntuosos palacios y los extranjeros vendrán de los distintos países de la Tierra a inclinar su cerviz y convertirse en mis labriegos-. 65 Así profetizaba el Padre por conducto de Damiana Oviedo, y a los escasos congregantes de aquellos días les parecía imposible que la Humanidad llegara a aceptar tan extraña revelación. 66 1950 ha llegado y el Padre no necesita preguntar a sus discípulos si en verdad se han cumplido aquellas profecías: Vosotros contempláis la multiplicación de los recintos y del número de labriegos, el perfeccionamiento de mi manifestación a través de muchos portavoces y cómo ha ido resonando mi palabra, de provincia en provincia, de una a otra ciudad. 67 El eco de la revelación de mi nueva venida entre los hombres ha llegado por conducto de mis emisarios a las naciones que llamáis extranjeras. 68 Mi promesa se ha cumplido. ¿Qué aceptación le dará entonces vuestra fe y vuestra confianza a mis profecías, si hoy os dijera algo con respecto al año 2000? 69 De cierto, dice el Padre a su pueblo, que la Doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, para el año 2000 estará extendida por todo el orbe y habrá llegado a todas las naciones. 70 Pero este lapso de 50 años será de gran lucha para Israel. ¡Cuánto es lo que debéis perseverar en las virtudes y la espiritualidad! ¡Cuánto tendréis que luchar contra la idolatría y el fanatismo de las distintas religiones, advirtiéndoos que ésto es el veneno más grande que pueda sorprender a los hombres en la Tierra! 71 Mirad cómo ha despertado el espíritu de la Humanidad. Mirad cómo todas sus congregaciones conmovidas se encuentran. Ved en cada religión, en cada secta, un reino, un señorío; y todos esos reinos se levantarán llamándose unos a otros a unificación, y como ninguno estará dispuesto a doblegarse para acudir al llamado de los demás, vendrá la contienda. 72 Desaparecerán las palabras de amor para dar paso a los anatemas, a las amenazas, a las condenaciones y a las excomuniones; todo eso tendréis que contemplar, oh Israel. 73 Se desatarán las lenguas, se desencadenarán las pasiones humanas, todos tomarán mi nombre, mi palabra y mis leyes para hacerse la guerra, para combatirse, para exterminarse y humillarse. 74 ¡Alerta, pueblo de Israel! Porque la Humanidad se levantará contra sus propios ídolos, su fanatismo y sus tradiciones, y comenzará entre las religiones el movimiento hacia el principio de espiritualidad. 75 Dejad que el pueblo judío vuelva a su antigua Palestina, Yo así lo permito. Dejad que busquen allá sus tradiciones antiguas en los lugares que ellos consideran sagrados. Dejad que erijan nuevamente el Templo de Salomón. Yo tengo dispuestas las pruebas para su desengaño y todo obedece, todo colabora con mis planes divinos. 76 Y cuando las grandes pruebas sean con ellos, entonces clamarán por la venida del Mesías y sus voces estremecerán las bóvedas de su templo, mas el Mesías no llegará entre ellos. 77 Irán por los montes y collados de Palestina; buscarán las tierras que pertenecieron a las tribus de Jacob, la Judea y la Samaria, y en ningún lugar podrán encontrar al Mesías ni señal alguna de su venida y entrarán en congoja; despojados de sus bienes materiales, en su desesperación invocarán a Jehová y entonces Jehová, en quien se encuentra el Mesías y el Espíritu Santo, les hablará con claridad, por medio de grandes acontecimientos. 78 Despertará entonces el pueblo judío, descansará de su larga jornada y se unificará a la Humanidad con verdadera fraternidad espiritual. 79 Dejad que en el Cristianismo, tan dividido en diversas ramas desde su principio, se levanten los unos contra los otros. 80 Dejad que unos pongan sus ojos en Roma, que las grandes caravanas dejen su huella en el camino y crucen los mares. Dejad que lleguen descalzos ante la Iglesia de Pedro, y mi divino silencio les hablará grandemente a aquellos espíritus, pues tan sólo encontrarán oro, pompa, galas humanas, rituales, liturgias y festines, mas todo lo mirarán pequeño y pasajero. 81 Y aquellos símbolos que antes tan grandes les parecieran a los hombres, serán vistos como pobres figuras que no tienen ni mi verdad ni mi presencia. Y en la soledad de aquel silencio, retornarán. 82 Y entonces, cuando la miseria espiritual sea entre ellos, Yo descenderé como Espíritu Santo, como el Consolador para decirles: -Aquí estoy. Aquí está el Mesías, el que os prometió que volvería. Recordad que os dije que volvería en la nube, rodeado de ángeles y que desde esa nube descenderían infinitos rayos de luz sobre los hombres-. 83 Discípulos: No os conforméis solamente con la unificación del pueblo de Israel, no; tened el pleno conocimiento de lo que el Espíritu Santo trajo a vuestro espíritu en este Tercer Tiempo: la simiente de unificación universal. 84 Vengo a unificaros con los espíritus del Universo todo, y ante este llamado de unificación universal desaparecerán linajes y razas, sectas y religiones; desaparecerán las fronteras entre los distintos mundos y sólo existirá la familia espiritual, la hija del Espíritu Santo.