De Enseñanza 315 1950 7 La torre de Babel aún está en pie ciertamente, pero también es verdad que el pueblo espiritualista ya está surgiendo en el mundo y tiene la misión de empezar a destruir los cimientos de esa torre de divisiones, diferencias y orgullo. 13 Almacenad mi palabra, oh pueblo bendito, mirad que ella tendrá que ser el cimiento firme de una nueva torre que los hombres habrán de levantar, mas no la torre que simbolice el orgullo humano, ni la que desafíe el poder y la justicia divinos, sino la torre inmaterial que simbolice la elevación espiritual, el amor, la caridad y la armonía entre los hombres. 14 Para ayudaros en vuestro desarrollo espiritual fue indispensable que Yo me comunicara por medio del entendimiento humano con este pueblo, para recordaros mi Ley, para dejar esclarecida mi palabra y definida vuestra misión. 15 Ley, normas y consejos os he confiado para que sepáis guiar vuestros pasos una vez que ya no tengáis mi palabra con vosotros. Esa ley y esas normas, dadas a conocer a la Humanidad a través del entendimiento humano, servirán para que los hombres, a quienes he concedido dones espirituales, sepan encauzarlos por el verdadero camino, evitando así su propia confusión y la de sus hermanos. 17 El mundo en esta era no supo esperarme como me esperó el pueblo de Israel en aquel Segundo Tiempo. Mis grandes profetas habían anunciado a un Mesías, a un Salvador, al Hijo de Dios, quien vendría a libertar a los oprimidos y a iluminar al mundo con la luz del Verbo, y aquel pueblo, mientras más sufría, más deseaba la llegada del Prometido; mientras más bebía en el cáliz de la humillación y la opresión, más anhelaba la presencia del Mesías y por doquiera buscaba indicios y señales que le hablasen de la proximidad de la llegada de su Salvador. 20 Cuando declaré al mundo ser Yo el Mesías, y mi palabra como un río de vida comenzó a sustentar a los corazones, el hambre y la miseria del cuerpo y del espíritu se hallaban por doquiera. Sólo la luz de la esperanza sostenía a aquel pueblo, pues hasta su culto a Dios había sufrido profanaciones, convirtiéndolo en un culto idólatra más. 21 Hambre, sed, enfermedad, esclavitud, turbación, lepra, tiniebla, miseria, ése era el fardo que el César había puesto sobre los hombros del pueblo de Dios. Por eso era deseado, por eso día tras día era esperado. Y cuando mi palabra llegó a los corazones, hablándoles de amor, de justicia, de fraternidad y de libertad, las turbas me siguieron; cuando mi mano tocó a los enfermos, haciéndoles sentir la paz y el consuelo divino, ellos, sin poderse contener, gritaron para dar testimonio por calles y plazas, que Yo era el Cristo prometido, el Mesías anunciado. 22 Y ahora, en este Tercer Tiempo, ¿qué pueblo me ha esperado?, ¿quién ha velado y orado en espera del cumplimiento de mi promesa? Muy pocos, porque en vez de imitar a aquel pueblo que de generación en generación se fue transmitiendo el conocimiento de las profecías, lo que habéis hecho es ir borrando de tiempo en tiempo mi palabra. Y sabed que en mi palabra, dada en Jesús en el Segundo Tiempo, prometí volver confirmando así las palabras de los profetas de los primeros tiempos, que no sólo hablaron de mi venida en cuanto hombre, sino que también anunciaron mi llegada en Espíritu en este tiempo que ahora vivís. 25 La Humanidad dormía espiritualmente en el instante en que se cumplió mi promesa de volver entre vosotros. Ni un solo pueblo veló ni me esperó, y mirad que si en el Primer Tiempo la promesa del Mesías fue para un pueblo, la promesa de mi retorno fue para todas las naciones. 26 En verdad os digo que ya mi luz, como el relámpago, ha cruzado de Oriente hacia Occidente sin que el mundo se percatara de ello. 28 Cuando este mensaje haya concluido, dejaré de hablar por estos conductos para manifestarme después en forma sutil en los espíritus; pero mi palabra, grabada en el corazón de quienes la escucharon y escrita en un nuevo libro, será llevada a los pueblos y naciones del mundo, como semilla de paz, como la luz de la verdadera ciencia, como bálsamo sobre el mal que aqueja al cuerpo y al espíritu de la Humanidad. 33 No ocultéis mi Doctrina por temor a ser rechazados; si os preparáis dignamente, si os apegáis al cumplimiento de mis leyes, ¿quién podrá censuraros? Mis enseñanzas os conducen a la más elevada moral y espiritualidad, y podéis vivir en paz con aquéllos que profesan su fe en diferentes formas como con los que pertenecen a otras razas o a otras clases. Sólo quiero que llevéis el sello de la más pura espiritualidad para que seáis reconocidos como discípulos de esta Obra. Por esto, no os sintáis más grandes ni más pequeños que vuestros hermanos, pero sí sentid el deber de ayudarles, poniendo a su alcance mi palabra para que puedan convertirse también en mis discípulos. 34 Os he dado la Tierra para que la poseáis todos por igual, para que viváis en paz y la toméis como un hogar temporal, en el que desarrolléis vuestros dones y preparéis vuestro espíritu para que ascienda a su nueva morada. Yo os he dicho: En la casa del Señor hay muchas moradas; vosotros las conoceréis a medida que vayáis elevandoos. Cada una en grado ascendente os acercará a Mí y serán alcanzadas por vosotros según vuestras obras, porque todo está sujeto a un orden y a una justicia divinos. 35 Nadie podrá impedir vuestro paso de una escala a otra, y en el final de cada una de ellas habrá regocijo y fiesta en vuestro espíritu y en el mío también. 41 La escala que en sueños vio Jacob, hoy se levanta luminosa delante de cada espíritu, invitándole a ascender y a conocer los misterios que los hombres no han podido penetrar. 43 La falta de espiritualidad de los hombres ha sido la causa de que el entendimiento no haya esclarecido la verdad que se encuentra dentro de cada una de las palabras o formas contenidas en los divinos mensajes. Entonces la Humanidad ha supuesto que sólo debe creer aun cuando sea sin comprender. Yo os digo en este instante que no soy un misterio para nadie, que el misterio lo creáis vosotros con vuestra carencia de elevación espiritual, con vuestra falta de oración y vuestra falta de caridad y humildad. 44 Yo no puedo ser un misterio porque en todas partes estoy y me muestro plenamente en todo cuanto existe y os rodea, pero si vosotros os empeñáis en no mirarme, si cerráis vuestros ojos cuando me presento ante ellos o huís de Mí cuando os estoy llamando, tendré que seguir siendo para vosotros un misterio impenetrable. 45 ¿Sabéis qué significado encierra aquella escala que en sueños contempló Jacob? Esa escala representa la vida y la evolución de los espíritus. El cuerpo de Jacob dormía en el momento de la revelación, pero su espíritu se encontraba despierto; él se había elevado hacia su Padre, buscando como medio la oración y al penetrar su espíritu en las regiones de la luz, alcanzó a recibir un mensaje celestial que quedaría como un testamento de revelaciones y verdades espirituales para su pueblo, que es toda la Humanidad, porque Israel no es nombre material sino espiritual. 46 Jacob veía que aquella escala estaba apoyada en la Tierra y que su cúspide tocaba el Cielo; esto indica el camino de elevación espiritual que empieza en la Tierra a través de la carne y termina fundiendo su luz y su esencia con la de su Padre, fuera de toda influencia material. 47 Vio el patriarca que por aquella escala subían y descendían ángeles, representando ello el incesante encarnar y desencarnar, el continuo ir y venir de los espíritus en pos de luz o también en misión de restituir y de purificarse para elevarse un poco más al retornar al mundo espiritual; es el camino de evolución espiritual que conduce al perfeccionamiento. Por eso Jacob contempló en la cumbre de la escala la forma representada de Jehová, indicando que Dios es la meta de vuestra perfección, de vuestras aspiraciones y el supremo galardón de infinitos goces como compensación de arduas luchas, a los prolongados sufrimientos y a la perseverancia por llegar al seno del Padre. 48 En las vicisitudes y en las pruebas el espíritu encontró siempre la oportunidad de hacer méritos para ascender. Ahí, en cada prueba, ha estado siempre representada la escala de Jacob invitándoos a subir un peldaño más. 49 Gran revelación fue aquella, oh discípulos, porque en ella se os hablaba de la vida espiritual en un tiempo en que apenas se iniciaba el despertar del espíritu hacia el culto a lo divino, a lo elevado, a lo puro, bueno y verdadero. 51 Ese mensaje os podrá parecer de poca importancia en apariencia, pero es profundamente infinito en su contenido espiritual; mas, ¿cómo podían los hombres encontrar su esencia, si no la han valorado, si huyen de toda señal o revelación espiritual? He tenido que ser Yo mismo quien venga a daros la interpretación de aquel mensaje que os di en otro tiempo, cuando apenas se iniciaba el despertar del espíritu en el mundo, para alentaros en vuestra misión. 52 Día tras día aparecen señales y surgen acontecimientos que os hablan del fin de una era. 53 La ciencia humana ha llegado al límite a que puede el hombre llevarla en su materialismo, porque la ciencia, inspirada en el ideal espiritual del amor, del bien y del perfeccionamiento, puede ir mucho más allá de donde la habéis llevado. 54 La prueba de que vuestro adelanto científico no ha tenido por móvil el amor de los unos a los otros, es la degeneración moral de los pueblos, es la guerra fratricida, es el hambre y la miseria que reinan por doquiera, es la ignorancia de lo espiritual. 55 Llenas de orgullo se levantan las grandes naciones pregonando su poderío, amenazando al mundo con sus armas, haciendo alarde de inteligencia y de ciencia, sin darse cuenta de lo frágil que es el mundo falso que han creado, pues bastará un débil toque de mi justicia para que ese mundo artificioso desaparezca. Y será la mano del hombre la que destruya su propia obra, será su mente la que invente la forma de exterminar lo que antes creó. Yo haré que sólo queden en pie aquella obras humanas que hayan dado buen fruto a los hombres, para que sigan siendo cultivadas en bien de las generaciones venideras, mas todo lo que encerrase un fin perverso o egoísta será destruido en el fuego de mi justicia inexorable. 56 Sobre las ruinas de un mundo creado y destruido por una Humanidad materialista, se levantará un nuevo mundo cuyos cimientos serán la experiencia y tendrá por finalidad el ideal de su elevación espiritual. 57 Pensad en el adelanto de una Humanidad cuya moral proceda de la espiritualidad, imaginad una Humanidad sin límites ni fronteras, compartiendo fraternalmente todos los medios de vida que la tierra ofrece a sus hijos. Tratad de imaginar lo que será la ciencia humana cuando ella tenga por ideal el amor de los unos a los otros, cuando el hombre obtenga a través de la oración los conocimientos que busca. Pensad en lo grato que será para Mí recibir de los hombres el culto del amor, de la fe, de la obediencia y la humildad a través de su vida, sin que tengan que recurrir a ritos ni a cultos externos. 58 Ésa sí será vida para los hombres, porque dentro de ella respirarán paz, gozarán de libertad y se sustentarán solamente con aquello que encierre verdad. 59 La existencia que lleváis en la Tierra tiene más de muerte que de vida. Ella es infierno para muchos, es presidio, es cautiverio, es destierro, no se conoce en ella la paz ni puede disfrutarse de la libertad, no existe la salud en el cuerpo ni en el espíritu, ni existen goces que os compensen en algo tanto dolor. 60 Pero lucháis por parecer felices, meditáis la forma de disimular vuestros continuos fracasos, ponéis ante vuestro rostro una máscara sonriente para fingir que sois felices y hacéis alarde de fuerza y de valor para ocultar el miedo que tenéis ante el abismo que habéis abierto bajo vuestros pies. 61 Ayer la Tierra fue valle de lágrimas; ahora es valle de sangre; mañana, ¿qué será? Un campo de humeantes escombros por donde pasó el fuego de la justicia exterminando el pecado y abatiendo el orgullo de los hombres sin amor, porque se olvidaron del espíritu. 62 Así serán arrojados del templo del saber los mercaderes de la ciencia, porque lucraron con la luz, porque profanaron la verdad. 63 ¿De qué tiempos futuros os estoy hablando? No lo sabéis, ni voy a precisarlos, porque los hechos os irán hablando del cumplimiento de mi palabra. 64 Mientras a unos les digo que reúnan todo el fruto de sus obras para que el fuego lo destruya, a otros les digo que reúnan su simiente y la protejan, para que cuando pase el día de la justicia, esa simiente se siga propagando como semilla de vida. 67 Las religiones duermen el sueño de los siglos, sin dar un paso hacia adelante, y cuando despiertan es sólo para agitarse en su interior sin atreverse a romper el cerco que se han creado con sus tradiciones. 68 Serán los humildes, los pobres, los sencillos e ignorados, quienes salgan de esa órbita en busca de luz, de ambiente puro, de verdad y progreso; serán ellos los que den la campanada y la voz de alerta, al sentir la llegada de los tiempos de mis nuevas revelaciones en la Era de la espiritualidad. 69 La Humanidad quiere descubrir el misterio de la vida espiritual, de esa existencia a la que irremisiblemente habrá de penetrar y que, por eso mismo, le interesa conocer. 70 Los hombres interrogan, suplican, piden luz por caridad, porque sienten la necesidad de prepararse, mas por toda contestación se les dice que la vida espiritual es un misterio y que pretender descorrer el velo que le cubre es una temeridad y una blasfemia. 71 En verdad os digo que esos sedientos de verdad y de luz no encontrarán en el mundo la fuente cuyas aguas calmen su sed; seré Yo quien derrame desde los Cielos esas aguas de sabiduría que los espíritus ansían beber; Yo desbordare mi fuente de verdad sobre todo espíritu y sobre toda mente para que los misterios queden destruidos, porque os digo, una vez más, que no soy Yo quien tiene misterios para los hombres, sino vosotros sois quienes los creáis. 72 Bien está que siempre existirá algo en vuestro Padre que nunca descubriréis, si tomáis en cuenta que Dios es infinito y que vosotros sois sólo partículas, pero que debáis ignorar quiénes sois en la eternidad, que tengáis que ser un misterio impenetrable ante vosotros mismos y que tengáis que esperar a penetrar en la vida espiritual para conocerla, eso no está prescrito por Mí. 73 Que en los tiempos pasados no se os habló en esta forma, ni se os hizo una invitación amplia a penetrar en la luz de los conocimientos espirituales, es cierto; pero es que en los tiempos pasados no experimentó la Humanidad la imperiosa necesidad de saber lo que ahora siente, ni estaba capacitada espiritual ni mentalmente para comprender. Si siempre había estado buscando y hurgando, fue más por curiosidad que por verdadera sed de luz. 74 Para que los hombres encuentren el camino que les conduzca hacia esa luz y para que estén en condiciones de recibir aquellas aguas de la fuente de la vida y la sabiduría, antes tendrán que dejar todo culto exterior y borrar de su corazón todo fanatismo. Una vez que comiencen a sentir en su corazón la presencia del Dios viviente y omnipotente, sentirán escapar de lo más íntimo de su ser una plegaria nueva, desconocida, llena de sentimiento y de sinceridad, plena de elevación y de ternura, que será la verdadera oración revelada por el espíritu. 76 Todavía vivís en un tiempo en que necesitáis de los libros que contienen el testimonio de mis manifestaciones para aprender de ellos, o que vuestros hermanos que más saben os transmitan su saber, mas no contáis con que se aproxima el tiempo de los intuitivos, de los que hablen por inspiración, de los que reciban la luz en la oración, de los que sin aprender en la Tierra, tengan más poder que el hombre de la ciencia.