7 Elías se presenta en la senda de los espíritus siempre como un precursor y aparejando los senderos, apartando los espinos y pedruscos para que la planta de mis hijos no se lastime en el camino, echando a vuelo la campana espiritual que os habla a través de la conciencia hasta lo más profundo del espíritu.
8 Porque Elías es aquél que ha estado con vosotros siempre y al que muy pocas veces habéis sentido.
9 ¿Es acaso él vuestro Padre? No. ¿Es acaso el Espíritu Santo? Tampoco. ¿Quién es entonces Elías? Elías es el gran espíritu que está a la diestra de Dios, que en su humildad se nombra siervo del Padre y por su conducto, como por el conducto de otros grandes espíritus, muevo al Universo espiritual y llevo a cabo grandes y altos designios. Sí, mis discípulos, a mi servicio tengo multitudes de grandes espíritus que rigen la Creación.
10 Entonces os preguntáis: -¿El Padre no es Aquél que todo lo hace?- Y Yo os contesto: -Yo soy el que todo lo hago, porque sin Mí nada se movería; pero así como he dado vida a muchos espíritus, a todos les he dado parte en mi Obra, en mi trabajo, sitio en mi Creación, lugar digno a mi diestra.
15 La vida desde la aparición del hombre no la podéis imaginar ni calcular. Lo que antes de vuestra existencia haya pasado en otros mundos, en el Más Allá insondable para vosotros, no lo conocéis; mas recordad mis enseñanzas, ellas son vuestro camino.
16 Hay fuerzas invisibles a la mirada humana e imperceptibles a la ciencia del hombre, que influyen constante mente en vuestra vida. Las hay buenas y las hay malas, las hay de luz y también obscuras.
17 ¿De dónde surgen esas influencias? Del espíritu, de la mente, de los sentimientos.
18 Unas y otras vibraciones invaden el espacio, luchan entre sí e influyen en vuestra vida; esas influencias lo mismo brotan de espíritus encarnados que de seres sin materia, porque lo mismo en la Tierra que en el Más Allá existen espíritus de luz así como turbados.
19 Si me preguntáis cuál fue el principio, el origen de esas fuerzas, el Padre os contesta:
20 Antes de que los mundos fuesen, antes de que toda criatura y lo que es materia surgiera a la vida, ya existía mi Espíritu Divino. Mas siendo el Todo, experimentaba en Mí un inmenso vacío, porque era como un rey sin súbditos, como un maestro sin discípulos; por ese motivo concebí la idea de crear seres semejantes a Mí, a quienes dedicaría toda mi vida, a los que amaría tan profunda e intensamente que, llegado el momento, no titubearía para ofrecerles mi sangre en la cruz. Y no os confundáis si os digo que antes de que existierais, ya os amaba.
22 Para que Dios pudiera nombrarse Padre, hizo brotar de su seno espíritus, criaturas semejantes a Él en sus divinos atributos; éste fue vuestro principio, así surgisteis a la vida espiritual.
23 Mas, en virtud del libre albedrío del que fueron dotados, hubo espíritus que, alejándose del camino de perfección que su Padre les había trazado, decidieron crear sus propios senderos, alejándose del seno de Dios; mas el Padre, siendo infinito y anhelando ser comprendido por todos sus hijos, formó la vida material como un apoyo para esas criaturas, y dentro de ella creó una de vuestras moradas pasajeras: el mundo.
24 El Padre con paciencia perfecta, infinita, fue forjando y preparándolo todo, para que el hijo no encontrara imperfección alguna, sino que a cada paso y en cada obra encontrara la huella de su Padre; porque todo quedó dispuesto desde el principio como un libro, a través de cuyas páginas y con el paso de los tiempos encontrarais la respuesta anhelada a la pregunta que me haríais: ¿Quién soy, de dónde he venido y a dónde voy?
25 Y cuando todo estuvo preparado doté a vuestro espíritu del cuerpo que le serviría de báculo, de vestido para habitar un mundo maravilloso, creado con sabiduría y perfección para él; como un libro que con todas sus lecciones y bellezas se ofrecía a los hijos del Señor, como una escala que comenzaba en ese mundo y se perdía en lo infinito.
26 Y cuando todo estuvo preparado, dije al espíritu encarnado, al hombre: -He ahí vuestra morada pasajera. Cruzad los caminos, bebed de las fuentes, probad y saboread los frutos, conocedme a través de todo.
27 Éste fue vuestro principio en la vida material, pero esto que os relata el Padre ha quedado muy atrás, ha queda do oculto con el paso de los tiempos.
28 Vuestros números, vuestras ciencias más elevadas para medir y calcular los tiempos, no os bastarían para dar principio a una labor que solamente Dios puede llevar a cabo, por ser el Único que estará siempre más allá de los tiempos.
32 Sí, hijos míos, la consecuencia de todos los pensamientos, palabras y acciones que el espíritu tuvo en su principio por razón del libre albedrío, dio origen a las fuerzas invisibles, a esas vibraciones del bien y del mal.
33 Los que en el uso del libre albedrío comenzaron a vivir en forma sana, tratando de alcanzar su bienestar y el del semejante, crearon vibraciones saludables, benéficas; y los que en el mismo uso del libre albedrío desoyeron la voz de la conciencia y se orientaron por las inclinaciones egoístas, propias de su soberbia, crearon fuerzas maléficas, engañosas.
34 Unas y otras vibraciones quedaron en el espacio, prestas a aumentar o disminuir su intensidad e influencia, atraídas según fueran los pensamientos de los hombres, según sus obras posteriores, pero esas fuerzas invisibles no habrían de quedar aisladas de la evolución de los espíritus. No, discípulos, esas vibraciones quedarían latentes sobre todos los seres.
35 Los que eran inspirados por la luz de la conciencia, sabían rechazar las malas influencias y buscaban las vibraciones benéficas y saludables; y los que en el uso del libre albedrío hacían obras opuestas al dictado divino, atraían las vibraciones perversas, insanas, aumentando su confusión; y de ese equilibrio provienen las enfermedades y las bajas pasiones que atormentan al hombre hasta vuestros días.
36 Yo que conozco vuestro principio y vuestro futuro en la eternidad, di a los primeros hombres armas con las que lucharan contra las fuerzas del mal; pero las despreciaron, prefirieron la lucha del mal contra el mal en la que nadie triunfa, porque todos resultarán vencidos.
37 Si me preguntáis cuáles fueron las armas que di a la Humanidad para luchar contra el mal, os diré que fueron la oración, la perseverancia en la Ley y el amor de los unos a los otros.
38 Os he hablado del origen de las fuerzas del bien y del mal; ahora os digo: Esas vibraciones habrían de llegar a todos los mundos que habría de formar, para probar a los hijos del Señor; mas con ello no buscaba vuestra perdición sino vuestro perfeccionamiento. Prueba de ello es que Yo siempre me he manifestado a mis hijos, ya hablándoos a través de la conciencia, ya doctrinándoos a través de mis enviados o haciéndome hombre entre mis hijos, como en aquel Segundo Tiempo a través de Jesús.
39 No hay raza o tribu por inculta que os parezca, aun aquéllas que no conocéis porque habitan en selvas impenetrables, que no hayan tenido manifestaciones de mi amor. Ellos en el momento de peligro han escuchado voces celestiales que les protegen, que les amparan, que les aconsejan.
45 Velad y orad, venced en mi nombre y entonces sí habréis alcanzado vuestra apoteosis espiritual; la gloria vendrá a vuestro encuentro y habrá sonrisas de paz y de júbilo verdadero. El hijo pródigo de la parábola retornará al hogar paterno y conquistará al fin la paz prometida a los hombres de buena voluntad.
51 Pero en verdad os digo: Elías ha sido siempre antes. Antes de que el hombre llegase a morar el planeta, Elías vino para darle ambiente espiritual, para inundar de esencia espiritual todos los ámbitos de vuestra morada, para dejar convertido este planeta, no solamente en un paraíso terrestre, sino en un santuario para el espíritu, para que el hombre no se inclinara solamente ante la Naturaleza para adorarla, sino que por medio de la Naturaleza descubriera la presencia de su Dios.
Aun antes de que vosotros llegaseis, Elías ha sido. ¿Por qué? Porque habría de llegar el Padre a hacer reconocer su voz, desde los primeros moradores hasta los últimos; y en verdad que los primeros me escucharon, y si no me vieron en todo mi esplendor y no contemplaron mi Divino Espíritu en alguna forma simbólica, sí supieron que Yo era Espíritu y sintieron mi presencia; supieron que Yo era, que Yo hablaba, que era su Padre, que Yo les contemplaba y les juzgaba, que Yo ofrecía todo el bien y les tocaba y reprendía por todo lo malo.
52 Mas para que vosotros pudieseis dar testimonio de la existencia de Elías, lo envié en el Primer Tiempo a encarnarse, para que diese testimonio de él y de su Padre.
Y en verdad él fue uno de aquellos espíritus extraordinarios que sorprendió a la Humanidad, que asombró a los hombres por sus manifestaciones, por sus obras, por sus palabras; un varón que sin ser hombre de ciencia tenía en sus manos los elementos; un ser que siendo humano, sabía sobreponerse a la muerte y pasar sobre ella; un hombre que con su invocación atraía los elementos para sorprender la incredulidad y el materialismo de la humanidad; un hombre que sin ser hechicero sabía en verdad tener potestad sobre los espíritus desencarnados, y de todo ello dio grandes muestras a los que le rodearon.
53 Elías se levantó como profeta entregando profecías próximas a cumplirse y que los mismos testigos que las oyeron las vieron realizadas, y profecías también dadas para largos tiempos, que las nuevas generaciones testificaron. Y lo mismo fue defendiendo a los siervos del Señor que tocando con mano de justicia a los paganos y gentiles; lo mismo estimuló la buena fe de los que creían en su Dios invisible y a Él adoraban, que fustigó el materialismo, la superstición y el paganismo de los gentiles. Yo por su conducto me manifesté, Yo por su boca hablé a los hombres, Yo en su brazo diestro puse mi potestad; y para que vosotros fueseis testigos de que Elías pasaba por sobre la misma muerte y estaba él en la verdadera vida, le hice volver.
54 Habría de venir él antes que el Mesías, a preparar los caminos, a despertar a los hombres de su profundo letargo, a avivar las esperanzas de aquel pueblo que día tras día y generación tras generación, de padres a hijos, venía esperando con tanto amor la llegada del Maestro, del Mesías.
Hice que Elías en verdad y en espíritu fuese el Bautista, el precursor, aquél que venía a deciros: -Preparaos, penetrad en arrepentimiento y en oración, porque el Reino de los Cielos se acerca.
Y el pueblo de Israel, el que creía en las profecías del Bautista, el que sentía temor ante su palabra, se entregaba a la vigilia y a la oración, despejaba su espíritu y su corazón y en ellos sentía la proximidad de la buena nueva del Reino del Maestro.
55 Hice que la vida del Bautista fuese extraordinaria, desde antes de hacerse hombre, desde antes de venir al mundo en el seno de su madre y después en su niñez y en su juventud y hasta su último instante, para que su presencia os despertara como despierta la campana al que duerme; para que os reuniera como el pastor reúne a su rebaño, os condujera a la ribera del río para purificaros, para lavar vuestros cuerpos, como un símbolo de la purificación del espíritu que solamente así puede recibir la comunión con su Señor.
56 Cuando Elías ha cumplido su misión de prepararlo todo como un siervo dócil y humilde, deja entonces la causa en manos del Señor y le dice: -Padre, he aquí a la muchedumbre, he aquí a la multitud espiritual, la cual dejo en tus manos, porque allí está segura, porque es el redil más seguro tu propio corazón de Padre.
57 Hice volver a Elías en el Tercer Tiempo y así lo había Yo anunciado como Maestro en aquel Segundo Tiempo, diciendo: -En verdad, Elías ha estado entre vosotros y no lo habéis sentido. Yo volveré al mundo, pero en verdad os digo: Antes que Yo, vendrá Elías.
Y como toda palabra del Maestro se cumple, en el Tercer Tiempo Elías ha sido antes que Yo para venir a despertar a los espíritus, a hacerles presentir que la hora del Espíritu Santo abría sus puertas; para decir a todo espíritu que abriera sus ojos, que preparara su calza para traspasar el umbral de la Segunda Era hacia la Tercera y para que fuese más palpable la manifestación de Elías en este Tercer Tiempo, Yo le hice comunicarse a través de un varón recto: Roque Rojas.
58 Elías, desde el Más Allá, espiritualmente iluminó al varón, le inspiró, le fortaleció y le guió en todos sus pasos de principio a fin. Mas de cierto os digo: No vine a escoger de entre los hombres a Roque Rojas. Yo le envié con su espíritu ya preparado por mi caridad, le entregué materia preparada también por Mí, y vosotros sabéis que fue humilde, que a través de su humildad y de su virtud el Padre manifestó grandes obras. Fue profeta, portavoz, vidente y guía. De todo ello dejó un claro ejemplo al pueblo.
Fue burlado y mofado por su mismo pueblo, como lo fue Moisés en el desierto; fue perseguido como Elías, el profeta, y tuvo que buscar las cumbres de los montes para desde allí orar y velar por su pueblo.
Fue escarnecido y juzgado por sacerdotes y escribas, como su Maestro; fue creído, seguido y circundado por unos cuantos, también como su Maestro; sus manos repartieron bálsamo, hicieron prodigios que levantaban fe en unos y confusión en otros; sus labios hablaban de lecciones proféticas para unos que se realizaban al pie de la letra, así como sabían decir consejos llenos de consuelo para los corazones enfermos; su mente sabía concebir grandes inspiraciones y sabía extasiarse con el éxtasis de los justos, de los apóstoles, de los profeta; su espíritu sabía desprenderse de este mundo y de su carne, para penetrar en el valle espiritual y humildemente llegar hasta las puertas del Arcano del Señor; y por medio de esa elevación, el espíritu de Elías se manifestó a los primeros testigos, antes de venir el rayo del Maestro.
59 Fue la luz de Elías quien preparó a Roque Rojas, quien le iluminó y le dio certeza delante de los presentes, quien dio testimonio diciendo: -Yo soy el profeta Elías, el de la transfiguración sobre el monte Tabor-. Habló de justicia, de cargos y de muerte y se estremecieron los presentes en verdad, y aquel estremecimiento fue de fe, de confianza y de entrega para el Señor.
Mas después de que Elías hubo preparado ese camino de la nueva comunicación para que fuese la presencia del Padre en el Tercer Tiempo, una vez que hubo preparado esa senda para que el Señor llegara a este mundo por el conducto humano, y preparó el oído, el corazón y todo el ser del hombre para escuchar con atención al Verbo del Espíritu Santo, Elías quedó presente espiritualmente entre la Humanidad, para despertar a todos los dormidos, para purificar a todos los manchados, para envolver en el fuego de su espíritu a todos los fríos, para trazar sendas, veredas y caminos que atrajeran a todos los espíritus hacia el camino de verdad.
Porque Elías no solamente trabaja en este pueblo; su espíritu en su lucha abarca a toda la Humanidad; y cuando él se hubo manifestado a través de Roque Rojas, se abrieron las puertas del Tercer Tiempo para el mundo, porque es el tiempo en que comenzaron a llegar aquellos espíritus de los 144,000 que habrían de encarnar.
60 Roque Rojas fue el primer marcado. De espíritu a espíritu le hablé diciéndole: En verdad, en torno a mi palabra vendrán las grandes multitudes a recrearse, mas como son pequeños todavía, tendré que manifestar mi palabra y mis obras a través de los portavoces, quienes, por mi mandato, señalarán en su frontal material un triángulo para hacerles reconocer que son de los 144,000, que son de aquéllos que Yo anuncié a través de otro profeta desde el Segundo Tiempo, para venir a cumplir en este tiempo una delicada y gran misión entre la humanidad, misión de redención, de espiritualidad y de elevación.
61 A través de Roque Rojas os hice comprender que estabais presenciando la apertura del Sexto Sello, que se abría para vosotros el libro en su sexto capítulo, en su sexta parte.
Ese Libro de los Siete Sellos es la historia anticipada de la existencia de la humanidad, porque solamente Dios podía escribir la historia de los hombres antes de que ellos la vivieran, y estando ese libro encerrado en el misterio, para ser revelado su contenido a la Humanidad, solamente una mano podía abrirlo, una mano santa y pura, una mano perfecta, y ésa fue la del Cordero, la del mismo Dios, que conocisteis a través de su enseñanza y su sacrificio en el Segundo Tiempo, sacrificio sublime de amor; era la única digna de abrir aquel libro, porque no hubo en la Tierra, ni en el Cielo, ni en el espacio, ni en ningún mundo, espíritu que fuera digno de abrir y revelar el libro y su contenido a los espíritus.
63 Los Siete Sellos son vuestra vida, son vuestra historia, vuestras luchas, vuestros triunfos y caídas, vuestros sufrimientos, combates y, al final, vuestra redención, llena de gloria, llena de himnos, llena de festín espiritual a la diestra de vuestro Señor, en su propio seno; pero ha habido confusiones entre mi pueblo, y después de esas confusiones no he encontrado la verdadera preparación en mis portavoces, para que Yo como Maestro, como Espíritu Santo, os saque de ellas.
64 Elías no desató los Siete Sellos, ni vino a implantarlos a vuestra nación. Roque Rojas no desató los Siete Sellos. El Libro de los Siete Sellos lo desaté Yo mismo. Solamente Dios podía revelar a sus hijos las intimidades, los arcanos de El mismo; bien está que a través de mis profetas y de mis apóstoles, el Espíritu Santo os reveló grandes lecciones, pero solamente vuestro Señor es Aquél que puede abrir su corazón para que vosotros contempléis su interior. Los profetas os han hablado en sentido figurado y el Padre ha traído para vosotros la realización y el cumplimiento de las profecías.
65 Ya veis cómo en todos los tiempos he estado con vosotros dando lustre a vuestras armas primitivas, a vuestras armas originales, para que podáis vencer al mal que existe desde antes que vosotros vinieseis, para que deis siempre acceso a las buenas inspiraciones, para que atraigáis siempre con vuestra oración y virtud las buenas emanaciones del mundo espiritual de luz; para que en vuestro sueño, en vuestro trabajo, en vuestras pruebas o trances difíciles no caigáis nunca en las redes de la tentación que siempre os ha acechado, que siempre os ha prometido el camino del mal lleno de placeres y riquezas pasajeras, de luces falsas, de vano saber y honores, que hoy son y mañana no existen, pero que dejan gran amargura.
66 Ya veis cómo siempre habéis tenido un pastor que os ha preparado el camino y os ha seguido siempre: Elías. Y si vosotros me decís: -Maestro, en estos últimos tiempos hemos carecido de grandes ejemplos para seguir tu huella-, el Maestro os responde: ¡Tomad de Roque Rojas el buen ejemplo! Él es una imagen de Elías, él veló por vosotros como pastor, él consagró su vida a mi servicio y en él hubo limpidez, elevación y amor, porque supo conservarse fiel a la misión que desde el Más Allá le entregué como el buen enviado.
71 Ya os he dicho que después de haberme tenido por el conducto del hombre, me tendréis de Espíritu a espíritu. ¿Acaso al día siguiente de mi partida, ya vuestra comunicación será perfecta? ¿Desde el nuevo día después de mi partida comenzará ya el pueblo de Israel a tener las grandes inspiraciones y comunicaciones perfectas con mi Divino Espíritu? Desde ahora os digo que no.
Ya os he anunciado y ordenado un tiempo de meditación y preparación en estas prácticas, pues de cierto os prevengo que en ese tiempo Elías será con vosotros, pero será espiritualmente. La mirada espiritual de los videntes dará testimonio de ello y vuestros corazones sentirán su presencia, su calor, su profecía y su aliento.
72 Cuando mi pueblo ya esté preparado, vendrá el Maestro sobre la nube, sobre esa nube espiritual y universal, ya no a posarse sobre el cerebro del portavoz, sino a comunicarse con todo aquél que en verdad esté preparado, a ayudar en su preparación al que no lo esté y a despertar a los que lejos de esta enseñanzas se encontraren, y entonces no solamente tendré acceso entre vosotros, no sólo entre este pueblo doctrinado hallaré puertas abiertas para mi comunicación espiritual.
De cierto en todo el orbe ya me están esperando; no estarán todos preparados como os he dicho, pero están los fieles, los perseverantes, los que mucho han sufrido y se han convertido y los que han conservado su preparación: allí están esperándome. Yo los contemplo y no los defraudaré; en ellos seré en Espíritu y en verdad.
73 Surgirán los videntes en todo el mundo, los profetas, los que se comuniquen de espíritu a Espíritu, los hombres y mujeres de diferentes edades y nacionalidades, hablando de grandes inspiraciones. Ese tiempo ya está próximo, oh pueblo, por eso os pongo alerta, os preparo y enseño, para que no caigáis en tentación ni en confusión, porque grandes confusiones van a levantarse en tiempos venideros entre esta Humanidad.
74 La espiritualidad, que es mi propio Reino, se acerca a grandes pasos, como esos vientos que vienen del Norte arrasando todo, estremeciendo todas las arboledas, conmoviendo todos los bosques, llamando a las puertas y azotando los rostros de todos los seres; así también el Espiritualismo viene como un vendaval de luz y de amor, vendaval que arrastra y arrasa todo, y él llegará a establecerse en el corazón del hombre, en el corazón de todas las instituciones, en el seno de todas las naciones y de todas las razas. Es mi Reino, el reinado del Espíritu Santo, reinado de elevación espiritual, de paz y de amor.
75 En verdad veréis entonces cómo la Humanidad, despertando de hombre en hombre, de corazón en corazón, tendrá que penetrar en el templo, en el santuario, en la verdadera iglesia del Espíritu Santo que es la Obra universal, que es la Ley de Dios, ley de justicia y de amor.
Pero vosotros veréis a los hombres tomar un falso espiritualismo como verdadero, aun buscando éste, aun persiguiéndolo y alegrándose de haberlo encontrado; veréis a los hombres caer en confusión espiritual, en gran fanatismo porque para que una doctrina se establezca en verdad en el corazón del hombre, antes tendrá que ser como un pasto del fanatismo y de la idolatría de la Humanidad.
Será muy grande el fanatismo espiritual de los hombres en el Tercer Tiempo; con tanta fuerza a él querrán entregarse, que desconocerán la misma vida material, desconocerán su materia, desconocerán muchas leyes materiales para entregarse de lleno solamente a lo espiritual, para pensar, para soñar, para vivir solamente la existencia del espíritu, olvidándose de lo material; pero entonces las mismas leyes que rigen la materia y tienen principio de justicia en lo espiritual, se encargarán de despertarlos, de tocarlos, de reprenderlos y de corregirlos.
81 Esta mi palabra la oís vosotros en la Tierra a través del entendimiento humano, y en la escala superior a vosotros, otros espíritus moradores de ella la están escuchando, así como en otras escalas aún más altas los espíritus que allí moran también la están oyendo; porque este concierto, que el Padre en el Tercer Tiempo entabla con los espíritus, es universal.
Yo lo he dicho: Mi rayo es universal, mi palabra y mi esencia universales también son, y desde la escala más alta que hayan alcanzado los espíritus, allí me oyen. Vosotros me oís ahora en esta comunicación a través de la forma más imperfecta, que es a través del hombre.
82 Por eso os estoy preparando para comunicaciones superiores y para que cuando penetréis en espíritu, dejando de lleno esta Tierra, podáis entonces reuniros en una nueva escala a escuchar el concierto que el Padre entable con vuestro espíritu.
Hoy estáis vosotros en materia, recreando vuestro corazón y espíritu con esta palabra, y aquellos seres que os pertenecieron en la Tierra, a los que llamáis todavía padre, esposo, esposa, hermano, hijo, pariente o amigo, están en otras escalas escuchando la misma palabra; mas para ellos es otro su sentido, su esencia, aun cuando experimenten el mismo gozo, el mismo recreo, el mismo aliento, el mismo pan.
83 ¿No es por ventura, os dice el Maestro, maravilloso este concierto? ¿No se recrea, no goza vuestro espíritu pensando que lo que aquí estáis recibiendo como sustento espiritual, es causa también de alegría y vida espiritual en otros orbes, en otros mundos donde habitando están seres que vosotros amáis, seres que conocisteis y que por medio de la espiritualidad están tan cerca y distantes al mismo tiempo de vosotros?
89 ¡Velad y orad, oh pueblo, porque así como la simiente de restauración, la semilla de redención está entre vosotros y muy cerca de la humanidad; la semilla que propaga la cizaña está también germinando grandemente en el corazón de mis hijos muy amados!
90 ¡Velad y orad para que la hoz se acerque! No está la hoz en la mano del hombre; está en la mía.
91 Yo permitiré que la mano del hombre lleve la destrucción, la muerte y la guerra, pero hasta un límite solamente. De ese límite la justicia la perversidad, la ofuscación y la ambición de los hombres no podrán pasar. Vendrá entonces mi hoz y ella segará con sabiduría lo que sea mi voluntad, porque mi hoz es de vida, es de amor y es de verdadera justicia; pero vosotros, pueblo, ¡velad y orad!
92 Así quiero contemplaros. En vuestras peticiones Yo encontraré bálsamo para llevarlo a los que lloran; en vuestra elevación de espíritu Yo encontraré también motivo para detener la destrucción que hacen los hombres.