De Enseñanza 72 2 Hay muchos que en este tiempo contemplan lo espiritual, mas no por ello creáis que todos ellos me aman; ya os he dicho que no todo el que me dice ¡Padre! me ama, sino aquél que en silencio realiza la caridad con sus hermanos y humildemente penetra en comunión Conmigo. 3 El don de videncia es don del Espíritu Santo; pero mientras unos son humildes y saben estremecerse de gozo y de temor ante los mirajes que les concedo, otros en su vanidad van haciendo alarde del don que poseen. 4 ¿Por qué hay discípulos que buscan los primeros lugares, si en mi mesa no distingo a ninguno? Yo que soy el Maestro y que debiera ocupar el centro de la mesa rodeado del amor de mis hijos, al penetrar en el corazón de cada uno de ellos he encontrado, en unos, un tribunal donde se juzgan mis palabras y mis obras; en otros, un lóbrego presidio donde me escarnecen y se burlan de Mí, y en otros he hallado una cruz dispuesta para un nuevo sacrificio. 5 Algunos de mis hijos sufren al contemplar la incomprensión del pueblo siempre desobediente a mis mandatos y enseñanzas. 6 Sin embargo, y a pesar de tanto egoísmo, hay quienes saben visitar al preso en su celda, al enfermo en su lecho, y hay quienes acuden a los hospitales para llevar a los que allí sufren, olvidados, un rayo de luz. Los que así obran, me aman en sus semejantes y me honran con sus obras. 8 Este ha sido el tiempo señalado por Mí para hablar a la Humanidad, después vendrá el vuestro; mas si cerraseis vuestros labios y no dierais a conocer mi Doctrina, las piedras hablarán y los elementos os despertarán. 10 Si el cenáculo se queda vacío y la mesa sola, será porque los discípulos se esparcieron por los caminos llevando en sus labios la Buena Nueva y no porque me hayan vuelto la espalda y no hayan acudido a mi llamado. 13 Aprended ahora, llenad de mi luz vuestro espíritu, porque llegará el instante en que sintáis el impulso de levantaros a cumplir vuestra misión. Mas ¿qué podrá enseñar quien nada haya aprendido? ¿Puede un ciego guiar a otro ciego? 14 Con verdadera fe sentís que mi presencia es entre vosotros, pero os sentís incapaces de hacer grandes obras en favor de vuestros hermanos; mas en verdad os digo que a pesar de vuestra frialdad, en este tiempo surgirán de entre vosotros los discípulos que todo lo dejen por seguir mi huella, así como las mujeres pecadoras que por mi palabra se levanten para no pecar más y ser ejemplo ante sus hermanos. 15 Ved que la luz del Sexto Sello desatado está iluminando a vuestro espíritu. El libro está abierto, porque del Primero al Sexto, los Sellos han sido desatados. Vengo reuniendo a los que han de ostentar mi señal para confiarles una misión muy delicada. Al final de esta etapa recibiré a los que hayan cumplido con ella, y a los que hayan desobedecido o alterado mis mandatos, les haré cargos muy graves y mi palabra se mostrará severa con ellos. 16 Pueblo: Comprended que ya no debéis perder el tiempo en vanidades, en adquirir riquezas superfluas o en nuevas experiencias mundanas. Sabed que cada instante que os concedo significa luz y progreso para vuestro espíritu. 17 Mi presencia sorprende a esta Humanidad impreparada para recibirme. Mi manifestación en Espíritu en este Tercer Tiempo coincide con el mayor materialismo de la ciencia, el que ha llegado a su mayor altura. Veo las armas con que los hombres se preparan para combatir mi Doctrina, que son su ciencia, su filosofía, sus teorías materialistas, su egoísmo, su ambición y su soberbia. Mas Yo poseo una espada que es la verdad, cuyo resplandor nadie puede resistir; su luz en este tiempo iluminará a la Humanidad y pondrá a descubierto todo lo que sea falso y destruirá la tiniebla. Cuando mi luz brille en todas las sendas y la verdad sea en todos los espíritus, ¿quién podrá dar albergue a la impostura? ¿Quién podrá engañar a su hermano? 18 El corazón humano se ha endurecido hasta llegar a hacerse insensible a lo espiritual que es su esencia y su origen. Yo os digo que mientras mi caridad llama a vuestro corazón sin recibir respuesta, las criaturas inferiores al hombre y todo lo creado sienten la presencia del Creador. Hablo a los montes y me responden; hablo a las aves y me contestan con trinos; bendigo los valles y ellos se alfombran de flores; en cambio, hablo a los hombres y para ser oído tengo que morir en cuanto hombre delante de ellos; mas si he venido nuevamente, es porque sé que su espíritu se levantará a la luz de mis lecciones para volver al camino verdadero. 19 Pueblo amado: Os doy el nombre de Israel porque una vez más he venido a entregaros mi Ley y a enseñaros el culto perfecto. Lejos estabais de adorar a los elementos y a los astros, como lo hicieron los antiguos; sin embargo, os encontré en este tiempo entregados a una nueva idolatría. Mi palabra ha tenido que luchar contra vuestros errores, y todavía en muchos corazones quedan raíces de pasadas costumbres, creencias y tradiciones. 20 ¿En dónde están los dioses de oro y plata que los hombres forjaron en tiempos pasados y en dónde las divinidades que creó la imaginación de la Humanidad? Piedra sobre piedra han ido cayendo de los altares imperfectamente erigidos. 21 Hoy vengo hasta vosotros con una enseñanza que, aunque al mundo le parezca imposible practicarla, una vez que es comprendida es la más fácil de cumplir. Vengo a enseñaros el culto del amor a Dios a través de vuestra vida, de vuestras obras y de la oración espiritual, la que no es pronunciada por los labios en un sitio determinado, ni necesita de formas o imágenes para inspirarse. 22 No es mi voluntad que sigáis viviendo entre tinieblas, por eso os he enviado mi luz, invitándoos a comunicaros de espíritu a Espíritu con vuestro Dios. 26 Quiero que os distingáis por la caridad, por la espiritualidad, por la virtud, para que con vuestra vida deis el mejor testimonio a la Humanidad de que sois Israel, el pueblo de Dios, a cuyo seno mi palabra está invitando a todo espíritu a penetrar. 27 Hoy queréis explicar por qué sois Israel y no tenéis argumentos; queréis explicar por qué sois espiritualistas y os faltan palabras; tratáis de demostrar cuáles son vuestros dones y carecéis de razones y de desarrollo espiritual para manifestarlos; pero cuando vuestra elevación llegue a ser verdadera, llegarán a vosotros las palabras necesarias, ya que con vuestras obras de amor explicaréis quiénes sois, quién os ha doctrinado y hacia dónde camináis. 28 Se aproximan tiempos llenos de sorpresas y de acontecimientos inesperados para la Humanidad; quiero que este pueblo sepa dar la justa interpretación de aquellos sucesos, ya que en mi palabra os ha sido revelado cuanto ha de acontecer. 30 Os estoy preparando para que seáis en breve doctores del espíritu y del cuerpo; mas sabed que es más importante ante Mí el que sana al espíritu que el que sólo cura el dolor de la materia. 31 A los hombres, mujeres y niños que escuchan mi palabra les digo: Guardadla en vuestro corazón y recordad a la luz de vuestra conciencia mis máximas y preceptos, porque ellos serán mañana las armas que os servirán para extender y propagar la Doctrina que será vuestra cruz de amor y de redención, para que pueda deciros: Benditos seáis, porque vais reconociendo el verdadero camino del espíritu, del que muchos se han apartado porque es largo, y me han dicho: -Señor, no os podemos seguir. 32 Muchos son los que me han escuchado, pero pocos los que me siguen, y de éstos me sirvo para alentar a los que se han apartado del sendero, para hacer ver a los ciegos, oír a los sordos, andar a los paralíticos y resucitar a los muertos. Por medio de mis siervos he hecho y estoy haciendo obras prodigiosas entre la Humanidad para despertarla de su profundo letargo. 33 Si en el Segundo Tiempo me dejasteis solo en la cruz apurando el cáliz de hiel y vinagre, y fue sólo mi sangre la que se derramó en el Calvario, ahora me acompañaréis con vuestra cruz teniendo por cirineo a vuestro Señor, así como Yo tuve en la vía dolorosa a un hombre que me ayudó con la cruz. Vuestra vida es la calle de la amargura por la que llegaréis paso a paso, cayendo y levantandoos, hasta la cumbre de la montaña donde podáis decir a vuestro Padre: -Señor, en vuestras manos encomiendo mi espíritu. 34 ¿Quiénes serán los que sin alarde me sigan hasta el fin? No lo sabéis. ¿Quiénes llegarán? Todos, os dice el Maestro, primero unos, otros después. Unos con menos dolor y otros con grandes sacrificios, según sea el camino que cada quien elija y la forma en que por él camine. 35 El camino recto es el más corto, está trazado con luz, con amor y virtud, es el camino de la Ley. 36 Los senderos torcidos retardan más la jornada, pero al fin todos llegaréis a Mí. 39 Mi voz vibrará en lo más profundo de vuestro ser y me sentiréis vivir con vosotros. Mas debéis limpiar vuestra morada para que no sintáis vergüenza de recibirme en ella si ésta se encuentra manchada. Buscad la ayuda de vuestros hermanos espirituales y ellos os ayudarán en vuestra preparación. 40 Ya iniciasteis vuestra marcha por el camino de vuestra evolución espiritual, continuadla sin temor; Yo os he alentado en las pruebas que os he dado. ¿Qué poder humano podría haber levantado al que se encontraba hundido en el abismo? ¿Quién podía haber hecho posible el imposible que había en vuestra vida? ¿Quién destruirá los lazos de tentación que abruman a vuestro espíritu? 41 Yo soy el único que puedo hacer estas obras entre vosotros sin pediros recompensa por ellas. No es que venga haciendo alarde ante vosotros de lo que os doy al enumeraros mis beneficios; es que quiero que no pasen inadvertidas mis lecciones y que vuestro espíritu las analice y las comprenda. Quiero que vuestro corazón se dulcifique para que ayude al espíritu a ejecutar buenas obras y siembre de amor y caridad el sendero de vuestros hermanos. 42 Venís a estos humildes recintos a escuchar mi palabra, como a una escuela a la que venís a aprender lo que más tarde tendréis que poner en práctica en vuestro camino. Comprended que con sólo escuchar la lección no habéis cumplido. Yo os brindo el mundo para que en él sembréis la simiente de mis lecciones; os confío vuestro hogar, os señalo las comarcas y los caminos, las cárceles, los hospitales, los orfanatorios, los lugares donde reinan el vicio y la maldad; son campos propicios para vuestra oración y vuestras obras de caridad. 43 Venceos a vosotros mismos y el camino os será fácil; entonces podréis vencer a la bestia que Juan, mi apóstol, contempló en su revelación. 44 Muchas veces habéis querido prometerme que me seguiréis, y Yo he sellado vuestros labios para que no pronuncien la promesa. Otras habéis querido escribir el juramento de que siempre me amaréis, y Yo he detenido vuestra pluma, porque quiero que sea de vuestro espíritu del que brote el propósito inquebrantable de seguirme. 45 Si pudieseis contemplar por un momento a vuestro propio espíritu, quedaríais asombrados de saber quiénes sois; os maravillaríais con su luz y sentiríais respeto por vosotros mismos. Mas si no podéis verlo con los ojos de vuestro cuerpo, tened fe en él por sus manifestaciones, y así no seguirá vuestra materia siendo una cárcel ni un obstáculo para su elevación. Pensad que vuestro espíritu, como ser semejante al Creador, está destinado a ejecutar obras dignas de Aquél que le dio la vida. 47 Contemplad a la Humanidad desorientada, porque las grandes religiones que se nombran cristianas dan más importancia a lo ritual y exterior que a mi propia Doctrina. Aquella palabra de vida que sellé con obras de amor y con sangre en la cruz, ya no vive en el corazón de los hombres, está encerrada y muda en los libros envejecidos y empolvados. Y ahí tenéis una Humanidad cristiana que ni conoce, ni comprende, ni sabe imitar a Cristo. 48 Por eso tengo pocos discípulos en este tiempo, los que aman a su hermano, los que sufren, los que alivian el dolor ajeno; aquellos que viven en la virtud y la predican con el ejemplo, ésos son los discípulos de Cristo. 49 El que conociendo mi Doctrina la oculta o la da a conocer sólo con los labios y no con el corazón, ése no es mi discípulo. 50 No he venido en este tiempo a buscar templos de piedra para hacerme presente en ellos; vengo buscando espíritus, corazones, no galas materiales. 51 A los hombres que niegan mi existencia porque se han extraviado en los caminos de la ciencia, les miro con piedad; a los que tratan de destruirme en el corazón de la Humanidad, ni siquiera les veo como enemigos, les amo y les perdono porque son mis hijos muy amados. 55 No os digo que seréis los salvadores o redentores de esta Humanidad, no; pero sí os hago saber que habiendo sido testigos de mi palabra, tendréis que llevar la Buena Nueva a las comarcas y naciones; esa misión no se concretará a que repitáis mis frases, sino a explicarlas, acompañándolas siempre con obras de caridad, sembrando el amor entre vuestros hermanos. 56 No pongáis en duda vuestra potestad para hacer obras que sorprendan y convenzan a vuestros hermanos; no es un obstáculo el que seáis humildes y rudos, para que cumpláis la misión que os he confiado; en vosotros existe un espíritu de luz que sólo necesita vuestra fe para manifestarse. 57 De entre estas multitudes de pobres y desheredados, Yo iluminaré a los que serán consejeros, doctores del espíritu, comentadores de mi obra, mensajeros de paz y profetas. 58 Unos partirán en pos de otros pueblos, los demás esperarán la llegada de los que llamáis extranjeros, de los peregrinos que buscan paz, luz, fraternidad y hospitalidad. 59 Os he dicho que esta nación está siendo preparada para que, en la hora marcada por mi voluntad, se levante entre los pueblos de la Tierra como un estandarte de paz y espiritualidad. Sabrá dar albergue, ser refugio y proteger a los que, agobiados por el dolor, lleguen a ella. Grande es el destino de este pueblo, por eso lo pruebo y lo toco con mi justicia. 60 ¿No se llenaría de gozo vuestro corazón viendo llegar ante vuestras puertas a las grandes caravanas buscando paz? ¿No os regocijaríais compartiendo con los hambrientos vuestro pan? 61 Disponed vuestro corazón y ennobleced vuestros sentimientos, porque no sabéis la hora ni el día en que se cumpla mi palabra. Desarrollad el don de curación con que os he enriquecido espiritualmente, ya que tendrán que llegar enfermos muchos de los caminantes y otros agobiados por el cansancio. Enfermedades conocidas y desconocidas les aquejarán, mas Yo os doy un solo bálsamo para todas las dolencias, ya sean del espíritu o del cuerpo. Ese bálsamo, para que obre prodigios, necesita la verdadera caridad que tiene por base la oración. 63 Yo he donado a estas tierras para que llegado el día descienda a ellas el maná de misericordia y de él coman las grandes multitudes que buscan la verdad. 67 Esta es la era de Elías, quien ha llegado a vosotros en espíritu, preparando todas las sendas, derribando obstáculos, haciendo luz en las tinieblas, rompiendo cadenas de ignorancia y mostrando el camino a todos los espíritus. 68 Así como Moisés libró a Israel del yugo del Egipto y lo trasladó a las tierras de Canaán, Elías en este tiempo os libertará de las tinieblas del mundo para llevaros a la luz del reino espiritual, la nueva Tierra Prometida.