12 Debo deciros que no creáis que le sea indispensable al espíritu el cuerpo humano y la vida en el mundo para poder evolucionar, pero que sí le son de gran utilidad para su perfeccionamiento las lecciones que en este mundo recibe.
13 La materia ayuda al espíritu en su evolución, en sus experiencias, en su expiación y en sus luchas; ésta es la misión que le corresponde y lo podéis comprobar con esta manifestación de mi Divinidad a través del hombre, de cuyo cerebro vengo a servirme, utilizándolo como aparato para transmitiros mi mensaje. Comprended que no sólo el espíritu está destinado a lo espiritual, sino que aun lo más pequeño dentro de lo material ha sido creado para fines espirituales.
14 Un recuerdo y un llamado he venido a hacer a vuestro espíritu, para que él, sobreponiéndose a la influencia de lo material que ha llegado a dominarle, haga llegar su luz al corazón y al entendimiento, empleando el don de la intuición.
16 Cuando el espíritu se deja dominar por la influencia de cuanto le rodea en la Tierra, llega a identificarse a tal grado con su materia, que se olvida de su verdadera naturaleza, se aleja de la vida espiritual al grado de serle ajena; y es por eso que cuando su cuerpo muere, tiene que turbarse o confundirse.
17 ¡Cuán fácilmente muere el cuerpo!, pero ¡qué difícil es para el espíritu que no supo prepararse, poder librarse de la turbación!
18 Mientras unos en su confusión quedan adheridos a su cuerpo muerto, otros, conservando en su espíritu las impresiones de su envoltura, creen seguir siendo humanos, sin poder elevarse hacia la morada que les corresponde, quedando atados a lo que en el mundo amaron.
19 No existe en la Tierra cáliz más amargo ni dolor más intenso que el de los espíritus turbados. Los tropiezos, el no poder comprender lo que acontece a su alrededor, los remordimientos, la nostalgia de lo que abandonaron, la soledad, el silencio y la impotencia para elevarse, constituyen el fuego donde habrán de purificarse hasta alcanzar la luz.
20 ¿Creéis que sea inexacto si os digo que de este mundo parten millones de espíritus en estado de turbación? Es el resultado de la ignorancia de los hombres por su falta de meditación y de oración.
21 Mi Doctrina del Segundo Tiempo reveló a los hombres la vida espiritual, pero ellos, en vez de analizar mis lecciones y de cumplir mis preceptos, crearon religiones en torno a mi Doctrina, concretándose al cumplimiento de ritos y ceremonias materiales, que no le dieron más luz a su espíritu y sí lo alejaron del sendero de su cumplimiento.
22 Entre vosotros hay quienes me preguntan si al dejar esta vida caerán en tinieblas, a lo cual Yo les digo que si no analizaron mi palabra ni la pusieron en práctica, de nada les servirá haber estado entre estas multitudes escuchando mi Doctrina de luz.
23 Lo que el espíritu cultive, eso será lo que recoja; ésa es la Ley y la justicia.
24 Yo, vuestro Salvador, os he señalado en todos los tiempos el verdadero camino y os he revelado los medios para evitar el dolor, la turbación y las tinieblas.
26 Vengo a vosotros para despertaros y preguntaros: ¿Quién de vosotros es discípulo por su propia voluntad? Ninguno; Yo soy quien os ha llamado. Para escuchar de nuevo mi palabra, habéis tenido que estar varias veces en la Tierra. Entre una encarnación y otra os he concedido una tregua de meditación y preparación para una nueva vida.
27 El espíritu, cuando está en la materia, participa de la fatiga de ésta y le es menester, después de una lucha, el reposo, así como la meditación para formar el plan que deberá seguir, antes de emprender una nueva batalla.
Sin estas treguas o altos en vuestro camino, muy poco adelantaríais en vuestra senda; mas es necesario que una doctrina limpia y pura os enseñe estas lecciones con entera claridad, para que vuestro corazón, convencido de esta verdad, tenga un conocimiento del porqué de muchos de los fenómenos y acontecimientos que sin mi revelación nunca acertaríais a comprender. En mi caridad está el tiempo, la vida, el destino de todos; nada escapa a mi poder.