De Enseñanza 84 28 Mis palabras del Segundo Tiempo han sido el camino de salvación para los que han perseverado en él. Bienaventurados sean los que han puesto su confianza en mi enseñanza. Mas no penséis que todos los que dicen creer en Mí, confían en mi palabra o practican mi Doctrina. Veo a los hombres, en el momento de la prueba, dudar entre perdonar, como enseñaba Jesús, o defenderse como su instinto les aconseja. En su corazón sienten que es difícil llevar a la práctica las lecciones del Maestro. A éstos les digo que mientras no tengan fe y amor para sus semejantes, no será posible que mi Doctrina sea la que guíe a los corazones; mas Yo enviaré a los pueblos de la Tierra hombres virtuosos que les probarán la fuerza de la fe y los milagros que hacen el perdón, la caridad y el amor. 29 Sin fe y sin cumplir la Ley, mi palabra es tan sólo como semilla vana que, sembrada, no nace, porque lo que fertiliza esa semilla es la virtud. 30 Yo digo a todos los que os llamáis pertenecientes al mundo cristiano, que mi justicia es benévola si tomáis en cuenta que hace veinte siglos que os traje un mensaje divino para que con él vencierais al mundo, a la carne, a las pasiones, a la muerte, y todavía os veo confiándolo todo a vuestras propias fuerzas, a vuestra manera de sentir y de pensar. Y si los instintos de la carne aún prevalecen sobre las virtudes del espíritu, es que todavía sois más materia que espíritu. 32 Debéis comprender que no sólo vengo en busca de los que creen en Mí; más bien vengo por los que dudan de mi existencia. En el Segundo Tiempo en que vine como el Mesías prometido, surgí entre el pueblo que creía en el Dios invisible, mas mi mensaje no fue tan sólo para los judíos, sino para todos los pueblos gentiles que no me conocían. No venía a salvar a unos y dejar que se perdieran otros. 33 El árbol corpulento tiende sus ramas para proteger a todos y ofrece sus frutos sin distinción alguna. ¿Acaso recordáis que alguna vez os haya señalado pueblos a los que no debíais llevar mi palabra? Jamás os he enseñado a buscar motivos para negarle a alguien mi luz. ¿Por ventura erais vosotros justos cuando os hice dignos de oír mi palabra y de recibir mis complacencias? En verdad os digo que no. 34 Os encontré pecando y así os elegí para conduciros a la fuente de regeneración, para que mañana hicieseis lo mismo con vuestros hermanos. Este es el tiempo en que los pecadores salvarán a los pecadores y en que los muertos resucitarán para levantar a sus muertos. Los corazones endurecidos, aquéllos que han visto pasar a la viuda, al huérfano, al hambriento, al enfermo, sin que sus fibras se conmuevan, van a despertar al amor, van a estremecerse ante el dolor ajeno y a destruir su egoísmo; van a olvidarse hasta de sí mismos, para compartir el dolor de sus hermanos. 35 Quien no conozca el dolor, no podrá comprender a los que sufren; ahí tenéis la razón de por qué me sirvo de los que han bebido mucho en el cáliz del dolor, para que estén capacitados para comprender las miserias de la Humanidad y sean los que le lleven un consuelo verdadero. 36 El que ha pecado y luego ha vuelto al buen sendero, ése no podrá escandalizarse jamás por las faltas de sus semejantes; en cambio, sabrá ser indulgente y comprensivo. 38 No seréis de aquéllos que viendo cuanto acontece en el mundo, exclamen: -¡Este es tiempo de juicio y de muerte, tras del cual tal vez el infierno espera! 39 Os digo que es tiempo de reconciliación y de resurrección y que más allá espera la paz de mi gloria a todos los que crean y se levanten en pos de mi palabra. 42 La Humanidad está despertando y presintiendo la verdad; muchas enseñanzas le serán reveladas directamente a su espíritu, porque no serán los hombres quienes se las enseñen. Cuando esta Humanidad llegue a escuchar mi voz en el fondo de su corazón, no volverá a alejarse de Mí, porque habrá sentido mi amor y habrá contemplado la luz de la verdad. Vosotros sois los hijos de la luz, los que en este tiempo sois los espiritualistas trinitarios marianos, porque sois los que habéis visto venir al Espíritu Santo y habéis oído su revelación. ¿Sería justo que los hijos de la luz creasen tinieblas entre la Humanidad? No, hijos míos. 43 Vuestro corazón se sorprende y me dice: -Maestro, ¿por qué desconfiáis de nosotros?- A lo cual os respondo: Os hago estas advertencias, porque este tiempo de luz es también de mentira, de engaño, de peligros, porque en vuestro ambiente flotan las fuerzas del mal, que hacen caer a los hombres y pueden empañar vuestra luz si no veláis. Es el tiempo de la luz, no porque el hombre la haya encendido, sino porque os he traído mis revelaciones en cumplimiento de las profecías. Es el tiempo de la mentira; mas no por causa de mi llegada entre los hombres, sino por la maldad de ellos, es que ha alcanzado su mayor altura. 44 La batalla final se acerca, mas no os hablo de vuestras guerras fratricidas, sino de la lucha de la luz contra todo lo que sea falso, impuro, imperfecto. Reconoced el momento que vivís para que os apresuréis a hacer acopio de armas de amor y de fortaleza espiritual. Comprended desde ahora que, en medio de esa batalla, no vais tan sólo a luchar por vuestra propia fe y salvación, sino que olvidados de vosotros mismos tendréis que ir en pos de los que están en peligro de perecer. 45 Este tiempo es de luz, porque el espíritu humano a través de su evolución y experiencia ha recogido luz en la vida. No lloréis ya vuestro pasado, pero sí debéis aprovechar todas sus lecciones, para que en adelante miréis vuestra senda iluminada y ya no tengáis tropiezos ni incertidumbre en las encrucijadas. 46 Si de vuestro espíritu se borrase el pasado, tendríais que recorrer nuevamente los caminos ayer transitados y apurar nuevamente las pruebas ya pasadas; mas si oís la voz de vuestra experiencia y os dejáis iluminar por esa luz, veréis más limpio vuestro camino y más brillante el horizonte. 47 El mundo os brinda muchos placeres, unos concedidos por Mí y otros creados por el hombre; ahora habéis visto que no los habéis podido alcanzar, lo cual ha causado inconformidad a unos y tristeza a otros. Debo deciros que a muchos no les está concedido en este tiempo dormirse o perderse en los deleites y satisfacciones de la materia, porque su misión es otra muy diferente. En verdad os digo que no existe un solo espíritu en la Humanidad que no haya conocido todos los deleites y haya comido todos los frutos. Hoy vino vuestro espíritu a gozar la libertad de amarme y no a ser de nuevo esclavo del mundo, del oro, de la lujuria o de la idolatría. 48 La escala del sueño de Jacob se presenta ante vuestros ojos, para que ascendáis por ella en busca de vuestra mayor dignidad y de vuestra perfección. Mi Ley espiritual no os exime de vuestros deberes terrestres; tenéis que buscar la forma de armonizar ambas leyes para que vuestro cumplimiento sea perfecto ante mi Divinidad y ante el mundo. 50 Quiero que mis discípulos aprendan a vivir en armonía con toda la Creación, que marchen al compás de los tiempos, para que lleguen hasta el final en la hora propicia, en la hora señalada por Mí, para que al haceros el llamado ya estéis presentes y podáis responderme.