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De Enseñanza 88

(Entregada durante la II Guerra Mundial)

2 Dudáis de llegar a tener la inocencia de un ave o la belleza de una flor, porque solamente os juzgáis a través de vuestra pobre indumentaria o por algún defecto físico de vuestra envoltura; mas no miráis al espíritu, a ese ser dotado de belleza y gracia celestial.

El espíritu es luz, inteligencia, amor, sabiduría, armonía, eternidad, y de todo esto carecen las aves y las flores. Buscad la belleza del espíritu, ella será en vosotros como un espejo que refleje fielmente la faz del Creador. No os afanéis tanto por vuestra belleza exterior, aunque sí os digo que no descuidéis nada de vuestro ser.

3 La limpieza del cuerpo no está contra la espiritualidad, mas no olvidéis que el espíritu está antes que el cuerpo. Recordad que ha tiempo os dije: Limpiad el vaso por fuera y por dentro.

4 Si alguno llegara a pensar que es demasiado simple mi palabra para venir de Dios, Yo le digo que tome en cuenta que son los sencillos y los rudos los que han venido a oírme y debo hablarles a ellos en forma que me entiendan; mas si queréis ideas y conceptos más profundos, os digo a todos los que han juzgado pobre mi manifestación, que se preparen y se comuniquen de espíritu a Espíritu con mi Divinidad, que es lo que estoy esperando de los hombres, y entonces a sus mentes vendrá una inspiración tan profunda, que tendrán que decirme que no les hable en esos términos que tan sólo Dios puede entender.

Nuevamente os digo como en el Segundo Tiempo: Os he entregado lecciones terrenales y no creéis; ¿cómo creeríais si os diera las celestiales?

5 Cuando el corazón encierra buena fe y la mente se halla libre de prejuicios o de ideas confusas, la vida se aprecia mejor y la verdad se contempla con mayor claridad. En cambio, cuando en el corazón se lleva escepticismo o vanidad y errores en la mente, todo parece confuso y hasta la misma luz parece tiniebla.

6 Buscad la verdad, ella es la vida; pero buscadla con amor, con humildad, con perseverancia y con fe.

7 No penséis que me sienta ofendido si alguno no cree en mi presencia dentro de esta manifestación, porque en nada se afecta mi verdad. ¡Cuántos hombres han dudado de que exista un Ser Divino que haya creado todas las maravillas del Universo, y no por eso el sol ha dejado de darles su luz!

8 ¡Cuántos caminos inciertos y cuántas riquezas superfluas habéis tenido que dejar para seguir esta huella, pero cuán pronto habéis sentido la paz y la fortaleza como compensación a vuestras renunciaciones! Es que no podríais ser de mis emisarios si antes no hubieseis modificado vuestra vida.

9 Son las lámparas de fe las que iluminan al mundo, y Yo quiero que vosotros seáis los portadores de esa luz. ¡Ah, si supieseis que con fe y buenas obras todo lo podríais obtener!

10 Haced acopio de armas espirituales, porque los malos tiempos se acercan; mirad cómo ha fructificado el mal en el mundo. Sobre tantos desórdenes y confusiones está brillando la luz de mi Espíritu intensamente y penetrando en todos los pueblos de la Tierra. Nada podrá opacar mi luz; observad cómo a cada paso está tocando al espíritu del hombre, mostrándole la verdad como un camino seguro.

11 Es necesario que sepáis que esta vida os ha sido dada para que vuestro espíritu logre dar un paso hacia adelante en la Escala de perfeccionamiento y adelanto; mas no basta que estas enseñanzas las conozca el espíritu, si al tratar de revelárselas a la carne no es oído.

12 En este tiempo los corazones son tierras áridas en las que el espíritu no ha podido hacer germinar su semilla; y es por eso que Yo, sabiendo hace mucho que la Humanidad habría de llegar a este grado de materialismo, os hice la promesa de volver, promesa que estoy cumpliendo entre los hombres.

13 He llegado como el divino sembrador a buscar vuestro espíritu perdido entre las sombras del pecado, para depositar nuevamente en él la simiente de amor y decirle que la siembre y cultive en el corazón que se le ha confiado.

15 Hoy tenéis la misión de hacer la paz entre los hombres, de llevarlos a la reconciliación, de inspirarlos a amarse los unos a los otros, porque en el fondo de esa sublime misión existe una antigua deuda que tenéis contraída con vuestro Señor y con vuestros hermanos de los distintos pueblos de la Tierra. ¿Quién sabe lo que sembró en los tiempos pasados? ¿Quién conoce sus obras en vidas anteriores?

16 No ha bastado la intuición que vuestro espíritu ha derramado en vuestra materia para haceros presentir, y con ello aceptar, vuestra restitución; he tenido que humanizarme haciéndoos escuchar mi voz a través del hombre, para haceros mirar con claridad todo lo que os habéis obstinado en ver como misterio y que es tan natural como lo es para el cuerpo nacer, crecer y morir.

17 Si vuestra ciencia os va revelando los profundos misterios de la vida humana, ¿por qué una ciencia superior, como lo es mi sabiduría divina, no habría de venir a iluminaros con el conocimiento de la vida espiritual y eterna?

18 He empezado por haceros saber quiénes habéis sido y quiénes sois, para luego daros una idea de quiénes seréis.

19 Creced y multiplicaos, dije al hombre al hacerle aparecer sobre la Tierra; palabras semejantes le dije a vuestro espíritu cuando le hice surgir a la luz de la vida.

20 Conociendo ya esto, ¿quién puede saber hasta dónde puede llegar el espíritu en su elevación? ¿Quién de vosotros puede imaginar hasta dónde han llegado en su perfeccionamiento los que más se han acercado a Mí?

21 El espíritu es como una semilla que he depositado en cada hombre; amadla, dejadla crecer, cuidadla, ella germinará en vosotros y se multiplicará en virtudes y perfecciones que serán para vuestra dicha y para gloria de quien os dio la existencia.

24 Desde lo perfecto desciendo por la escala de evolución espiritual que le fue mostrada a Jacob en una revelación, para que en cada morada sea escuchada mi voz.

27 Que no espere el mundo un nuevo Mesías; si os prometí volver, también os di a entender que mi venida sería espiritual, mas la Humanidad nunca ha sabido prepararse para recibirme.

28 En aquel tiempo los hombres dudaron de que Dios pudiera ocultarse en Jesús, al que juzgaban un hombre igual a los demás y tan pobre como el que más. Sin embargo, después, y ante las obras poderosas de Jesús, la Humanidad se convenció de que en aquel hombre que nació, creció y murió en el mundo, estuvo el Verbo de Dios.

Y sin embargo, en este tiempo, muchos hombres sólo aceptarían mi venida si fuese humanizada como en el Segundo Tiempo. Las pruebas de que vengo en Espíritu a comunicarme con la Humanidad no serán por todos aceptadas, a pesar de los testimonios, porque el materialismo será como venda de obscuridad ante los ojos de algunos.

29 Cuántos quisieran volver a ver a Jesús padecer en el mundo y recibir de Él el milagro, para creer en su presencia o en su existencia; mas de cierto os digo que en esta Tierra no volverá a haber un pesebre que me vea nacer como hombre, ni otro Gólgota que me vea expirar.

Ahora me sentirán nacer en su corazón todos los que resuciten a la vida verdadera, como también me sentirán morir en su corazón todos los que se obstinen en el pecado.

30 Trasladad de lo material a lo espiritual y de lo humano a lo divino cuanto hizo Jesús en aquel tiempo, y tendréis su Pasión presente en vuestra vida.

37 Todo cuanto miráis que acontece en este tiempo, tanto en lo espiritual como en lo material, ya había sido anunciado..

38 Hubo hombres en los tiempos pasados que predijeron todo lo que vive en estos instantes la Humanidad; esos hombres fueron mis profetas, hijos de la luz, que amonestaron a los pueblos para que encauzaran sus pasos por los caminos del bien. Aquellos profetas predijeron las tinieblas de la desolación y de la destrucción a causa de la indiferencia de la Humanidad ante los llamados de su Señor.

39 Ahora podéis preguntaros los que os sentís indignos de mi gracia: -¿Cómo es que ha habido hombres a quienes Dios les ha mostrado su luz y les ha hecho oír su voz al comunicarles sus mensajes y, en cambio, se ha ocultado a la mirada de la mayoría de sus hijos?- A lo cual Yo os respondo, que esos hombres que han logrado comunicarse con mi Espíritu, no han gozado de ningún privilegio; solamente han procurado conservar la luz de su espíritu con pureza, a fin de permitir que el pensamiento e inspiración de Dios se reflejen en su mente.

40 ¿No os dije por boca de uno de esos iluminados, que llegaría un tiempo en que todo ojo me vería? Ahora os digo que ese tiempo será aquél en que los hombres preparen su espíritu para sentir mi presencia. ¿Dónde está el privilegio de unos cuantos si son dones propios de todo espíritu?

41 Así como habéis visto que vuestra ciencia humana ha logrado transformar la vida de los hombres, también veréis cómo en poco tiempo mi Doctrina transformará vuestra existencia.

42 La razón, la justicia y el amor vendrán a ocupar el lugar que les corresponde en el corazón de quienes han pretendido vivir sin virtud, siendo ésta la esencia y la razón de la existencia, tanto del espíritu como del cuerpo.

43 Mas cuando los hombres vivan en la verdad, veréis surgir del corazón de la Humanidad un nuevo culto lleno de sencillez y de espiritualidad. El fanatismo religioso, los prejuicios y la idolatría, caerán deshechos ante la luz de la verdad que irradiará cada conciencia.

44 Los hombres serán grandes en la virtud y humildes ante mi voluntad y ante mi Ley, y los que se han creído dioses en la Tierra, porque sólo han buscado poderío terrestre, menospreciando las joyas del espíritu, tendrán que pasar por grandes pruebas.