De Enseñanza 93 3 Vuestra ceguedad se ha iluminado con la luz de vuestra conciencia y ésta siempre os dicta oración, caridad y enmienda. Así habéis llegado ante Mi presencia y Mi palabra ha sido como faro luminoso y salvador que iluminó vuestra senda. Desde ese instante, habéis comprendido que esta luz sólo de Mí puede brotar y me habéis dicho: "Señor, eres Tú a quien tanto esperaba, hoy sé que te amaba y te necesitaba, Maestro" 4 Sí, discípulos, aquí me tenéis ayudándoos a dar los primeros pasos en el camino de ascensión, hasta dejaros preparados como verdaderos discípulos de Mi enseñanza y de Mis revelaciones, para enviaros más tarde a comarcas y naciones a propagar esta fe. 5 La lucha será en pleno tiempo de pecado, de calamidades y dolores, y no tendréis más recursos que los de vuestra espiritualidad ni más armas que la verdad. Os he escogido pobres, torpes y humildes, como tierra sin cultivo, pero propicia para ser fecundada y recibir la simiente espiritual. 6 No he venido en busca de filósofos, teólogos ni científicos, sino del pueblo humilde que siempre me ha esperado y acude a Mi llamado, para restituir a su espíritu la heredad olvidada o mal empleada. 7 La Humanidad no ha logrado penetrar al fondo de las revelaciones de los dos primeros tiempos, mas en éste, el tercero, Mi palabra os hará comprender, interpretar y practicar Mis enseñanzas anteriores uniéndolas a las presentes. 8 En este tiempo, no he nacido para el mundo en cuanto hombre; he llegado a vosotros en la luz de Mi Espíritu hecha palabra humana, y en ésta os doy Mi esencia, para levantar la fe en vuestro corazón. 11 Se han cerrado los corazones de los pastores que en diferentes sectas y religiones debieron enseñar la ciencia espiritual que es grandeza y riqueza para el espíritu. 12 He mirado que la Ley y Doctrinas que legué a la Humanidad en tiempos pasados, se encuentran ocultas y han sido sustituidas por ritos, cultos exteriores y tradiciones. 13. Mas vosotros, que reconocéis íntimamente que la esencia de esta palabra es la misma que recibió Israel en el monte Sinaí y la que escucharon las multitudes en labios de Jesús en el Segundo Tiempo, seréis los que, con vuestro culto y vuestras obras, enseñéis que la Ley divina no debe olvidarse por cumplir con necias tradiciones que no benefician al espíritu. 16 Las nuevas generaciones ya no me escucharán bajo la forma que ahora presenciáis, porque el término señalado por Mí en que dejaré de manifestarme así se acerca, es 1950. Hasta el último día de ese año postrero os daré mi palabra en esta forma, os hablaré incansablemente, os animaré y Mi voz dulcísima, plena de esencia y de luz, llegará como un torrente sobre Mi pueblo. 17 Los que me escuchen hasta el final, deberán ser fuertes y quedarán como ejemplo de discípulos obedientes. No debilitarán en las pruebas, no se estacionarán ni se dividirán. 18 ¿Qué sería de este pueblo si cuando unos lucharan por la espiritualidad otros se aletargaran en antiguas y retrasadas prácticas e inútiles tradiciones? Lucharéis unidos para que no debilitéis en la jornada y velaréis para que escuchéis con claridad la voz de la conciencia. 19 Vivid alerta para que no seáis criaturas débiles sino espíritus fuertes. Guiad vuestros pasos por la senda de la caridad, del amor y la justicia; no os privéis de lo que Yo he dispuesto para vuestro sano recreo corporal; también os digo que no atormentéis a vuestro espíritu negándole lo que le pertenece, para que ambos, cuerpo y espíritu, formen una sola voluntad y sobre éstos vigile la conciencia que es mi luz divina. 20 No quiero que el mundo os envuelva en su materialismo y os arrebate la gracia que os he confiado, porque volveríais a vuestra vida de miseria y de dolor de la cual os he rescatado. 27 Pocos son los hombres que conocen las señales de que una nueva era ha comenzado y de que me estoy manifestando espiritualmente a la humanidad. En su mayoría consagran su vida y esfuerzos al progreso material y en esa lucha sorda y a veces sangrienta por alcanzar su objetivo, caminan como ciegos, pierden el derrotero, no saben qué es lo que persiguen, no han logrado ver la claridad de la nueva aurora, no perciben las señales y están muy lejos de haber alcanzado el conocimiento de Mis revelaciones. 28 Esta humanidad ha creído más en las doctrinas y las palabras de los hombres, que en las revelaciones que a través de los tiempos le he concedido. ¿Por ventura esperáis que el Padre en su justicia os envíe mayores señales que las que a cada paso contempláis, para sentir y creer que éste es el tiempo predicho para Mi manifestación como Espíritu de Verdad? ¡Ah hombres de poca fe! Ahora comprenderéis discípulos, por qué a veces os digo que Mi voz clama en el desierto, porque, fuera de Mi pueblo, no hay quien la escuche y atienda en verdad. 29 Despertad, pueblo, para que os sintáis estremecidos ante esta voz de justicia, para que os sintáis movidos a anunciar a vuestros hermanos que la Ley, la luz, el juicio y con ello la salvación de la humanidad, han llegado al mundo. 30 No miréis como un imposible vuestro cumplimiento dentro de esta lucha. Desde ahora me anticipo a deciros que no seréis sólo vosotros quienes redimiréis a esta humanidad, ni quienes transformaréis la vida de los pueblos; esas obras Yo las haré porque son sobrehumanas. Sólo quiero que cumpláis con la misión que os corresponde y dejéis que las nuevas generaciones lleven Mi semilla más allá de donde vosotros hayáis logrado llegar. 31 ¿Imagináis el gozo del que retorna a la vida espiritual habiendo cumplido en la Tierra con la misión que su Padre le ha trazado? Su satisfacción y su paz son infinitamente mayores a todas las satisfacciones que en la vida humana puede recoger el espíritu. 33 Yo acudo presuroso al escuchar vuestras voces de auxilio, cuando lucháis como náufragos contra las embravecidas olas de ese mar de pasiones en que navega la Humanidad de este tiempo. Vuestra plegaria llega a Mí, y Mi caridad se extiende a semejanza de un manto de paz, como en otro tiempo acompañado de Mis discípulos navegaba en el mar de Galilea, y las olas encrespadas amenazaban hundir la barca; ellos temerosos me pidieron con angustia que los salvase, porque se sentían perecer y Yo les demostré que el que está Conmigo y confía en Mí, no perece jamás. 34 La barca en este tiempo es mi Obra, el mar es la vida, la tempestad son las pasiones, las vicisitudes, las pruebas. 35 ¡Bienaventurado el que se encuentre dentro de esta barca cuando las tempestades se desaten, porque él será salvo! 36 Cruzad ese mar e id con fe absoluta en pos de la ribera, sabiendo que en ella está la paz perfecta. ¿Quién podrá perderse en esta travesía si navega guiado por la brújula de su conciencia? 42 En el tiempo en que Israel cruzaba el desierto en busca de la Tierra Prometida, fue la tribu de Leví la que enseñó al pueblo el culto y le recordó y ayudó a comprender la Ley divina. Ya establecidas las tribus en la tierra que habían conquistado con su fe y perseverancia, siguió siendo la tribu de Leví la que veló por la Ley. Mas han pasado los tiempos, el espíritu del hombre ha evolucionado y la semilla divina que a Israel se le confió llegó a muchos pueblos y ahora se encuentra diseminada en toda la Humanidad. 43 Ese pueblo ha resurgido pleno de luz sobre todas las naciones de la Tierra, para recibir en su espíritu las nuevas revelaciones que habrá de llevar a las naciones. Ved cómo ahora ya no es tan sólo la tribu de Leví la encargada de velar por la Ley divina, sino una multitud de espíritus a los que se unirán todos los que despierten con el anhelo de formar parte del Pueblo de Dios. 47 Todos los que anheléis formar parte de ese pueblo, penetrad en vuestro interior, saturaos de fe para que seáis fuertes en la lucha y os hagáis dignos de que os llame Israel, como en el Primer Tiempo nombré a Jacob fuerte; fuerte para el bien, para el amor, para el perdón; fuerte en el celo y en la virtud, fuerte contra el pecado, el dolor, la calumnia o la miseria. 48 Yo os daré ocasión de trabajar acercando al huérfano, a la viuda, al que ha caído en la lucha, al vencido por el vicio, al hambriento de luz, al sediento de verdad. No atribuyáis a la casualidad los casos que encontraréis a cada paso; pensad que es vuestro Maestro el que llama a las puertas de vuestro corazón. De cierto os digo que estáis en el tiempo en que vuestro espíritu justifique por medio de la caridad su existencia en la Tierra. 52 Mi Doctrina destruirá la semilla de egoísmo, dando así a vuestro espíritu un campo sin fin en el que podáis cumplir con vuestra misión de amar. 53 Día tras día daré señales a la Humanidad para que despierte: A unos les hablaré en su oración, a otros los prepararé con la intuición para que perciban Mi voz. A los que viven alejados de la espiritualidad, les daré sueños reveladores, proféticos; y a los materializados, les hablaré por medio de los elementos de la Naturaleza, ya que éstos sólo creen en lo que miran o en lo que pueden probar con su ciencia. 54 Mas si ellos a pesar de esas voces, permanecen dormidos o sordos, les haré sentir Mi poder y Mi justicia a la que tanto han desafiado. 55 Os hablo de justicia, porque es llegado el tiempo en que Mi hoz venga a segar la mies en sazón. Yo recogeré los frutos que haya dado el bien, el trigo dorado que haya dado el amor. Todo lo demás será exterminado. Los frutos del pecado y la mala yerba del egoísmo, del odio y del orgullo, caerán abatidos bajo el filo inexorable de la hoz de Mi justicia. 56 Vengo a tiempo para segar; recordad que en aquel tiempo os dije que la mies no debe segarse antes de tiempo, sino que deben dejarse crecer el trigo y la cizaña juntos, llegar a su madurez y segar después. 57 ¿No es ésto lo que estoy haciendo ahora? Ved como Mis obras de hoy confirman Mi enseñanza del Segundo Tiempo. 58 Os estoy hablando a través de la mente de un portavoz cuyo entendimiento he iluminado; y he puesto en sus labios palabras de sabiduría, para que el pueblo reciba este mensaje como sustento para su espíritu. 59 Os veo maravillados ante esta manifestación por lo que me apresuro a deciros que, siendo ésta admirable, no es todavía la última lección que he de daros ni tampoco la expresión más elevada de Mi comunicación con los hombres. Tomad esta manifestación tan sólo como una página del libro de la sabiduría espiritual que es promesa de las nuevas revelaciones que habré de daros. El libro está delante de vuestra conciencia, es Mi sabiduría, y de ese libro se desprenden torrentes de luz que bañan vuestro ser. 63 Siempre he venido a buscaros porque vuestro espíritu una vez encarnado se ha internado por diversos senderos, en los que la mayor parte de las veces se ha perdido. ¡Ah criaturas débiles que habéis caído por vuestra causa y después me habéis culpado diciendo que el camino de los hijos de Dios está lleno de tentaciones! Yo os digo que ahí donde creísteis ver muchos senderos, sólo debisteis tomar uno: el que conduce a Mí; que donde mirasteis tentaciones, sólo eran frutos que había que tomar con conocimiento y respeto. ¿Podéis concebir que vuestro Padre haya creado algo que tuviera como fin el de tentaros a pecar? 64 Mañana, cuando la Humanidad se liberte de su fardo de ignorancia y de materialismo, encontrará que aquello que consideró como un tropiezo fue tan sólo un peldaño para que su espíritu ascendiera y tuviera experiencia; y lo que creyó que era un abismo no era sino una prueba para fortalecerle; entonces descubrirá que lo que el hombre ha considerado como motivo de sus caídas y de sus errores, son los medios para ayudarle en su perfeccionamiento. Ante estas enseñanzas desaparecerán del corazón humano todas las supersticiones que ha creado en torno del mal. 65 ¡Cuánta fuerza y cuánta belleza descubrirá cuando abra sus ojos a la luz de esta vida! Todo lo que su ignorancia le hizo interpretar indebidamente, haciéndole caer en errores y culpando de ello a Quien creó a todos los seres, desaparecerán de la mente del hombre. 66 Mientras la Humanidad no comprenda la verdadera ley espiritual o sintiéndose atraída hacia ese camino caiga en fanatismo religioso, tendrá que encontrar su vida llena de tropiezos, de incertidumbre y de sombras. 67 ¿Cuándo penetraréis en el estudio de Mi Doctrina, que es como un sol divino que ilumina al espíritu y no se oculta jamás? Según vosotros, ésto es imposible, mas Yo os digo que pronto esta luz iluminará a todos los seres. 68 La voz de Aquél a quien llamasteis "Rabí de Galilea", es la misma que en estos instantes escucháis; y si en aquel tiempo os dije "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios", ahora me acerco para deciros que no sólo de ciencia o de conocimientos humanos debe sustentarse el hombre, sino de esencia divina, porque en él habita el espíritu que sólo se alimenta de amor, de sabiduría y de paz. ¡Alimentaos y confortaos, oh discípulos míos, para que llevéis la verdadera vida en vosotros! 69 Se acercan tiempos de lucha y de amargura, y es menester que estéis preparados para que deis testimonio de Mi Doctrina, con vuestra fe y firmeza en el cumplimiento de Mis enseñanzas. 70 A veces mis discípulos incrédulos quisieran que les mostrara el cuerpo que llevé en el Segundo Tiempo, las manos taladradas y sangrantes, para creer que estoy de nuevo entre mi pueblo; y en su corazón me dicen: ¿Cómo vamos a dar testimonio de Tí, si no te hemos visto? Mas Yo os pregunto: ¿Conocéis Mis palabras de aquel tiempo en que os anuncié volver? ¿En cuál de ellas os anuncié que vendría en cuanto hombre? Necesitáis ver para creer, porque os habéis materializado; en cambio hay quienes sin saber las profecías, sienten Mi presencia y comprenden la verdad; esos son los que llevan limpia la mente y el corazón. 71 El espíritu está dotado de una mirada superior a la humana, para que sea él quien descubra la verdad y mire en ella la faz de su Padre. ¿Cómo queréis descubrir con vuestros sentidos materiales lo divino, si antes no lo ha presentido vuestro espíritu? No son estas palabras un reproche a vuestra escasa fe, ni os rechazo porque dudáis; por el contrario, son precisamente esas lámparas apagadas las que vengo buscando para encenderlas con el fuego de amor de Mi Espíritu. 74 La virtud se manifiesta solamente en la prueba. La luz brilla más en las tinieblas, la luz no brilla en la luz; así será menester que vuestro espíritu fuera probado y acrisolado, porque vuestro espíritu tuvo principio y en su inocencia careció de méritos, careció de experiencia, de desarrollo y de perfección. 75 Mas cuando vuestro espíritu no quiso adquirir todas estas cosas al lado del Padre, fue descendiendo por su propia voluntad a moradas y senderos no creados por el Señor, hasta caer en una vida artificial y falsa donde, virtud a la caridad divina, le fue confiada una escala baja para desde ella, ascender a otra más elevada, y así continuar por los siete peldaños de la escala de perfección hasta llegar como espíritu perfecto y puro ante la presencia del Padre, lleno de luz, evolucionado mediante el desarrollo de todos sus dones, perfeccionado en todas sus potencias, colmado de méritos en la lucha, pleno de conocimiento de sí mismo, de su Padre y de la vida, consciente de donde había brotado, del porqué había sido creado y a dónde había llegado. 76 El número infinito de espíritu que, como el vuestro, habitan en diferentes moradas, se encuentran unidos entre sí por una fuerza superior que es la del amor. 77 Dios tiene Sus grandes siervos, celosos y obedientes, donados con cargos delicados y grandes para gobernar las cosas del Señor, y cuando vosotros entréis en el camino de la obediencia perfecta, de la armonía perfecta con vuestro Creador, entonces os daréis cuenta de lo que el Padre ahora os está diciendo. 78 Veréis entonces cómo antes de llegar a Mï, vais a encontrar muchos de vuestros hermanos convertidos en grandes espíritus y os confundiréis en el espíritu pensando que estáis delante de la presencia de vuestro Dios al mirarles tan grandes; y cuando vuestro espíritu ante ellos se incline, escucharéis las voces humildes de esos seres que os dirán: "Levantad vuestra faz que yo, como vos, solamente soy un siervo del Padre". 79 Seguiréis avanzando y volveréis a encontrar seres aún más grandes, y a ellos entonces preguntaréis: "¿Sois, por ventura, mi Señor para rendiros culto?" y ellos os dirán; "No. Tomad mi mano que yo os conduciré". 80 Y así iréis por el camino de la vida verdadera, de la armonía perfecta, avanzando en la senda preciosa del progreso del espíritu, hasta que un día, cuando vuestro espíritu se encuentre ya engrandecido por la humildad y la virtud, elevaréis vuestra mirada espiritual al infinito y recibiréis la sorpresa de contemplar al fin a Aquél que os ha creado, que os ha amado desde antes que existieseis, a Aquél que os amará por siempre: vuestro Dios y Padre Celestial.