HUMANIDAD
Parte 2



¡Cuán vertiginosamente vivís, humanidad!


Contemplo en este tiempo, que los hombres se han familiarizado con el pecado y el dolor. Las pasiones se encuentran desatadas. El mal se ha multiplicado ofuscando la mente, el espíritu y el corazón. el mundo se agita en medio de una tempestad y ha perdido el rumbo. Nunca como ahora, esta vida se había convulsionado con tanta maldad y dolor. ¿Comprendéis el momento en que vivís?

Os habéis acostumbrado a vuestra forma de vivir, que el mal existente, manifestado en tantas y diversas formas, os resulta tan familiar que ya no os detenéis a reflexionar sobre las causas que lo originan. ¿Es posible que esta vida llegue a apareceros lo más natural, normal y lícito?

¡Cómo ha de ser justo que la especie humana no se entienda entre sí! si hasta los animales de una sola especie, se comprenden. ¿Es que se ha endurecido tanto vuestro corazón e insensibilizado vuestro espíritu, que ya no sentís el dolor que en este mundo se presenta? Con cuanto trabajo se gana el pan de cada día, por eso los hombres se consumen prematuramente, las mujeres envejecen antes de tiempo, la juventud, se agota en plena flor y los niños se insensibilizan a tierna edad.

¡Cuánto dolor contemplo en este mundo! la niñez ya conoce la amargura y pronto endurece su corazón, las flores se marchitan en plena juventud, los vicios toman fuerza entre los hombres y las mujeres, y aún a los niños ha llegado el veneno acumulado a través de los tiempos. Se atenta contra la vida. La discordia, la ambición, el materialismo, la soberbia y el orgullo, han invadido lo más íntimo del corazón humano.

Los Padres desconocen a sus hijos y los hijos a sus padres; los esposos se separan, el matrimonio ha sido profanado, las palabras de ternura y amor, han dado paso a las frases hirientes, y a los sentimientos exaltados. Las mujeres pierden su virtud y delicadeza, sin darle valor alguno; los hombres profanan lo mas sagrado y existen seres que se van quedando solos en esta vida. Millones de enfermos pueblan la tierra, niños que andan abandonados a sus propias fuerzas, ancianitos sin conocer el consuelo y mujeres desamparadas que ignoran las delicias del calor de un verdadero hogar, seres recluídos en el olvido, hombres y mujeres que confunden las bajas pasiones con el verdadero amor.

Tal parece que Sodoma y Gomorra, Babilonia y Roma, hubiesen volcado sobre esta humanidad, toda su perversidad. Ved que ya resulta pequeña la Tierra para contener tanto dolor humano. Yo di al hombre por morada este mundo diciéndole: "Creced y multiplicáos y henchid la Tierra", y en verdad que ha henchido la Tierra, mas lo ha hecho con el pecado y el dolor. Cabalgando en alas del viento, la peste avanza instante por instante, y en el ambiente existen millares de seres que día tras día, se agitan en los campos de odio y de cizaña y cuya turbación nubla vuestra mente y vuestro corazón. Como un mar que se desborda, así avanza el mal y envuelve corazón por corazón, sus aguas impuras penetran en los hogares, en el corazón de la niñez, en la mente de la juventud, en lo más puro de la mujer. Vuestras más nobles instituciones son profanadas.

¿Quién puede imaginar el fondo del abismo que con tanto odio y perversidad habéis abierto? Nadie puede imaginar las tinieblas, ni el dolor acumulado durante siglos, milenios y eras. ¿Y que es lo que se hace para evitar tanta maldad? muchos solo permanecen como espectadores, criticando y juzgando sin hacer absolutamente nada, porque creen no ser causantes del mal, a lo cual os digo: que quien no es causante de la guerra, es responsable de la paz, o tal vez tenga que recordaros mis palabras de aquel tiempo " Quién esté libre de pecado, que arroje la primera piedra ".

Vais como náufragos azotados por las furiosas olas de las pasiones, y del materialismo, envueltos en la sombra de una noche, que parece no tener amanecer.

Breve análisis del tema



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