o presentes. La humanidad es como un arbusto con ramas tan secas y enfermas, por eso es necesario el corte doloroso del mal. El dolor es intenso, por eso es necesario que se entienda, que es tiempo de restitución.
Humanidad, os invito a la reflexión y meditación de mis palabras. Restituid el mal causado. Restituid por amor, ya no por el dolor. ¿Qué no os habéis cansado de haceros tanto daño y de aumentar vuestra restitución?
Toda falta será borrada del Libro de la Vida, y lo podéis hacer, es decir: con conocimiento de causa, comprendiendo que muchas veces el dolor ha sido un gran maestro, porque él os hace deteneros a meditar, porque mientras el hombre o la mujer creen que se tiene todo en la vida, salud, bienestar, riqueza, familia, placeres, títulos, nombramientos, coronas, ha olvidado en el fondo de su ser a su espíritu.
El mundo y sus innumerables pruebas, han amargado vuestro corazón y no tenéis fuerza para pensar en la vida espiritual. ¿No comprendéis el mal que habéis hecho al dejar de hacer el bien? ¿No os Habeis cansado de vuestra constante desobediencia, y el resultado de ella?
Al hombre le ha preocupado más su vida humana que su vida espiritual, aun sabiendo muchas veces que lo humano es pasajero y lo espiritual, eterno. Ésa es la causa por la que habiendo adelantado en su civilización y en su ciencia, espiritualmente se encuentra estacionado y adormecido en sus religiones.
Aún contemplo a esta humanidad tratando de halagarme y llamarme con sus cánticos, oraciones verbales y formas diversos de cultos, para sentirme próximo.
Amar a vuestros semejantes, impartir la caridad, orad por toda la humanidad, sin distinción de razas, credos ni religiones, perdonar, ser humildes, mejorar vuestra vida, manifestar el verdadero amor, ser mas justos en vuestros actos y en vuestra forma de pensar, ¡ése es el mejor culto que podéis y debéis de ofrecerme y así no me sentiréis tan lejano!
Habeis dormido por mucho tiempo y vuestro despertar va a ser amargo, si no rectificáis a tiempo. Humanidad: Mi deber de Padre, es preveniros, todavía estáis a tiempo de reflexionar y meditar. Sé que no todos sois responsables del caos en que vivís, pero vuelvo a repetiros. Quien no es causante de la guerra, es responsable de la paz
Nunca es tarde para que por medio del verdadero amor, se restituyan faltas de vidas pasadas y para ello, es menester la comprensión, el arrepentimiento, el cumplimiento de la Ley, el mejorar vuestra vida en muchos órdenes, en practicar el verdadero perdón, apartándoos del materialismo, de la soberbia, de la hipocresía, del orgullo, de la vanidad y de tantos errores que han formado parte de vuestra vida.
Breve análisis del tema
