HUMANIDAD
Parte 13



El tan esperado fin del mundo y el juicio final

no son como los espera la humanidad.

Sobre el temido y terrible fin del mundo que suponíais a la puerta de cada una de vuestras guerras. o al final de cada milenio, o que esté por llegar en el momento menos esperado, os digo que ese idea del juicio que Habeis leido en las escrituras, no es el fin del planeta, mis palabras del aquel Tiempo se referían a un mundo materializado, pecador y científico que no me honra, ni me ama, ni me reconoce.

En verdad os digo: Vivís en el día del Señor, estáis ya bajo su juicio, Vivos y muertos están siendo juzgados; actos pasados y presentes son pesados en esta balanza. Abrid vuestros ojos para que seais testigos de que por donde quiera, la justicia divina se hace sentir.

El tiempo del juicio Universal ha llegado y grande será la transformación que sufra la humanidad en breve plazo: instituciones, principios, creencias, doctrinas, religiones, filosofías, costumbres, leyes y todos los órdenes de la vida humana, serán conmovidos desde sus cimientos.

Las transformaciones que la vida humana sufra, serán tan grandes, que os parecerá como si un mundo se acabase y naciese otro. A grandes pasos se acerca la Humanidad hacia el fin de ese mundo creado por la ciencia del hombre, de ese mundo falso, frío, y superficial; y será el hombre quien por propia mano destruya la obra que su orgullo y su codicia construyeron. Luego vendrá el silencio, la meditación y con ello la regeneración, los propósitos y los ideales elevados.

Este es un gran día, que no está compuesto de veinticuatro horas, porque el día del juicio no sabéis cuanto tiempo se prolongue, no sabeis cuando termine, pero de cierto que estáis ya en la culminación de los tiempos y estais viviendo bajo el juicio del Señor. Pero no debes temer, porque mi juicio proviene del amor que os tengo.

Esta es la continuación de mis lecciones, mas no la consumación de los tiempos ni es el fin de este planeta, según lo interpreta el hombre, El mundo seguirá girando en el espacio; los espíritus llegarán aún a la Tierra, los hombres seguirán poblando este mundo, para continuar con su camino de evolución y cumplir su destino; sólo la forma de vida cambiará.

Ved cómo un poder invisible se está manifestando cada día en vuestro mundo. Sentid la presencia del tiempo del juicio entre los hombres; mirad cómo todo está siendo preparado para la batalla final, en la que todas las pasiones humanas que luchan contra el bien y la verdad, serán vencidas, quedando aniquiladas para dar paso a nuevos sentimientos y nuevos ideales.

Para que esta nueva Babel desaparezca, es menester que su maldad sea cortada de raíz como mala yerba. El dolor será grande, pero en ese cáliz se purificarán toda impureza y abrirán sus ojos los ciegos. La muerte detendrá la carrera de muchos. Mas no será para exterminarles, sino para conducirles a la verdadera vida.

Sobre las ruinas de un mundo creado y destruido por una Humanidad materialista, se levantará una nueva vida cuyos cimientos serán la experiencia y tendrá por finalidad el ideal de su elevación espiritual. Ya os he dicho que estáis en el final de un mundo y en el principio de otro. El planeta seguirá siendo el mismo, la naturaleza la misma, la luz la misma; pero la forma de vivir de la Humanidad será otra, sus finalidades, sus luchas y sus ideales serán distintos. Habrá justicia, habrá verdad.

La Tierra no está manchada, es bendita y es pura; son los hombres los que han manchado su corazón, creando un camino de maldad, de vicios, crímenes, guerras, pecados, hipocresía, tinieblas, y turbación. Este es el mundo, que debe ser destruido y lo será con la luz de mi Doctrina.

Humanidad: Vengo a profetizaros en mi palabra una vida mejor que la que vivís, precisamente cuando vuestro corazón haya lavado su impureza. Imaginad una Humanidad sin límites ni fronteras, compartiendo fraternalmente todos los medios de vida que la tierra ofrece a sus hijos.

También ese cambio, lo sentiréis todos aquellos que hayan desterrado de su vida el odio, la amargura, la soberbia, el orgullo y el materialismo, las ambiciones insanas, las bajas pasiones. Será de nuevo entre vosotros, la reconciliación con la vida, el amor y el perdón entre todos.

En lo material también palparéis la transformación: Los ríos serán abundantes, las tierras estériles serán fértiles, los elementos volverán a su cauce. Porque habrá armonía entre el hombre y Dios, entre el hombre y las leyes dictadas por el autor de la vida.



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