HUMANIDAD
Parte 20



Cuando el dolor de las pruebas os agobie


y las penas de la vida aniquilen vuestros sentidos, si experimentáis un deseo de alcanzar un poco de paz, Buscad a Dios a través de vuestro pensamiento. Debéis de practicar la oración en cualquiera que sea la condición en que os encontréis, con el fín de que sepáis invocar mi ayuda en los trances más difíciles de vuestra vida, sin perder la serenidad, el dominio y la confianza en vosotros. La oración es el idioma del espíritu, a través de ella, vuestro corazón me habla, se queja, me pide.

Para que vuestra oración tenga la fuerza suficiente, es necesario tener verdadera fe, que con verdadero amor la elevéis hacía Mí, y que la caridad sea la esencia de vuestra petición.

Hay quienes sienten alentar su fe cuando les concedo el prodigio que me solicitan, pero cuando no llega a ellos el bien solicitado, en el momento en que piden o esperan, entonces me vuelven la espalda y esa no es verdadera fe, ese no es el valuarte para refugiarse en las grandes batallas de la vida. Mi Doctrina, no sólo os enseña a tener fe en el poder de Dios, sino que a que tengáis fe en vosotros. Si al contemplar las grandes pruebas que hoy afligen al mundo, os falta valor para seguir viviendo, orad y en Mí encontraréis fuerza y ánimo

A quienes comprendan mi Doctrina y la apliquen en su vida, os encargo orar por todos los que en su materialismo alteran el sentido de la verdad y que orgullosos y envanecidos, en su ciencia, han llegado a creerse sabios, creadores y fuertes y se ríen de los que aún, acordándose de Dios, elevan hacia él sus oraciones.



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