De Consejo de Elías 4

01.- Padres de familia, cultivad la semillita, elevad a vuestros hijos, desde pequeños, de espíritu a Espíritu. Habladles de mi Padre, habladles de la Ley, de los Siete Sellos, decidles que sois todos hijos de ese Padre todo amor. (LVV-E13:53), (Ap. 5:1)

02.- Ellos gozarán de adelantos que vuestros ojos no verán y que vuestra mente ni siquiera imagina.

03.- Enseñadles a vuestros hijos a sufrir, que a gozar ellos solos aprenderán; enseñadles obediencia, paciencia y resignación, enseñadles a interceder ante mi Espíritu.

04.- No pretendáis para ellos la felicidad, pues no está en el hombre darla.

05.- Dadles en cambio el ejemplo de cumplimiento y de acatamiento a la Ley, eso si está a vuestra mano.

06.- Contemplo cómo la niñez bendita en algunos hogares es levanta con la soberbia, caminando en la desobediencia, desconociendo a sus padres, desconociendo a sus hermanos y queriendo tomar desde pequeños un cetro que no les corresponde, porque ese cetro sólo debe estar en mano de mi Padre.

07.- Vosotros debéis enseñarles vuestros principios, para que así ellos también lo entreguen a los que más tarde han de venir; enseñadles la virtud y el amor, y con ello llenaréis de gozo las pupilas del Señor. (Prov. 23:19-28)

08.- Id por los distintos caminos, trabajad en vuestros hogares, y entregadles buen ejemplo a la niñez bendita, no sólo a la que haya brotado de vosotros sino a la de los demás hermanos vuestros, enseñadles a cumplir sus deberes, no temáis ni os amedrentéis.

09.- El Mundo Espiritual de Luz y vuestro Pastor serán en ayuda vuestra, y seréis los que hablaréis sin temor al hombre y vuestras palabras de luz, palabras de enseñanza, le serán gratas al Padre.

10.- Si contempláis que la mujer va delinquiendo de gran manera en el camino, y a imitación de aquella Magdalena pecadora se enfrenta a solas con los siete pecados en su materia frágil, despertadla con amor y dulzura, no la juzguéis, pues primero debéis juzgaros a vosotros mismos antes que a vuestros hermanos; el juicio dejadlo en el Padre, sed aquellos que con palabras de amor lograréis apartar a la pecadora del lugar en que se encuentra, del precipicio en que puede caer. (LVV-E286:42) (Lc.8:2/Mt.7:1-5)

11.- Sí, aunque en el Segundo Tiempo se encontró la mujer pecadora, en este tiempo la hay en mayor número, mas no las despreciéis, y no digáis que son más pecadoras que vosotros, porque aunque ante los ojos del hombre no cometáis la misma falta, si vais cometiendo otras faltas ante la mirada de la Divinidad.

12.- En pensamiento, en palabras, sois los que a cada instante delinquís, por ellos dad gracia al Padre de que os permita morar nuevamente en el planta Tierra, para que tengáis oportunidad de corregir vuestras faltas. (LVV-E67:48)

13.- Tenéis los veintidós preceptos y no se cansará el Pastor de deciros a cada instante: "estudiadlos y analizadlos para que los pongáis en práctica".

14.- No abuséis de las mujeres, pecadoras o no, estad con fidelidad los varones y las mujeres, los unos y las otras. (LVV-E235:23/E338:21)

15.- Pecar en el camino os cuesta más trabajo, es más pesado faltar que cumplir, pues la falta la deberéis restituir y, por el contrario, si cumplís, sentiréis regocijo en el corazón.

16.- Enseñad a vuestras hermanas que van faltando al rasgar sus velos de pureza como si el Hijo del Hombre no las contemplase, para que no lleguen nunca al infanticidio, porque el Padre y el Espíritu Santo abominan del infanticidio. (Ex.23:26)

17.- Tenéis un precepto que os ordena que no habléis de imágenes que no sean verdad, no le habléis a nadie de las maldades que los hombres y las mujeres dicen hacer.

18.- No deis muerte civil con vuestra espada de dos filos: vuestra lengua.

19.- No le quitéis la vida de ninguna manera a vuestros hermanos, ni a nadie miraréis como rival, pues basta una mala mirada, una mala palabra o una mala acción para dar muerte.

20.- No dejéis que el nombre de Dios ruede por los suelos, haced que sea respetado. (Ex.20:7)

21.- Si llegáis a atravesar el dintel de los templos donde vuestros hermanos rinden culto al Señor, guardad silencio y respeto por ser ellos también criaturas del Altísimo. (LVV-E297:24)

22.- En verdad os digo: "aprovechad el tiempo que el Señor os concederá sobre esta Tierra, sentios pequeños para que de la abundancia de vuestro corazón nazcan las palabras sanas, que hagan que el hombre venga a vosotros en busca de la redención.

23.- Escuchad la voz de los profetas que hay entre vosotros, porque son la voz de Dios.

24.- Analizad los 22 preceptos, donde se encuentran compendiadas las páginas de la Ley, la Ley que habéis jurado amar y cumplir.

25.- La Tierra debe limpiarse para poder recibir en su seno la semilla perfecta, porque de no ser así, vendrán plagas y calamidades para hacerle comprender a los obstinados en el pecado que hay un solo Dios Verdadero, y que éste es tiempo de juicio.

26.- La campana ha enronquecido de tanto llamaros a arrepentimiento, tanto a los unos como a los otros.

27.- ¿Tendréis atrición? ¿Tenéis contrición?

28.- ¡Arrepentios y ay no pequéis más!

29.- ¿Tenéis el propósito de no juzgar más a vuestros hermanos? ¡Haced así en vuestro camino y aprended a dejarle la causa al Padre!

30.- Cuando os llega el dolor, el Padre os dice: "A cada quien le entrego lo que corresponde a sus obras": esto es justicia. (LVV-E11:59)(Sal.62:12)

31.- Rebaño, os entrego leche y miel, os entrego en representación del Espíritu Santo, la ley grabada en letras de otro en vuestro espíritu y corazón.

32.- No malgastéis este tesoro, ovejas mías, porque es baluarte en tiempo de prueba y guía perfecta en tiempos de caos.

33.- Naciones que lloráis cuando os sacuden las pruebas, yo os entrego bálsamo para vuestras heridas y salud para vuestros males; os perdono y os bendigo, en el altísimo nombre de mi Padre.

Por vosotros, pueblo, entrego al Universo entero; sea mi paz de pastor en vosotros.

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