De Consejo de Elías 15
01.- Una vez más el Venerable Anciano se apacienta entre vosotros, rebaño amado, para guiaros y conduciros por el camino que conduce a la perfección. (LVV-E82:51)
02.- Cuanta veces os alejáis de la Ley, yo os haré retornar al redil del Señor con la buena palabra, con amor y con Luz.
03.- Por amor desciende el Pastor a guiar vuestras obras, y os he hablado y os hablaré incansablemente de las virtudes con las que lograréis levantar la obra espiritual en este Tercer Tiempo.
04.- Y bien sabéis, porque desde tiempo ha os lo he dicho, que esas virtudes que son a la vez armas con las que podréis combatir en la lucha espiritual, son la fe, la esperanza y la caridad.
05.- Penetrad en el fondo de esta palabra que virtud a la luz os entrego, para que la escudriñéis y así encontréis que es causa de Dios, que viene a mostraros que todos los hombres sois hermanos, para que así borréis las castas, las fronteras y todo aquello que os separe y divida, para que os veáis tal y como sois: hermanos.
06.- Bien está que tengáis leyes en la Tierra, bien está que desde los tiempos primeros hayáis adoptado códigos para moralizar vuestro corazón, mas Dios os dio la Ley desde el principio para que el espíritu y corazón de sus hijos se guiase con ella.
07.- Por ello, antes que cualquier Ley de la Tierra está la Ley de Dios, y la tenéis explicada en veintidós preceptos bien claros para que toda la humanidad pueda estudiar y analizar la Ley Divina.
08.- Si la humanidad entendiera la Ley Divina que es ley de amor, no le reclamaría al Padre como le ha reclamado en todos los tiempos; oíd el reclamo de la humanidad hacia su Creador y vuestro Pastor os dice que, en cualquier hogar que os apacentéis, en cualquier comarca o nación, allí escucharéis el reclamo de los hombres hacia su Dios, mas debéis entender que detrás de este reclamo hacia la Divinidad, el hombre se reclama a sí mismo. (LVV-E241:58)
09.- Todo aquél que al Señor le pide, el Señor le entrega, pero el Señor advierte: "Antes de pedirle a tu Señor, estúdiate a ti mismo, escudriña en ti y haz un análisis de conciencia, y verás cómo te avergüenzas de tus actos porque encuentro en tus manos sangre hermana, contemplo sangre inocente en tu corazón y hay causa grave en contra tuya en tu propio espíritu, porque mucho has pecado y mucho te has apartado de Mi". (LVV-E3:13-14)
10.- Por eso la humanidad se ha alejado de Dios, y no es Él quien se ha apartado de sus hijos; bien sabéis que lo manchado no cabe en lo limpio, y que lo impuro no cabe en la pureza, y es menester lavar y purificar las manchas, pasándolas por el crisol para que vuestro espíritu pueda fundirse en la Luz del Señor. (1Cro.15:30)
11.- El Verbo Divino lo es todo; es Luz, es Fuego que purifica y que limpia lo imperfecto de vuestro corazón, es Agua cristalina que lava las vestiduras, es Pan de Vida eterna, es Vida y es Caridad.
12.- Todo lo es la palabra del Señor, y en ella todo lo habréis de encontrar; si a ella acudís con respeto, en ella encontraréis todo lo que, siendo bueno para vosotros, por tanto tiempo habéis buscado por otros senderos. (LVV-E83:56)
13.- En ella hallaréis fuerza y solución a vuestros problemas, encontraréis en ella la Luz para guiar vuestros pasos, y a medida que os vayáis espiritualizando cada vez más, iréis apartando de vuestro corazón todas las cosas superfluas, que no le han sido dadas a vuestro corazón y que estorban el desarrollo de vuestro espíritu.
14.- El Señor os ha concebido todos los elementos materiales necesarios para vuestro cuerpo: os ha concedido las flores para que con su belleza se recree el corazón, os ha dado los árboles para darle sombra al caminante, frescor y descanso a los que fatigados pueden encontrarse, y frutos a la humanidad. (Gen.2:15)
16.- Fe es vida, mas ¿fe en quien?; en Dios y en vosotros mismos, porque debéis sentir confianza hacia vosotros mismos cuando acudís ante un enfermo para entregarle el bálsamo que le alivie de sus males, porque los dones y las caridades del Señor están en vosotros. (LVV-E134:55, E-134:61)
17.- Mucha experiencia habéis recogido sobre vuestra cabeza, rebaño amado, desde los tiempos pasados, y es menester que recordéis las venidas anteriores del Eterno para que comprendáis y aquilatéis en todo su valor este tercer advenimiento del Espíritu Divino entre vosotros.
18.- Contemplad la vida, y así os daréis cuenta de que el Señor lo es todo; del Señor os habla la evolución constante en vosotros mismos, porque no hay estancamiento ni para la naturaleza material ni para la espiritual, todo evoluciona y todo crece. (LVV-E79:34)
19.- Ved a vuestros pequeñines: su cuerpo pequeño también va cambiando hasta convertirse en hombre como vosotros; contemplad la misma naturaleza que os rodea, ved cómo evoluciona, como después de ser depositada en la tierra la semilla, devino en planta y dio fruto; ved las aguas cristalinas brotar debajo de la Tierra, fertilizando los campos y recreando al sediento.
20.- Ved, en fin, al propio hombre, que día tras día se dirige a sus faenas terrestres, levantando una obra de la cual toda la humanidad ha probado sus frutos.
21.- El hombre construye y Dios bendice la obra del hombre, porque Él le dijo al hombre desde los primeros tiempos: "Id, y labrad la Tierra y Yo bendeciré vuestra obra, y la bendeciré delante de vos mismo y delante de Mi Divinidad". (Deut.7:13) (LVV-E85:80)
22.- Por eso, varones y varonas que día tras día os dirigís a vuestros afanes terrenos, ¿dónde está lo que habéis cultivado con tanto cuidado?
23.- A vosotros os digo, corazones, que veáis cómo la vida ha transcurrido y no ha habido estancamiento, por que cada día os trae un nuevo problema y con él, la caridad inmensa y constante del Señor; habéis visto pasar enfermedades sobre vosotros y sobre vuestros vástagos, y hoy gozáis de cabal salud y os pregunto: ¿"con que le daréis gracias al Eterno por tanta gracia y tanta bendición que derrama sobre vosotros? (LVV-E242:32-34)
24.- Si queréis darle gracia al Padre por todo Su amor y caridad, si queréis agradarle, empezad a preparar el regalo digno con el cual habéis de recibir al Señor, a vuestro Padre Eterno Gran Jehová, a Aquel que os ha dado el pan y al bálsamo de curación.
25.- Y ¿qué mejor regalo que la armonía dentro y fuera de vosotros? Que la esposa enarbole la armonía en su hogar, y que el esposo la secunde; que el hijo busque la armonía con sus padres y éstos con sus vástagos; es esto lo que quiere el Señor: que la humanidad toda esté en armonía, que familia a familia se reconozca, que hermano a hermano se ame, para que la bendición del Señor pueda ser en todos. (LVV-E9:11)
26.- Vosotros, Israel, que lleváis la fuerza espiritual, debéis prepararos para estar en armonía y así recibir lo que la mano providente del Padre tenga a bien concederos.
27.- Lo que habéis alcanzado nadie os lo podrá quitar, y esta preparación que dejo en vuestro corazón, rebaño amado, ya nunca se apartará de vosotros, será eternamente en vosotros porque la Luz Divina nunca se extinguirá, y la Luz del conocimiento que he puesto en vosotros seguirá creciendo, porque así el Señor lo desea porque así la humanidad lo necesita. (LVV-E89:34)
28.- Con vuestra Luz, le mostraréis a la humanidad más claros horizontes de lo que es la Divinidad Altísima del Señor, de lo que es su Divino Espíritu, de lo que son su paz y su gloria, y de lo que es el Reino del Señor donde moran los Ángeles; ¿cuándo llegaréis vosotros a ese lugar? (Lc.8:16-18)
29.- Bien sabéis que el que es buen peregrino en la Tierra, sabe hacia dónde se dirige sus pasos y sabe que le espera una posada en la cual descansar y reponer sus fuerzas; pacientemente toma entonces su báculo, prepara su alforja y va caminando paso a paso, sin importarle que las noches le sorprendan, sin que le arrienden las lluvias y las tormentas porque sabe que más allá hay una posada que le cobije donde pueda descansar.
30.- Así deberéis ir vosotros, rebaño amado, sin desesperar, llenos de fuerza y de perseverancia, con esa fuerza de voluntad que debe existir en todos y cada uno de vosotros, para que seáis los buenos peregrinos a los que no les faltará nunca el alimento y a que el báculo lo tendréis siempre en la diestra; Yo soy ese báculo espiritual, soy la Luz del Señor que os guía paso a paso.
31.- Y ¿Cuál es la posada de la parábola? Es el corazón del Señor, y hacia él debéis dirigir vuestros pasos, para que caminando y caminando, lleguéis a esa posada Divina en la cual todos penetraréis, para descansar y gozar de la paz que el Señor tanto os ha prometido en sus Divinas cátedras.
32.- El Señor no promete en vano, no, y de cierto os digo que las promesas del Señor son realidades que se cristalizarán cuando vosotros lo querráis, así os lo ha dicho el Señor y así os lo dice vuestro Pastor en esta alba de gracia; en vuestras manos está el hacer que esas promesas sean realidades.
33.- ¿Queréis ver a la tentación alejarse de vosotros? Orad, orad en vigilia para que velando contempléis lo que es bueno y lo que no lo es, y para que orando atraigáis la Luz, y así veréis cómo la tentación no osa acercarse a vosotros. (LVV-E149:79) (Mar.8:16-18)
34.- Debéis proponeros cumplir la Ley del Señor todos los días y en todo momento; no importa si al final del día sólo le podéis presentar al Señor una pequeña semilla, porque Él os ha dicho: "Si me presentáis una semilla, Yo os la bendeciré y ésta se multiplicará". (Gen.26:24)
35.- Es menester que pongáis de vuestra parte lo más que esté a vuestro alcance, porque es necesario hacer méritos propios, por muy pequeños que éstos sean. (LVV-E149:79)
36.- Cumplid con la Ley del Señor, rebaño amado, así os dice Elías, vuestro Pastor.
37.- En verdad, mucho habéis caminado por el sendero de la espiritualidad, pero aún os falta mucho por caminar.
38.- Preparaos, reconoced al Pastor cuya voz, cual campana sonora, desciende a haceros el llamado a congregación, y a entregaros cuanto el Señor le ha confiado para que le sintáis en vuestro afligido corazón, y para que no sintáis más sufrimiento por las cosas de la Tierra, y no se os clave en ese corazón el dardo que tanto ha dañado a la humanidad.
39.- Cuando oréis, no le hagáis presente al Padre las penas de la envoltura, porque el consuelo para ellas se os dará por añadidura; buscad, en cambio, la gracia para el espíritu y la paz para el corazón. (Lc.12.32)
40.- Ved que el Pastor no quiere que en vuestro camino sea el sollozo, el mesar de cabellos y el crujir de dientes; no os obstinéis en lo material, no seáis necios en lo superfluo o en lo vano. (Mt.8:2)
41.- Dejad que vuestro espíritu almacene mi consejo, que mucho le ha de servir en su camino; yo con mi palabra, os fortalezco para que no sintáis el cansancio de la vida y de las pruebas.
42.- Israel, sois la fuerte y debéis continuar el camino lleno de amor, de buena voluntad y de propósitos firmes de cumplir con vuestra misión, que bien sabéis pesa sobre vuestro espíritu y sobre vuestra conciencia.
43.- ¿Estáis conformes, rebaño amado, con lo que he confiado a vosotros en esta alba bendita de gracia?
44.- Sois responsables, cada quien, de los pasos que deis en el camino, y de cada uno de ellos habréis de responder; velad, pues, para que cada paso sea dentro del sendero del cumplimiento.
45.- Contemplo que os habéis recreado con la enseñanza, y que habéis palpado la Esencia Divina: alimentaos de ella.
46.- Rebaño, habéis tenido una vez más la presencia de Elías, el Pastor; estad en preparación espiritual pues así os lo he pedido; preparaos, preparaos que yo, en estos momentos, preparo vuestros hogares y vuestros caminos, y preparo también a los vuestros.
47.- Dejo mi preparación en el Universo, en las naciones extiendo la luz del Espíritu Santo, y penetro en con mi Luz que es la Luz Divina, en todos los ámbitos terrestres y espirituales porque esa es la Voluntad de mi Señor.
48.- Ilumino los entendimientos para que por un instante puedan detenerse y estudiar su conciencia, y así analicen sus actos para cuando sea llegado el momento en que el Juez eterno, el Padre, ha de entregar una vez más a la humanidad según haya sido su labranza.
49.- Montes altos, caminos y veredas, todo lo creado yo bendigo; al inocente descorro el cerrojo enmohecido para que recobre la libertad, os marco el camino, os conforto y os unjo en el nombre del Padre, del Hijo y en nombre que soy la representación de la Luz del Espíritu Santo.
Mi paz de Pastor quede con vosotros.
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