De Consejo de Elías 20

01.- He descendido desde el Más Allá por la Voluntad Altísima de mi Padre, para entregaros mi enseñanza de Pastor, para que con ella os guiéis en el camino.

02.- Estudiad la Doctrina que el Señor ha venido a entregaros en este Tercer Tiempo, para que con ese estudio ampliéis vuestro criterio y vuestro conocimiento y así no os estacionéis en el camino.

03.- El Señor quiere que aprendáis todo cuanto podáis de Su enseñanza, para que llegado el instante preciso pueda Él desbordar sobre vuestro espíritu Su mandato, y vayáis a los caminos en busca de vuestro hermano que perece y que sufre.

04.- El Divino Maestro no quiere contemplar que seguís sufriendo en vuestro camino, no quiere contemplar que lloráis en lo privado o ante el mundo; tan sólo os pide cinco minutos de verdadera elevación para depositar en vosotros mismos todo lo que a vuestro espíritu le pueda hacer falta.

05.- No habéis sabido pedir, y el corazón amantísimo del Padre sufre por ello, sufre por vosotros quienes aun teniendo la luz del Señor en vuestro espíritu, os encontráis todavía en tinieblas. (LVV-E145:17)

06.- Por eso me envía el Señor como vuestro Pastor, para aconsejaros las buenas obras y mostraros el sendero correcto, donde encontraréis la paz y la luz para vuestro espíritu.

07.- Rebaño muy amado, vuestro Pastor os dice: levantaos en este instante, llevad fe y confianza, porque quiero ver la sonrisa en vuestros labios y la concordia entre vuestros familiares, quiero paz para vuestro espíritu, quiero contemplar que tenéis el mendrugo de pan en abundancia para que no perezcáis de hambre y sed; quiero contemplar en vosotros la fortaleza y la salud, tanto espiritual como material.

08.- No quiero contemplaros yertos en el camino, no quiero veros decaídos en este mundo, no quiero ver en el seno de los hogares el lamento y el sufrimiento, no quiero contemplar lágrimas en vuestros ojos, y por eso llego en el instante de la prueba y os entrego consuelo espiritual.

09.- Y a ti, ovejita amada, que me haces presente al compañero que ha olvidado sus deberes para con los suyos, te digo: mira que eres la paloma del hogar que arrullo y sonrisa debe tener siempre a flor de labio; dale buen ejemplo a tus pequeños y no mires mal a tu compañero, y perdónale de todo corazón, que yo, cual faro luminoso, iluminaré su entendimiento que hoy se encuentra bajo la tiniebla, para que te dé el buen mirar y cumpla con sus obligaciones de padre y esposo, llevando paz y armonía a vuestro hogar. (LVV-E225:46-48)

10.- Así es mi luz sobre vosotros como sobre todo hogar que infrinja la Ley de mi Padre Dios y Señor.

11.- Varones, corderos amados: una vez más os exhorto a que olvidéis las bajas pasiones del mundo, no oigáis más la voz de la tentación y dedicaos a los vuestros, mas tampoco en ello os fanaticéis; recordad que hay todo un mundo que mucho necesita de vuestro ejemplo y de vuestra palabra de amor. (LVV-E348:36/E39:19-20)

12.- Regeneraos, regeneraos, y lo que fuisteis ayer no seáis hoy, y lo que sois hoy no seáis mañana; no os hagáis acreedores al reclamo de mi Padre Eterno Gran Jehová. (Mt. 3:2) (LVV-E145:9)

13.- No os familiaricéis con la palabra de mi Padre y no os baste el escuchar tan sólo Su palabra; es menester que la pongáis en práctica en vuestra vida y en vuestros caminos, porque en cada sílaba se encierra un mandato, y con vuestras peticiones habéis contraído un compromiso, mismo que deberéis cumplir, para que más tarde, con vuestro trabajo y vuestra lucha, lleguéis a las plantas del Padre a hacerle presente el fruto de vuestro esfuerzo.

14.- El Padre ha venido a desechar lo malo que existía en vosotros, en vuestro entendimiento y en vuestro corazón; viene a quitar el encono en el mal y a convertiros en los hijos obedientes, para que, llevando una vida limpia y transparente, os levantéis en el camino manifestando la obediencia y la sumisión, y perdonando en espíritu y verdad a todo aquél que os haya ofendido.

15.- Amaos los unos a los otros como el Padre os ama; ésta es la Ley de Dios en todos los tiempos, ésta es Su Doctrina espiritual, y en este Tercer Tiempo el Señor ha regresado para promulgarla nuevamente y para que la practiquéis en todo tiempo y en todo lugar.

16.- Y ¿cómo es Su Ley? Es amor, amor y más amor. (Ro. 13:10) (LVV-E195:16)

17.- Ya no sois los idólatras de ayer, porque hoy sois, por la preparación que se os ha entregado, los corazones que se levantan en el sendero perfectísimo con amor a Dios para buscarle de espíritu a Espíritu.

18.- Cumplid la Ley, no os estacionéis en el camino, no permitáis que la pereza os detenga en el progreso espiritual.

19.- No os conforméis con estar donde estáis, ni con ser lo que hoy sois.

20.- Ha venido el Señor en el Tercer Tiempo a mostraros Su Obra que es pura y divina; pues bien, así como Él trabaja, vosotros debéis trabajar también.

21.- Respetad y apreciad el tiempo, mirad que cada día que pase en el que no trabajéis es un día que se pierde en la eternidad; daos cuenta de cómo la vida escapa momento a momento de vuestro corazón y por ello debéis aprovechar el tiempo. (Ef. 5:16)

22.- Dad gracias al Padre en cada nuevo amanecer por haberos concedido un día más para vuestro cumplimiento; recordad que sois pasajeros en este mundo y de que llegaréis a la ancianidad en el momento menos esperado, y el día llegará en que tengáis que mostrar vuestra cosecha, al final de la jornada.

23.- Y así como os he acompañado en el camino, también me encontraréis en el final de vuestra vida humana para ayudaros a transitar de este valle material hacia el valle espiritual. (LVV-E52:47)

24.- Vuelvo a deciros: no os conforméis con lo que habéis logrado hasta ahora; levantaos con toda la fuerza y la voluntad de vuestro corazón para cumplir con la sagrada Doctrina del Padre, para cumplir con la Ley.

25.- En vuestros instantes de reposo material, repasad la palabra del Padre, haced un recorrido por vuestra conciencia y estudiad y analizad la Doctrina del Señor, y sed aquellos que aunque más no sea, cumplan con el primer precepto que os ordena "amar a Dios de todo corazón". (Dt. 6:5) (LVV-E76:49)

26.- Mas una vez que ese precepto se haya convertido en parte vuestra, continuad y no desmayéis, porque veintidós son los Preceptos y diez los Mandamientos de la Ley del Padre.

27.- Su Ley Divina en todos los tiempos os enseña a amar a Dios y a amaros los unos a los otros.

28.- El Espíritu Santo manifestándose está sobre la humanidad, y ¿qué es lo que ésta manifiesta ante su Señor? Unos, ciegos se encuentran, otros obstinados en el pecado se hallan, y unos y otros se ofenden mutuamente. (LVV-E77:24)

29.- Los hijos desconocen a sus padre, los cónyuges abandonan sus responsabilidades y pasan por encima de la palabra empeñada, la iniquidad, el dolor y el odio invaden este mundo, las naciones se encuentran en llamas y los campos se tiñen de sangre.

30.- Profetizado estaba que, cuando el mundo llegara a su tercera altura de perversidad, habría de manifestarse en él la luz del Espíritu Santo. (LVV-E147:4)

31.- Cumplida está la palabra del Padre; los que no habéis cumplido sois vosotros, porque el ser humano lleva la ingratitud en el corazón, la duda y la desconfianza se anidan en él mismo.

32.- Las comarcas perecen, la Humanidad sumida en tinieblas se encuentra, y sois vosotros, rebaño amado, los encomendados para ser el báculo, el escalón en que se apoyen todos aquellos que no han gozado de la dicha y de la gracia que lleváis en vosotros.

33.- Los tiempos os han sorprendido, los tiempos han llegado ante vosotros, y he ahí el porque las pruebas se apacientan en vuestro camino, a diestra y siniestra soplan los vendavales y traen consigo aún más pruebas. (Mt. 16:2-3)

34.- El Padre espera de vosotros que ya no seáis más los párvulos, quiere que os convirtáis presto en los maestros para que seáis los fuertes entre vuestros hermanos que desfallecen.

35.- Estudiad, estudiad y analizad para que no sucumbáis; ved cuán precioso es el tiempo que ya no regresará; ya no habrá otro tiempo más, porque este Tercer Tiempo es el último de los tiempos, y mi Padre ya no descenderá más a la humanidad. (LVV-E2:3)

36.- Formad entre todos el Libro de las enseñanzas del Tercer Tiempo, el Libro de la Vida Verdadera que Él ha venido a legaros; no os preocupe el no poseer en forma material las primeras cátedras y enseñanzas que Él entregara a los primeros al inicio de esta Era, porque Él os prometió, y así lo ha cumplido, que en los tres últimos años de Su manifestación por el entendimiento humano, el Señor mismo recapitularía todo cuanto vino a entregaros en este tiempo de gracia, tiempo que toca ya a su final. (Ex. 32:33) (LVV-E...:...)

37.- Por tanto, podéis estar seguros de que el Libro de los tres años, contendrá toda la esencia y la sabiduría que el Padre ha venido a dejaros en este tiempo, mas debéis estudiar y analizar hasta la última palabra de él, para extraer esa misma esencia y sabiduría.

38.- Humanidad: mirad cuánta es vuestra ingratitud, porque en todos los tiempos habéis desconocido a vuestro Creador y habéis hecho padecer al Espíritu amantísimo del Padre, despreciando sus enseñanzas y haciendo recaer vuestra amargura sobre el Divino corazón del Señor.

39.- Mirad que es muchas veces más grande la enfermedad que lleváis en el espíritu que la que soportáis en la materia.

40.- Vuestro espíritu es eterno, y el dolor que en él depositéis, no desaparece con la muerte de la materia; cuántos que padecen en la carne, esperan la llegada del ángel de la muerte para que alivie su sufrimiento y le haga descansar; y así, cuando el espíritu desencarna, detrás deja los padecimientos de la carne, pero, ¿y los del espíritu? ¿en qué lecho del dolor o en qué fosa podrá dejarlos? (LVV-E183:36)

41.- Rebaño amado, unificaos en espíritu y materia, doblegad vuestra carne porque ésta siempre os induce hacia los placeres de la Tierra, mas vuestro espíritu lo que busca es la Tierra Prometida que es eterna. (Ap.14:9)

42.- El Padre, en sentido figurado, ha venido a depositar en vuestro frontal Su marca, el triángulo Trinitario Mariano para que os reconozcan y respeten los mismos elementos de la Creación.

43.- En verdad os digo, ignoráis cuánta es la fuerza de vuestro espíritu, cuáles son las potencias del mismo y cuánta luz ha sido vertida sobre vosotros, y todo esto es porque no os conocéis a vosotros mismos.

44.- Rebaño mío, sois vosotros los indicados para llevar la Buena Nueva a las naciones, tenéis que ir a las distintas comarcas y a los distintos pueblos para anunciarles que el Divino Maestro, como Espíritu Santo, una vez más ha descendido entre la Humanidad en cumplimiento de Su palabra. (Jn.14:26) (LVV-E91:33)

45.- Contemplad cuánto será su dolor cuando comprendan que no volverá a escucharse la palabra divina por el entendimiento humano después de 1950, y sollozarán por no haber gozado de esta dicha que vosotros poseéis. (LVV-E366:12)

46.- Por eso, tenéis el deber ineludible de prepararos para ser los heraldos que difundan esta bendita enseñanza; levantaos, levantaos porque el tiempo es precioso y lo debéis aprovechar.

47.- En todos los tiempos, el hombre ha buscado adorar las efigies, adorar las imágenes y rendirles culto, y así ha sido también en este tiempo, mas os digo, el Padre os ha venido a enseñar en este Tercer Tiempo a buscarle en el Más Allá, donde le habréis de contemplar con los ojos del espíritu.

48.- Sí, así habréis de mirarles, porque dicho está: "Todo ojo pecador y no pecador, en este Tercer Tiempo le verá".

49.- ¿Que esperáis, Humanidad, para creer lo que hablando se encuentra el Divino Maestro?

50.- En el Segundo Tiempo tampoco le creísteis; Él se apacentó por los ríos, por las explanadas y los valles, y os entregó Su palabra; corta fue Su permanencia con vosotros, corta Su palabra y corta Su enseñanza, mas en cada sílaba se encerraba todo un libro de sabiduría. (Mt.5:1-48)

51.- Despreciasteis, Humanidad, la enseñanza del dulce Maestro, y recordad cuánto le hicisteis padecer cuando le llevasteis entre gritos y blasfemias al cadalso; en el seno mismo de Israel, Su pueblo, fue desconocido y negado, y por ello, la nación israelita fue dispersada, dispersión que continúa hasta el día de hoy. (Mt.23:37-39) (LVV-E175:5)

52.- Y a vosotros, rebaño amado, a quienes he venido reuniendo y congregando porque a eso me ha enviado mi Padre, os digo: contemplo vuestros corazones todavía fríos, la lámpara que debería estar encendida a veces se encuentra a punto de apagarse, porque no habéis sabido profundizar en la enseñanza del Padre. (Lc.12:35-39)(LVV-E88:9)

53.- Y he aquí, que habiéndose entregado un tesoro como no hay otro en el Universo entero, os sentís menesterosos; queriendo encontrar la felicidad en esta Tierra, perdéis la del espíritu y esa no es la voluntad del Padre.

54.- Y llegáis ante el Pastor, pidiendo consuelo para vuestra cuita y perdón para vuestros pecados, y cuando se os concede lo que habéis pedido, os olvidáis de la gratitud y regresáis a vuestros malos caminos.

55.- Si se os ha concedido una materia, no es para que le rindáis culto, sino que ha sido para que vengáis a restituir en ella en este planeta Tierra; habéis solicitado una oportunidad y una envoltura, y os ha sido concedida. (LVV-E78:12-13)

56.- No estáis aquí por un acaso, no habéis venido por obra de la casualidad; si estáis aquí es porque se os ha enviado a la Tierra a cumplir con una restitución y con una misión, y eso nada tiene que ver con las cosas materiales ni con los placeres de la carne.

57.- Os habéis olvidado del Pacto y por ello ¡mirad el dolor a vuestro paso!, la amargura se encuentra en vuestro paladar y el sufrimiento toca a la puerta de vuestro corazón. (LVV-E219:43-45)

58.- Mirad cuánto es el amor del Padre, mirad que en todos los tiempos habéis hecho sangrar Su divino corazón; en todo momento Él ha salido al camino a buscaros, extendiendo Su mano providente, sin contemplar vuestra mancha y vuestro pecado, entregándoos Su amor y Su fortaleza para que seáis el fuerte en el camino. (Lc.15:20)

59.- La juventud se pierde, las flores a temprana edad son deshojadas, no hay pudor en las doncellas ni inocencia en la juventud; ¡cuánta perversidad hay en esta Tierra!

60.- Y vosotros dormís, oh rebaño bendito, dormís en vuestros caminos porque el dolor que lleváis es pequeño si lo comparáis con el de aquellos que ignoran esta enseñanza y que sufren y claman en lo profundo de su corazón hacia el Padre, hacia la Reina Purísima de los Cielos.

61.- He aquí que Ella, con Su Manto purísimo y divino, cubre con Su misericordia a la niñez bendita y a las viudas desoladas; y vosotros, ¿qué habréis de hacer?

62.- Levantaos, os dice el Pastor, porque tenéis que ir a las naciones, tenéis que imitar a aquellos varones que en el Segundo Tiempo circundaron al Divino Maestro y que cumpliendo con Su mandato, se levantaron a sembrar por los caminos de la Humanidad, sin llevar doble calza ni alforja, llevando tan sólo la confianza y la fe absoluta en el Padre, a sembrar lo que con tanta perfección en sus manos había sido depositado. (Mt.10:5-15) (LVV-E77:50-52)

63.- Siempre ha venido el Padre a servirse del humilde en todos los tiempos, para sorprender así a los sabios de la Tierra y a los hombres del poder humano.

64.- El Padre, rebaño amado, mucho os ama, y por Su amor es que os encontráis en este camino que os llevará a la Tierra Prometida al espíritu, a la tierra que mana leche y miel, donde se encuentra la verdadera felicidad y la vida eterna. (Dt.26:9) (LVV-E313:25-27)

65.- ¿Quiénes serán los que lleguen a ella? ¿Quiénes serán los que sus puertas puedan atravesar?

66.- Todos en conjunto habréis de llegar a esa tierra que, vuelvo a deciros, es tierra de paz, tierra de promisión que esperando está en la eternidad al pueblo bendito de Israel.

67.- Corazones afligidos, tomad la caricia del Pastor; corazones que llenos de dolor os encontráis, tened consuelo porque las lágrimas que corren por vuestras mejillas yo enjugo con mi propio manto.

Mi paz de Pastor sea con vosotros.

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